El president, Quim Torra, ha insistido este miércoles ante el pleno del Parlament en que el mandato de su Govern es el 1-O y la defensa de la República, por lo cual, después de reiterar su llamamiento al Estado al diálogo y a "tomar riesgos", ha advertido que no han venido a rendirse para poner en marcha la negociación. Torra ha comparecido ante la Cámara, por primera vez acompañado de su gobierno, para dar cuenta de la composición y estructura del ejecutivo.

"En ningún sitio del mundo donde ha habido conflicto se ha exigido la rendición para volver a dialogar. No hemos venido aquí a rendirnos no es este nuestro punto de partida para la negociación", ha subrayado.

Ha admitido que hace falta "valentía y tomar riesgos" para sacar adelante el diálogo; se ha comprometido a que su ejecutivo no tiene intención de "esconder la cabeza bajo el ala", y ha reprochado que el independentismo no ha abandonado nunca el "camino democrático y pacífico", cosa que el Estado no puede afirmar.

Pero ha insistido que "después del 1-O y toda la represión brutal, los ciudadanos de este país dieron una mayoría parlamentaria a los defensores de la República". "Hoy este es un gobierno que defiende la República. Esta sí tiene que ser una buena condición para el diálogo, el respeto del voto de la gente," ha asegurado.

Esta mañana, en la bancada del Govern no había ninguno de los lazos reivindicativos que en el último pleno provocó una escena de tensión con el portavoz de Ciutadans, Carlos Carrizosa. Con todo, los consellers han depositado en la mesilla de sus escaños una carpeta marrón con un lazo amarillo. Los grandes lazos reivindicativos que se han hecho habituales en el hemiciclo han vuelto a los escaños de JxCat y ERC.

Entre las críticas de autonomismo de la CUP y los reproches del resto de la oposición que le acusa de gobernar solo para "los de los lazos amarillos", el president ha hecho del compromiso del Govern con el 1-O el eje vertebrador de su discurso, desde el principio hasta la última línea, que ha cerrado asegurando que no hará "ningún paso atrás" para conseguir "el futuro en libertad que nos merecemos".

Torra ha comenzado la intervención dejando claro que su gabinete no es el que "legítimamente gobernaba el país". "Este es el gobierno que ha venido a hacer fuera de las instituciones el 155 y a trabajar por el mandato recibido el 21-D y el 1-O", ha asegurado.

El president ha denunciado "la arbitrariedad" del gobierno español al negarse a publicar el decreto de nombramiento de los consellers después de siete meses de intervención de la autonomía; ha reprochado que el gobierno de Carles Puigdemont se constituyó en dos días y el suyo ha necesitado 15; y ha asegurado que su gabinete se ha fijado como compromiso "mantener un diálogo fluido y regular con el anterior gobierno con visitas a las prisiones y al exilio", para no normalizar esta situación ni perder su experiencia.

Torra ha repasado uno a uno los departamentos que integran su gobierno y ha dedicado especial atención en las conselleries de Interior - "uno de las más afectadas y politizadas por el gobierno español, para la cual se intenta recuperar la normalidad"- y Ensenyament -"es y seguirá siendo la única autoridad educativa, es quizás el valor republicano más importante"-.

No descolgaré la pancarta del palau

En el turno de réplica, Torra ha invitado a la líder de CiutadansInés Arrimadas, a acompañarlo a Alcalá Meco a visitar a Carme Forcadell y a Dolors Bassa, para que pueda entender que el lazo amarillo significa "justicia y no escarmiento".

"No descolgaré la pancarta del palau de la Generalitat", ha replicado ante la reclamación en este sentido de la líder naranja. Según Torra, el lazo ya no es solo por los presos y exiliados sino por cantantes, represaliados y centenares de Ayuntamientos "que se han jugado la cara".

Borrell, pésima noticia

Al líder del PSCMiquel Iceta, le ha advertido que el nombramiento de Josep Borrell como ministro "no es una mala noticia, es una pésima noticia". "Comenzamos mal", ha advertido ironizando que la designación de Borrell le ha puesto de punta los pocos pelos que conserva.

"Necesito urgentemente hablar con Pedro Sánchez para saber qué nos encontraremos con el partido socialista", ha advertido.

A la CUP le ha asegurado que el suyo no es un gobierno autonomista. "No quiero las migajas, no quiero ni el pan entero, quiero el horno", ha asegurado.

Torra ha acabado su intervención en el debate sobre la estructura del Govern asegurando que es excepcional el momento político pero aconsejando: "que nadie tenga ninguna duda sobre la fortaleza de este Govern".