Agentes de los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de la comisaría de Eixample detuvieron el miércoles 11 de enero a dos hombres como presunto autor de un delito de lesiones, amenazas y contra el ejercicio de los derechos fundamentales y libertades públicas. Los detenidos tienen 33 y 36 años, son de nacionalidad española y tienen domicilio en l'Hospitalet de Llobregat y Mataró, respectivamente.

Los hechos pasaron hacia las seis de mañana del día 9 de octubre cuando la víctima, un hombre sin hogar que duerme en la calle y que aquel día estaba durmiendo en un cajero de Barcelona, fue agredido por dos hombres. Según su denuncia, el hombre se despertó cuando oyó los golpes que un hombre estaba haciendo de manera insistente en la puerta del cajero. Inicialmente no quiso abrir la puerta, pero ante la insistencia de los dos individuos accedió a hacerlo. Sólo abrir la puerta, uno de ellos le dio tres puñetazos a la cara, sin que en ningún momento él respondiera a la agresión.

Mientras uno de los hombres lo estaba agrediendo, el otro sacó dinero desde uno de los cajeros automáticos que había al interior de la sucursal. Al salir del lugar, se dirigieron a la víctima y lo amenazaron de muerte. Después de la agresión, el hombre acudió al servicio de urgencias de un centro hospitalario para recibir atención médica a raíz de las diversas contusiones que sufrió.

Fruto de las indagaciones iniciadas por la Unidad de Investigación del Eixample, los investigadores localizaron a los presuntos autores de los hechos, los cuales la víctima reconoció sin ningún tipo de duda.

A disposición judicial

Una vez identificados, los agentes los detuvieron y pasaron a disposición judicial. Asimismo, enviaron copia de las diligencias al Fiscal Especial por delitos de Odio de Barcelona.

Los investigadores consideran que aunque la agresión no fue un acto planificado previamente por los autores de los hechos, la condición familiar, social y de extrema vulnerabilidad del agredido fue determinante para que los hechos se produjeran de la manera y gravedad en que ocurrieron. Los instructores del caso concluyen que en estos casos los agresores actúan porque creen que sus acciones no serán denunciadas por sus víctimas y que si lo denuncian no se les dará credibilidad por su condición.

Los detenidos, con varios antecedentes por delitos en el ámbito del hogar, amenazas y robos con violencia, quedaron en libertad con cargos después de declarar ante el juez.