Mascarilla obligatoria, respetar la distancia social y con las obras de arte, y sin actividades ni inauguraciones hasta más adelante. Así será la reapertura de las galerías de arte en la fase 1 de la desescalada, que de entrada arranca el lunes sólo al Campo de Tarragona, el Ebro y el Pirineo. Las restricciones de aforo perjudican menos este sector cultural que los museos o las artes escénicas, indica a la ACN el gerente del Gremio de Galeristas de Arte de Catalunya, Jordi Pijoan. Pero dos meses con las persianas bajadas han reducido la venta de arte a "casi a cero", el calendario expositivo del año ha quedado alterado. Por si fuera poco, los galeristas han vivido hasta a última hora con la incertidumbre sobre quién podría abrir finalmente el lunes.

Los galeristas catalanes trabajaban hasta el miércoles con el escenario que el lunes 11 de mayo podrían levantar persianas y reanudar la actividad, con las medidas sanitarias necesarias. De hecho desde el Gremio se estimaba que lo harían ya un 50%, y todavía más a lo largo de la semana. Pero la propuesta de la Generalitat de mantener buena parte de las regiones sanitarias (menos el Campo de Tarragona, el Ebro y el Pirineo) en la fase cero todavía unos días más los cogió a contrapié y ha molestado al Gremio. Aceptada la propuesta por parte del Gobierno, sólo 3 de las 40 galerías del Gremio (todas en el área de Tarragona), podrán reanudar la actividad el lunes.

"Nos hemos quedado con cara de tontos. Llevamos días pidiendo que se preparen las medidas", critica a Jordi Pijoan. El Gremio dirigió el viernes una carta a la consellera de Salud, Alba Vergés, quejándose de este "problema comunicativo" entre el departamento y las instituciones representativas de sectores comerciales y empresariales. Un Gremio que responde por una cuarentena de galerías, la asociación Artes Barcelona representa treinta más, y en total en Catalunya hay unas 150. Pijoan calculaba que el lunes habrían podido abrir un 50% y que a lo largo de la semana otros irían levantando la persiana otros, con cuentagotas. Pero, ahora, a la mayoría tendrán que esperar.

Sobre este contratiempo, el representante del Gremio apunta que al menos tienen "la suerte" de que muchos galeristas son autónomos, a menudo sin trabajadores a cargo, y que poco o mucho han seguido trabajando desde casa. "Pero si otros se habían animado a retirar ya el ERTE, con generosidad y para que los trabajadores volvieran a la normalidad rápido, ahora los habrán puesto en un compromiso", destaca. El cambio ha sido tan "precipitado" –afirma- que horas de ahora no se ve capaz de cuantificar cuántos han podido quedar en este impàs.

Preparados para reabrir

Cuando menos, cuando sea la hora de abrir de forma generalizada, seguro de que estarán "preparadas", se consuela el gerente del Gremio. Además, este sector cultural se ve menos agravado que otros en cuanto a las restricciones de aforo (hasta el 30%), y eso desestresa un poco a los galeristas de cara al día a día de la nueva normalidad. Eso sí, la mascarilla será obligatoria para entrar, y se tendrá que respetar la distancia de seguridad entre personas pero también respecto de las obras de arte (una convención que ya funciona pero que ahora se extremará). Los locales también dispondrán de gel hidroalcohòlic, detalla Pijoan.

La vuelta se hará mayoritariamente con las exposiciones que ya acogían las galerías antes del cierre. Y es que ni en la primera ni en la segunda fase de la desescalada se pueden celebrar inauguraciones dentro de los centros, y tampoco actividades culturales o visitas guiadas. Por todo ello, el calendario del año ha quedado alterado y habrá exposiciones que quizás no se harán, y otros que se reprogramarán, apunta al galerista.

Además, la compra de arte en este periodo se ha estancado. Las ventas han quedado "casi a cero", constata Pijoan. El escenario no es, pues, esperanzador. Y las ayudas anunciadas desde el Ministerio (prevé invertir 1MEUR por el conjunto de las artes visuales), son "miserables" en opinión del gerente del gremio de galeristas. Pijoan se muestra más contento con las medidas propuestas por la Generalitat en la línea de ampliar las subvenciones ya existentes. "Lo vemos mucho más seguro y serio".

En este contexto, el gerente del gremio advierte que quizás los galeristas se verán asomados a cambiar la "labor altruista", "propia de fundaciones y museos públicos", con qué a menudo complementan el sistema de las artes visuales. "Si antes, muchas veces, las galerías hacían una función cultural y no tanto enfocada en venta, a partir de ahora y para poder continuar tendremos que asegurar la viabilidad económica de las exposiciones", avisa. "Por eso necesitaremos el apoyo de las instituciones públicas y de la ciudadanía amante del arte".