Cuando un bebé ha nacido prematuramente, se enfrenta a posibles problemas de salud bien conocidos, como la insuficiencia respiratoria si los pulmones no son lo bastante maduros o la ictericia, cuando por un exceso de bilirrubina tienen la piel amarillenta.

Además, cada vez hay más conciencia que estos bebés "tienen más posibilidades de desarrollar un trastorno del neurodesarrollo", explica Rosanna Marí Vico, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.

Así, "según los estudios científicos, un 20% de los niños prematuros presenta rasgos del trastorno del espectro autista (TEA), mientras que este trastorno afecta a un 1,8% de los niños nacidos a término", afirma Marí Vico. También hay un 19% de niños prematuros con rasgos asociados a trastornos del lenguaje (TEL), mientras que entre la población general la cifra es del 7%. Además, tienen un riesgo 2,6 veces mayor que los nacidos a término de tener un trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad.

Estos problemas de neurodesarrollo de los bebés prematuros —que son los que han nacido antes de la semana 37 de gestación— están vinculados principalmente a dos factores. Se trata del peso en el momento de nacer y de la semana de gestación en que se ha producido el parto. Sin embargo, además, hace falta tener en cuenta que el cerebro del niño prematuro es más inmaduro que el de un niño que ha nacido a término y que nacer prematuramente puede implicar largas estancias hospitalarias, a veces con intubación para garantizar la respiración. "Esta condición limita la experiencia del niño en relación con su entorno, los estímulos que reciben son diferentes", explica Rosanna Marí Vico, que es logopeda y trabaja a la Unidad de Estimulación Precoz del Servicio de Neurología del Hospital Sant Joan de Déu.

"Es fundamental que un profesional de la logopedia pueda prevenir, detectar y tratar precozmente estos trastornos del habla, la comunicación y la deglución en los bebés prematuros", considera Marí Vico.

Según la experta, durante los primeros años de vida de un niño su sistema nervioso central tiene una gran plasticidad neuronal y esta característica del cerebro hace que sea mucho más capaz de estimularse. Además, a medida que el niño crezca esta flexibilidad se irá reduciendo y será más complicado tratar estos problemas. En cambio, si se detectan muy pronto las dificultades, "se puede estimular el bebé de manera precoz y hacer que así aumenten las interconexiones neuronales. El niño tendrá más capacidad para asimilar e integrar nuevas experiencias que si se hace cuando sea mayor", explica Marí Vico.

Los niños prematuros representan un 8% del total y ya reciben estimulación desde algunas unidades de Neonatología. "Los logopedas estimulamos las funciones motrices orofaciales de los niños para que tengan más movilidad, mejor succión y mejor deglución. Pero también trabajamos con las familias, a quienes recomendamos hablar y comunicarse con los bebés, ya que sabemos que ayuda al desarrollo emocional y cognitivo de los niños", afirma Vico.

La familia, elemento clave en la estimulación precoz

Cuando el niño sale del hospital, el papel de la familia sigue siendo fundamental. "Sabemos que los padres de niños prematuros pueden estimular menos o tener tanta predisposición a jugar con el niño si lo perciben como a muy frágil", explica Gemma Moya-Galé, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, que es editora del libro Evaluación y diagnóstico en logopedia del Editorial UOC.

"Es importante que la familia se sienta apoderada para estimular precozmente a su hijo. La mejor prevención proviene de la familia y es importante que no tengan miedo de preguntar a los profesionales especializados sobre las cosas que ellos intuyen que no van bien", apunta a Rosanna Marí.

Una jornada para formarse en logopedia y niños prematuros

Además de los logopedas, es importante que otros profesionales de la salud conozcan bien los problemas que tienen los bebés prematuros en relación con el neurodesarrollo. Por este motivo, el grado de Logopedia de la UOC (interuniversitario: UVic-UCC, UOC) organiza la III Jornada de Trastornos de la Comunicación y la Deglución: la Prematuridad.

"Es fundamental una detección precoz de las patologías de la comunicación y la deglución por profesionales de la salud diversos, de ámbitos como los de medicina, enfermería, fisioterapia, psicología o logopedia, por lo cual es importante que tengan conocimientos. No obstante, es imprescindible que los logopedas especializados en población prematura intervengan en la diagnosis y el tratamiento de estas patologías. Por eso, la Jornada se dirige a todos estos colectivos", afirma Alfonso Igualada, director del grado de Logopedia y también coeditor del libro Dificultadas del lenguaje en los trastornos del desarrollo (vol. III), en el cual se hace referencia a los problemas específicos de los bebés prematuros, concretamente en el capítulo Prematuridad y dificultad del lenguaje, de las autoras Laura Bosch Galceran, Thais Agut Quijano y Lourdes Busquets Ferré.

La Jornada tendrá lugar en el centro de investigación IDIBAPS, en Barcelona, el 28 de marzo, y presentará una ponencia Alessandra Sansavini, profesora en la Universidad de Bolonia y responsable de un programa de investigación sobre neurodesarrollo de bebés prematuros en colaboración con el Hospital Universitario de Bolonia.

También habrá ponencias sobre las prácticas centradas en la familia, a cargo de la psicopedagoga Cristina Díaz, sobre la intervención desde las unidades de Neonatología, a cargo de Rosanna Marí Vico, y sobre la práctica clínica, a cargo de Sílvia Martínez.