Los agentes del parque de Bombers de la Generalitat de Martorell se han negado a dar la mano al conseller de Interior Miquel Buch para protestar por la precariedad del cuerpo. En una visita a las instalaciones de la sede en el municipio, Buch ha accedido a reunirse con los bomberos presentes con el fin de atender a sus peticiones y debatir la falta de personal y recursos que sufre el cuerpo, según han denunciado reiteradas veces a los sindicatos. Cuando se iba a producir este encuentro, el conseller ha querido saludar personalmente a los funcionarios, la mayoría de los cuales se han negado a darle la mano.

La visita del conseller se ha producido este viernes por la mañana, aprovechando su presencia en la zona. Al llegar al parque de Martorell, Buch ha sido recibido por el máximo responsable de la sede, Ferran Sansano, por el jefe de la Región de Emergencias Metropolitano Sur, Joan Rovira, y por el sargento jefe del parque de Igualada. Las autoridades han visitado las instalaciones mientras los bomberos de guardia revisaban los vehículos y, una vez finalizado el recorrido, se ha convocado a todo el personal en el comedor para poder celebrar una reunión con el conseller, tal como se le había rogado sólo llegar al parque.

Antes de que se pudiera empezar el encuentro, Buch se ha dirigido a los bomberos con el fin de ofrecerles la mano, pero estos le han negado el saludo como "muestra de descontento con la situación actual". El conseller les ha recriminado la acción, al considerar que se trataba de una falta de respeto y educación y ha decidido abandonar el parque de Martorell sin que se pudiera acabar de celebrar la reunión.

Fuentes del cuerpo de la Generalitat han lamentado en un comunicado que "el no saludo haya servido de excusa para no sentarnos y poder conocer la realidad y necesidades del parque de primera mi".