El Consorci del Parc Natural de Collserola y su campesinado han decidido iniciar una prueba piloto con asnos con el fin de fomentar la agricultura de la zona y evitar el riesgo elevado de incendio. La intención es recuperar el mosaico agroforestal del entorno. Se trata de una práctica que se llevará a cabo en la finca agrícola de Can Domènech. Forma parte de una estrategia complementaria a los rebaños permanentes que ya hay en la sierra, con la recuperación de fincas agrícolas y la gestión forestal. Quien ha decidido impulsar este proyecto ha sido el campesino de Collserola Paul Domènech. Ha contado también con el apoyo del programa Alimentem Collserola, un proyecto de Transición Agroecológica impulsado por el Consorci del Parc Natural de Collserola y desarrollado por la cooperativa 'Arran de terra'.

El proyecto tiene la idea de obtener espacios abiertos en zonas del parque donde no se puede hacer agricultura ni ubicar rebaños de ovejas. Se trata, todo, de un primer paso para valorar la posibilidad de que el rebaño de asnos pueda ir volviendo por los diferentes espacios de bosque adyacentes a las fincas agrícolas del Parque, siempre bajo vigilancia y cuidado del campesinado. Tal como explica la ACN, la planificación de recuperación de espacios abiertos tiene que permitir reducir el riesgo de incendio en la sierra, de manera que el trabajo con asnos complementa la de los 25 proyectos agrícolas y los 4 rebaños permanentes que ya viven en Collserola.

Otro rebaño: pero de ovejas, corderos y cabras

El pasado mes de abril llegó a Barcelona un rebaño mixto de ovejas y cabras con el objetivo de formar parte de un plan piloto de prevención de incendios que duró hasta junio. La función de aquellas 290 cabezas de ganado era pacer por la vertiente barcelonesa de Collserola con el propósito de limpiar el sotobosque, una tarea que tenía también como objetivo mantener limpio el manto vegetal, cosa que puede ser muy efectiva a la hora de prevenir incendios forestales. Su ámbito de acción fue la parte montañosa del distrito de Horta-Guinardó, por encima de los barrios de la Font del Gos y de Montbau.

Aquel rebaño estaba compuesto, tal como informó el Ayuntamiento de Barcelona, de 130 ovejas, 80 corderos y 80 cabras. Aquel rebaño estuvo controlado por dos pastores, tres perros pastores y un perro de vigilancia. Una vez finalizada la prueba piloto en junio y hechas las valoraciones, hay la voluntad de testearla y extenderla en otros ámbitos del territorio barcelonés. El caso es que está demostrado que la introducción del pasto es una de las mejores acciones en la gestión de las franjas de protección contra incendios y para el mantenimiento de los espacios abiertos.