El BIOCOMSC prevé que la vacunación entre los mayores de 60 años se traduzca en una bajada general de las defunciones por la Covid-19. El investigador de la UPC Daniel López Codina indica a la ACN que prevén que las muertes sean un 80,5% menos en tres semanas, cuándo habrán hecho efecto las vacunas distribuidas hasta el 2 de mayo, en comparación con un contexto en que no se hubiera vacunado (no se cuenta el efecto protector de la vacuna, que hace bajar la incidencia). López Codina dice que se adelanta "en la buena dirección" pero alerta que las incidencias siguen siendo muy altas y que, a pesar de la vacunación, se podrían descontrolar si las medidas se relajan demasiado. El grupo 10-19 años es el que tiene la incidencia más alta y lo relaciona con la variante británica.

El impacto de la Covid-19 ha caído en picado en las residencias desde mediados de enero y están disminuyendo las muertes y casos graves en las personas de más de 80 años (no institucionalizadas). La cobertura vacunal en estos dos grupos priorizados supera el 80%. Ahora, los efectos de la vacuna se empiezan a notar en las personas de entre 60 y 80 años, que son los que se están inmunizando desde hace unas semanas.

Los investigadores del BIOCOMSC (Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos) observan que la incidencia del coronavirus baja de manera más rápida en los grupos que se están protegiendo y calculan que la vacuna reducirá un 80% las muertes por Covid dentro de tres semanas y un 42% los ingresos en la UCI, en comparación con un contexto sin vacuna.

"La mortalidad, los casos graves y los leves en las personas de más de 80 años han disminuido mucho. Eso muestra que las vacunas son efectivas y funcionan bien. Por debajo, lo empezamos a ver. ​Todavía no vemos el resultado de la vacuna que se pone hoy", señala López Codina en una entrevista en la ACN.

"Las UCI también bajan, aunque muy lentamente. Todo eso es el resultado de estar protegiendo a la gente de más de 60 años. Y cuando empiecen a vacunar los mayores de 50 años y avancen en los de más de 60, los efectos serán cada vez mayores. Cada semana veremos una mejora", prevé este biofísico. Salut ha anunciado que la vacunación de las personas de entre 50 a 59 años empezará de forma masiva la semana que viene.

El grupo de 10 a 19 años, por encima de la media

Una gráfica elaborada por el analista Toni Sanclement y el BIOCOMSC, a partir de los datos abiertos del Govern, muestra la evolución de la incidencia acumulada a 14 días por grupos de edad. En la gráfica, se observan incidencias más bajas a partir de 60 años que en el resto de grupos de edad.

Por ejemplo, en el grupo de 80 a 89 años, la incidencia pasa de 183 casos, el 1 de abril, a 126, el 30 de abril, muy por debajo de la media catalana (272 del 24 al 30 de abril). En el grupo de 70 a 79 años, se pasa de 210 a 188 y, en el de 60 a 69 años, de 234 en 187. En los mayores de 90 años, se mantiene similar, de 164 a 161.

En cambio, en el resto de grupos de edad, las incidencias se mantienen en valores similares o suben en las últimas semanas. La gráfica muestra una incidencia elevada sobre todo en el grupo de 10 a 19 años, de 471 casos confirmados en los últimos 14 días por 100.000 habitantes el 30 de abril. El investigador de la UPC lo relaciona con la variante británica, más contagiosa: "Cuando entra en un contexto, más fácilmente contagia a todo el mundo; las casas y los entornos de jóvenes y niños".

Esperanza y prudencia

López Codina advierte que las incidencias son hoy por hoy muy altas y que si las medidas de control de la pandemia y de autoprotección se relajan de forma brusca, puede volver a haber un crecimiento de casos. "Estamos en la buena dirección, pero todavía no se ha acabado", recalca. "Tenemos que estar contentos porque la vacunación nos está ayudando a mejorar, pero tenemos que ser conscientes de que progresamos lentamente", añade.

El profesor de la UPC señala que las vacunas en los grupos de más edad protegen los hospitales y las UCI y hacen bajar la mortalidad. Este efecto es vital. Ahora bien, López Codina alerta que incidencias elevadas entre los más jóvenes comportan igualmente casos graves y tensionan los centros de atención primaria, las escuelas con grupos confinados o las empresas con bajas laborales, entre muchos otros impactos, como está pasando en países como Suecia, dice.

"Tenemos que conseguir que la mortalidad y los ingresos en los hospitales bajen, pero también tenemos que quitar presión a la sociedad. Y lo tenemos al alcance en los próximos meses, pero tenemos que ser pacientes", recalca.


Foto principal: Varias personas descansan después de recibir la primera dosis de la vacuna contra la Covid / ACN