A partir de mañana se acaba la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores. Cuando España ha llegado al 50% de personas vacunadas con una dosis, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado la flexibilización de la normativa sobre las mascarillas. Darias considera la mascarilla como "un símbolo asociado a la pandemia" y ha celebrado que se alivien las medidas que la regulan porque nos acercamos "a la normalidad". "Nuestras sonrisas volverán a las calles", ha celebrado la ministra.

El fin de esta medida de prevención va acompañada de letra pequeña, ya que en algunas situaciones, cuando nos encontramos en espacios exteriores, tendremos que recuperar la mascarilla. Por eso se recomienda llevar siempre a mano la mascarilla, ya que no llevarla en las situaciones que todavía se consideran peligrosas e incluso al aire libre podría comportar sanciones.

 

En las aglomeraciones: mascarilla

El exterior se considera un espacio seguro para circular sin mascarilla hasta que chocamos con aglomeraciones o participamos en acontecimientos al aire libre donde haya mucha gente. La línea entre lo que consideramos una aglomeración y no puede ser difusa en algunos casos, de manera que Darias lo ha ejemplarizado de la siguiente manera: "Si vamos a pasear, no hace falta. Pero si tenemos que coger el transporte público, sí".

La distancia mínima que tenemos que dejar con los otros peatones es 1,5 metros. En caso de que no se pueda respetar, se tendrá que recuperar la mascarilla igual que en los conciertos con público de pie, pero no si el público está sentado. Asimismo, la mascarilla seguirá siendo obligatoria en espacios cerrados de uso público, como bibliotecas, farmacias o tiendas.

Interiores y mascarillas

La obligatoriedad de las mascarillas en los espacios interiores tanto públicos como privados seguirá vigente, por ahora, sine die. Eso incluye el transporte público y los aviones, pero hay una ligera excepción en el caso de los barcos donde en la propia cabina y en cubierta, si se puede mantener la distancia de seguridad, no habrá que utilizar la mascarilla.

De manera excepcional, sin embargo, en aquellas residencias de personas mayores donde más del 80% de los residentes estén completamente vacunados podrán dejar de llevarla. Sí que lo tendrán que llevar los trabajadores y las visitas.

 

Imagen principal: Una mujer lleva mascarilla por las calles de Barcelona / Carlos Baglietto