La población de corzo se ha multiplicado por cinco en los últimos diez años y los campesinos de la Catalunya Central se han puesto en alerta por el peligro que suponen para sus pastos y ganado.

Algunos campesinos aseguran haber perdido un 30% de la producción de forraje por culpa del corzo y el jabalí. Sin embargo, también preocupa la transmisión de enfermedades, ya que el corzo es sensible a la tuberculosis y brucelosis.

Estas últimas semanas han iniciado la campaña de recogida de forraje y los campesinos alertan de que las pérdidas son considerables. En campos donde normalmente se recogen entre dos y tres balas de forraje, ahora sólo recogen media.

Desde el departamento de Agricultura, se calcula que actualmente hay 21.555 ejemplares en todo Catalunya. Según datos del mismo departamento, 9 de cada 10 corzos viven en los Pirineos, y más de 60% se concentra en cuatro comarcas: el Pallars Sobirà, el Alt Urgell, la Cerdanya y la Vall d'Aran.

El sector vitivinícola también nota los efectos de este animal, acabando con algunas viñas, mientras que en las carreteras ya representa el 10% de los accidentes provocados por fauna salvaje. El animal que más problemas ocasiona al tráfico sigue siendo el jabalí.

Brucelosis y tuberculosis

El departamento de Agricultura ha puntualizado que el corzo no es necesariamente portador de brucelosis y tuberculosis, y ha indicado que los resultados obtenidos a raíz de un programa de vigilancia de la fauna salvaje demuestran que los corzos no tienen ningún papel en la transmisión de estas enfermedades en Catalunya.

Con respecto a la brucelosis, todos los resultados obtenidos han dado negativo y, según el departamento de Agricultura, Catalunya está a punto de declararse oficialmente indemne.

El departamento de Medio Ambiente ha encargado un estudio al Centro Tecnológico Forestal de Catalunya para conocer los daños reales que provoca y cuáles son los cultivos más afectados.

La reintroducción del corzo, que los años 80 estaba en regresión, ha tenido éxito y desde la década de los 90 ha ido proliferando y conquistando casi todo el territorio catalán.