La activista sueca Greta Thunberg ha dejado en evidencia "los dos" Estados Unidos, tanto el progresista que defiende la lucha contra la crisis climática, como el conservador que protege en la industria de los combustibles fósiles. Lo ha hecho durante una sesión virtual del Congreso, donde ha declarado que está convencida que el país "seguirán contribuyendo a la destrucción de las condiciones de vida presentes y futuras".

La sesión ha arrancado con un discurso del presidente del subcomité, el demócrata Ro Khanna, seguido del republicano Ralph Norman, y de las intervenciones de diferentes expertos y activistas entre los cuales figuraba Thunberg. En el turno de preguntas a los invitados, la joven sueca ha acaparado la mayor parte de la atención más.

A un lado tenía los demócratas, que han buscado su complicidad después relanzar esta semana el Green New Deal (Nuevo Pacto Climático), que apuesta por inversiones en los próximos diez años en fuentes de energía con cero emisiones contaminantes.

En el otro, se encontraban los republicanos, los que tan pronto como se ha iniciado la sesión han dejado claro, en boca de Norman, que no están de acuerdo con "las tácticas del miedo" para asustar a la gente, especialmente a los niños, con respecto a la crisis climática.

Y en el medio la joven, de 18 años, que no se ha inmutado ni por los esfuerzos de los de Biden por atraer su simpatía ni por los de Trump que por desmontar sus argumentos.

Alerta a los legisladores de que "tendrán que rendir cuentas

Lo que sí que ha hecho Thunberg es afirmar que los combustibles fósiles son "una desgracia" y alertar a los legisladores de que tendrán que rendir cuentas en el futuro si no actúan inmediatamente y toman medidas para que el aumento de la temperatura global se mantenga por debajo del objetivo de 1 grado.

"Y para ser sincera, no creo ni por un segundo que ustedes vayan a hacer nada de eso. Así que seguirán contribuyendo a la destrucción de las condiciones de vida presentes y futuras", ha reconocido a la activista, que ha lamentado que la crisis climática no exista en el debate público actual.

Reclama una cooperación global

En su intervención, Thunberg ha optado por un tono irónico constante para responder a los republicanos. Un ejemplo ha sido cuando Norman le ha preguntado sobre si había leído algún estudio científico en concreto antes de afirmar en público que quería que la gente sintiera el mismo pánico y miedo que ella siendo diariamente sobre el cambio climático. Ante esta cuestión, ha declarado que "en los discursos normalmente se utilizan metáforas" y que "por descontado" ella no pretendía decir que quiere que la gente tenga miedo.

Cuando el republicano le ha recriminado que no tiene sentido que los EE. UU. adopten medidas para recortar sus emisiones contaminantes si otros países, como China no lo hacen también, la activista ha defendido la necesidad de que haya una cooperación global. "Si los EE. UU., que es el mayor emisor de la historia, no toma medidas, ¿cómo podemos esperar que otros países lo hagan?", ha continuado.

Ha sido en este momento cuando Norman ha optado por recurrir también al sarcasmo: "Entonces, China, que es un país comunista, que practica el genocidio contra la gente, si ven lo que hacen los EE. UU., entonces voluntariamente reducirá sus emisiones ...", ha dicho. Thungberg ha insistido, entonces, en el hecho de que el cambio tiene que ser global y al mismo tiempo se tiene que hacer el posible para que Pekín asuma su responsabilidad.

Biden se compromete a reducir las emisiones un 50%


La sesión se ha desarrollado al margen de la cumbre climática organizada por el Gobierno del presidente norteamericano, Joe Biden, en la cual se han dado cita unos 40 líderes mundiales.

Biden se ha comprometido a recortar a la mitad las emisiones con efecto invernadero de los EE. UU. para 2030, con la meta de conseguir la neutralidad en las emisiones de carbono para el 2050.

Durante la audiencia en el Congreso, el legislador demócrata Raja Krishnamoorthy ha pedido a Thunberg consejo sobre el cual pueden hacer a los jóvenes para luchar contra el calentamiento global.

La sueca ha optado por recordarle que este trabajo no le corresponde a los jóvenes. "Ellos no son los que han contribuido a esta crisis, la responsabilidad no recae sobre ellos", ha apuntado.

Encontronazos con Trump

Thunberg ya compareció ante el Congreso de los EE. UU. durante el mandato de Donald Trump (2017-2021) en unos años en que protagonizó muchas polémicas con el entonces presidente.

Trump se burló reiteradamente de ella y calificó de ridículas tanto sus alertas sobre la crisis climática como su manera de comportarse o sus gestos. Thunberg llegó a pedir el octubre pasado el voto para Biden, aunque advirtió que sus promesas contra la crisis climática no eran lo bastante ambiciosas.

Los nativos americanos invisibilizados

Más allá de la activista sueca, ha estado impactando la declaración en el Congreso de la abogada tribal Tara Houska, que ha denunciado que las voces de los nativos americanos están "prácticamente" ausentes en las conversaciones sobre la crisis climática, a pesar de ser los últimos "poseedores de los lugares sagrados de la Madre Terra".

La legisladora Alexandria Ocasio-Cortez, impulsora del Green New Deal, ha sido de las pocas congresistas que no ha interpelado Thunberg y ha preferido preguntar a Houska, en un intento de visibilizar la lucha de los indígenas de los EE. UU. contra proyectos, como el Dakota Access Pipeline, un oleoducto que pasa por territorios tribales.

 

Imagen principal, Greta Thunberg / Europa Press