Los forenses no han encontrado signos de agresión sexual a la niña de 10 meses que su madre trajo ya muerta al CAP de Torroella de Montgrí (Baix Empordà) el sábado por la noche. Los Mossos d'Esquadra detuvieron a un hombre de 26 años que convivía con la madre de la criatura por las circunstancias extrañas de la muerte de la pequeña. El arrestado ha quedado en libertad, después de que la policía haya dejado sin efecto la detención, aunque está citado en declarar el martes al juzgados de instrucción.

La autopsia ha revelado que las heridas que el bebé tenía en la zona íntima (y que inicialmente hicieron sospechar que podía haber sido víctima de una violación) son superficiales y que no hay rasgaduras ni lesiones internas. La autopsia no ha podido determinar el origen de la muerte pero no descarta que pueda ser por causas naturales, como una infección. Los forenses harán pruebas complementarias —como análisis de muestras, sangre y orina— para intentar determinar cómo murió.

El principal sospechoso, en libertad

Después de constatarse que el bebé no había sufrido ninguna agresión sexual y pendientes de determinar cuál fue la causa de la muerte, el principal sospechoso, un joven de 26 años ecuatoriano que compartía piso con la madre, ha quedado en libertad.

Según fuentes próximas a la investigación, el acusado y la madre de la niña estaban juntos dentro del domicilio con la víctima y su hermana, de unos dos años. La madre fue a la cocina y el acusado se habría quedado solo con las dos menores, lo que despertó todas las alarmas.