Investigadores del Hospital del Mar Research Institute de Barcelona y del CIBER del Cáncer han participado en una investigación que demuestra que un tipo de proteína, IkBa, es un biomarcador clave para determinar el pronóstico y el posible tratamiento en uno de los cánceres de cerebro más mortales. Se trata del glioma difuso, que provoca tumores en el sistema nervioso de los pacientes. El estudio, que ha liderado la University of Alabama at Birmingham (EE. UU.), ha analizado datos de más de 2.300 pacientes procedentes de diferentes centros de todo el mundo y con diferentes características y estadios de progresión y en todos ellos los bajos niveles de este marcador indicaban un peor pronóstico y una supervivencia mucho más reducida. Los resultados se publican este miércoles en la revista Cell Reports Medicine. Aparte de descubrir el posible biomarcador, también han podido estudiar cuál es la vía sobre la cual actúa la proteína, por lo tanto, la convierte en una posible vía terapéutica, en lo que ya han empezado a trabajar para buscar posibles tratamientos que modulen la actuación de este marcador.

Interacción con la cromatina

La proteína que han analizado los investigadores se encarga de regular los procesos inflamatorios y según lo que indican los resultados obtenidos, cuando hay una pérdida de esta proteína, la esperanza de vida de los pacientes cae drásticamente y el pronóstico empeora significativamente, según ha explicado el coordinador del grupo de investigación del Hospital del Mar Research Center, Lluís Espinosa. Los especialistas también han podido comprobar que esta proteína interactúa con la cromatina, una estructura compuesta por ADN, ARN y proteínas que regula la actividad genética. Eso abre la puerta a utilizar esta interacción como diana terapéutica, una aproximación diferente de la propuesta hasta ahora en estos pacientes. La influencia de esta proteína en el pronóstico de los pacientes está ahora investigando en otros tipos de tumor.

"Lo que hemos visto es que el papel de esta proteína es diferente del cual se le había otorgado, como reguladora de los procesos inflamatorios a través de la modulación de las citocinas. Su interacción con la cromatina nos impulsa a seguir investigando esta vía, una búsqueda prometedora a la hora de encontrar un tratamiento para el glioma", ha explicado Espinosa. "Averiguar qué es lo que está incrementando la malignidad de los tumores cuando se pierde IκBα es esencial para tratar a los pacientes, porque si atacas la vía equivocada no se conseguirá el efecto terapéutico buscado", ha asegurado al médico.

Los gliomas difusos atacan a la población joven

Los gliomas difusos son tumores primarios del sistema nervioso central, que representan aproximadamente el 5% de estos tumores. Afectan típicamente a población joven, con una media de edad de 40 años. El tratamiento convencional se basa en la resección, siempre que sea segura, según ha explicado María Martínez, jefa de sección de Neurooncología del Servicio de Oncología del Hospital del Mar e investigadora del Hospital del Mar Research Institute. "Son neoplasias que, invariablemente, progresarán. Hasta ahora se han considerado tumores incurables", ha precisado Martínez. No obstante, una de las características de estos tumores es la presencia de mutaciones en los genes IDH1 y IDH2, que comportan un buen pronóstico, según la neurooncóloga.