Tal como estaba previsto, el pleno del Parlament ha aprobado la propuesta de resolución que señala la puesta en marcha del camino de la desconexión con el Estado español. Ha salido adelante con los votos a favor de Junts pel Sí y la CUP y el voto en contra del resto de grupos. El debate ha sido áspero y, en algún momento, duro. Muy condicionado por el trasfondo electoral que imponen las elecciones del 20 de diciembre. Y ha acabado con los diputados del PP mostrando senyeres y banderas españolas desde sus escaños. La contundencia de la manifestación popular ha sido tal que ha eclipsado los carteles defendiendo el referéndum que han exhibido los diputados de Catalunya Sí que es Pot. Es la imagen del primer debate de la legislatura.

Junts pel Sí y la CUP han rechazado la petición de Ciutadans, PP y PSC de votar en llamamiento público los puntos seis y ocho de la resolución –donde se señala la no supeditación a las decisiones de las instituciones del Estado– y la votación se ha sustanciado a través del método ordinario. Una vez leída la propuesta, uno tras otro los resultados se han ido proyectando en la pantalla.

72 a favor y 63 en contra

72 votos a favor y 63 en contra. Con algunas anécdotas. La votación del primer punto ha tenido una ausencia, la de Lluís Llach por un problema con el mecanismo de voto que le ha solucionado Oriol Junqueras. En el 8º punto ha sido la portavoz adjunta del PP, Esperanza García, quien se ha equivocado, lo cual la ha hecho merecedora de una mirada de reprobación del líder popular, Xavier García Albiol.

Ha sido la conclusión de un debate con muchas aristas, que el presidente en funciones, Artur Mas, ha seguido con ademán serio. Un debate complejo y de intervenciones muy contundentes que en algunos momentos han hecho saltar chispas, en el cuerpo en cuerpo entre el diputado de JxSí Raül Romeva y el popular Xavier García Albiol, o entre la cupera Anna Gabriel y el portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela.

Ahora a todas

“Eso ya no tiene freno, si no es hoy será mañana, si no somos nosotros serán otros, pero este país ya hace tiempo que dice alto y claro que ha llegado la hora de ir a por todas”, ha advertido a Raül Romeva en su primera intervención.

El diputado de Junts pel Sí ha ha repasado la situación que ha llevado hasta el debate que hoy se sustanciaba en el pleno, “fruto de una demanda ciudadana masiva y ejemplarmente pacífica”.

Se ha referido a la consulta del 9N –“no era el referéndum que queríamos, ni lo que deseábamos, pero era lo único que nos permitían hacer”– y al apoyo que el sí a la independencia recibió con las elecciones del 27S, para asegurar que con la resolución JxSí daba cumplimiento “a un compromiso electoral, a una demanda democrática y a una urgencia social y nacional”. En opinión de Romeva, la resolución aprobada hoy marcará, “no sólo un inicio, sino un antes y un después por lo que respecta a la condición política de este parlamento y las instituciones catalanas”.

En nombre de la CUP ha sido la portavoz, Anna Gabriel, quien ha defendido la resolución. Ha descrito la propuesta como una muestra de “unidad de acción práctica” y la voluntad de dejar atrás la Catalunya autonómica subordinada al Estado, de los recortes y de la corrupción. “Es un primer paso hacia la república catalana”, ha remachado.

La diputada cupaire ha dejado claro que lo que ha votado el Parlamento no es ninguna declaración unilateral de independencia “todavía”, pero sí un acto de “soberanía” y “dignidad”. “De ruptura con la legalidad hecha bunker que impone el Estado español”, ha afirmado Gabriel que ha cerrado la intervención con uno “¡Salud y República!”.

Oposición

Acto seguido ha llegado el turno del portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela, que ha defendido la propuesta de resolución de su grupo y ha rechazado la de JxSí y la CUP. La intervención del diputado ha marcado ya el tono contundente que caracterizaría las sucesivas intervenciones de la oposición. “No tienen derecho a paralizar el Parlamento mientras la calle vive un drama”, ha reprochado Coscubiela asegurando que el contenido de la propuesta no sirve para solucionar las dificultades que sufre una parte importante de la sociedad.

El diputado de CSQEP ha asegurado que la reivindicación de JxSí y la CUP parte de una “interpretación tramposa” de los resultados del 27S y ha advertido que el proceso de independencia sólo se puede sacar adelante a través de un referéndum. “Esta es una declaración de insurgencia, pero insurgencia de papel”, ha asegurado.

Desde el PP, García Albiol ha protagonizado una intervención de alto voltaje españolista. “Señor Mas, le quiero decir mirándolo en los ojos que ni Usted ni nadie nos expulsará de España”, ha proclamado además de dirigirse directamente a la gente que seguía el debate por radio y televisión para asegurar que “ni Mas ni Junqueras ni la extrema izquierda radical romperán Catalunya del resto de España”. Albiol no ha ahorrado gestos y señalando las dos banderas que presiden el hemiciclo, ha evocado a sus padres, de origen andaluz y catalán, que lo enseñaron “a amar y respetar” la enseña española y la senyera.

“Este movimiento no es pacífico porque violenta el Estado de derecho y la paz social”, ha proclamado asegurando que la independencia no es la solución sino el problema. “Cuando alguien se echa a la vía no hay un choque, hay un suicidio”, ha remachado. Albiol ha cerrado su intervención con uno “!viva Cataluña y viva España”! que ha sido coreado por sus compañeros de grupo.

Con más suavidad en las formas, pero con igual contundencia en el fondo, la presidenta de Ciutadans, Inés Arrimadas, ha reducido la resolución que hoy se votaba en el Parlamento a un intento de CDC de esconder los casos sobre presunta corrupción que sufre. “están utilizando el sentimiento legítimo de muchísimos catalanes que creen que la independencia es la solución para su interés personal”, ha reprochado.

La líder de la oposición considera que el independentismo cuenta con un apoyo insuficiente a la Cámara y ha ironizado que la propuesta “se han equivocado de siglo y de lugar porque estamos en el siglo XXI y en la UE. “Esta declaración es un desprecio a la sangre, sudor y lágrimas que nos ha costado a los españoles tener democracia”, ha advertido.

Más contenido ha sido el discurso del socialista Miquel Iceta, que ha alertado que “situar Catalunya fuera de la ley nos lleva a una derrota segura”. ¿“Quién decidirá qué leyes se respetan y cuáles no?”, se ha preguntado.

El veterano diputado socialista ha subrayado que su grupo no quiere desconectar ni de España ni del Estado de derecho y ha argumentado que los diputados de la mayoría “no tienen ningún derecho ni ningún mandato democrático para dar un paso de este consecuencias”. “No tienen derecho a arrastrarnos a una salida adelante de costes insoportables”, ha reprochado.