No ha habido acuerdo alternativo. El veto del Partido Socialista de Navarra (PSN) al candidato de EH Bildu, Joseba Asiron, ha allanado el camino para que Cristina Ibarrola se haya convertido en la nueva alcaldesa de Pamplona. La candidata de la formación de derechas Unión del Pueblo Navarro (UPN) ha hecho valer el hecho de liderar la lista más votada en las últimas elecciones municipales del 28 de mayo, y ha confirmado así el relevo al anterior alcalde de la ciudad, Enrique Maya, de la coalición Navarra Suma.

En estos comicios, UPN mantuvo la primera posición, a pesar de presentarse en solitario y sin el Partido Popular. La desunión del espacio de la derecha supuso la pérdida de diez puntos porcentuales y dos concejales para la formación regionalista, que vio como Bildu se acercaba peligrosamente, a menos de 3.000 votos y con solo un representante menos. El PSOE y el PP se repartían el tercer y cuarto lugar, mientras que las formaciones de izquierda Geroa Bai y Contigo-Zurekin (coalición liderada por Podemos) cerraban la lista de partidos con presencia en el consistorio. La alianza de UPN y PP no era suficiente para superar la mayoría absoluta, y el escenario abría la puerta a un entendimiento amplio para investir al alcaldable de la izquierda abertzale.

Pero desde el primer momento, este se articulaba como un camino difícil de recorrer. Ya en plena campaña, los socialistas prometieron que no pactarían con EH Bildu en ninguno de los ayuntamientos de la comunidad foral, y en ningún momento se mostraron dispuestos a cambiar de opinión. La negativa de los abertzales de investir a un gobierno municipal liderado por la candidata socialista abrió la puerta a negociar una alcaldía alternativa para desbancar UPN. Sobre la mesa se puso la opción de investir a uno de los candidatos de Geroa Bai o Contigo-Zurekin. A pesar de ser las formaciones con menos representación obtenida el 28 de mayo, la estrategia habría permitido superar el doble veto entre Bildu y PSN, si bien tan solo habría sido una solución temporal hasta encontrar a un candidato de consenso. Pero las conversaciones no fructificaron, y los conservadores navarros han conseguido mantener la alcaldía, sumando los apoyos de los dos concejales del PP y el voto en blanco de los socialistas.

Celebración e indignación en la calle

La nueva alcaldesa, Cristina Ibarrola, ha invitado a todos los otros partidos a "acompañar" el gobierno municipal de UPN en este camino. "Trabajaré con mucho esfuerzo por ser una buena representante de todos los ciudadanos de Pamplona, hayan votado o no nuestro partido", ha dicho. Habiendo celebrado el fracaso de la candidatura alternativa, Ibarrola ha pedido a los representantes políticos actuar "con responsabilidad" y actuar teniendo Pamplona "en el centro a la hora de tomar decisiones". En la calle, un grupo de ciudadanos se ha congregado ante el Ayuntamiento para aplaudir la investidura de la candidata, mientras que otro grupo ha gritado 'UPN kanpora' ('UPN fuera').