El president, Quim Torra, y el vicepresident, Pere Aragonès, han intentado acabar con la imagen de ruptura interna entre JxCat y ERC que transmitió el episodio de tensión vivido este jueves en el Parlament. Los dos máximos responsables del ejecutivo catalán han mantenido una reunión esta mañana en el saló Torres Garcia del palau de la Generalitat y han protagonizado una comparecencia conjunta en la galería gótica del palacio de la Generalitat. Torra ha insistido en que el Govern está unido y garantiza esta unidad "como mínimo hasta el día de la sentencia", en referencia a la causa del 1-O.

También Aragonès ha asegurado que la estabilidad del Govern no está en cuestión, que las sentencias tendrán un impacto y que en su momento se tomarán una decisión en el Parlament.

"Estamos a días de conocer el escrito de acusación de la fiscalía. Este juicio, esta farsa, contra el independentismo tendrá un momento aquí. El juicio marca esta legislatura de una manera clarísima", ha remachado Torra.

Los dos políticos han querido conjurar la imagen de división, incluso incorporando dentro del comunicado conjunto que han leído, el aviso de "fecha de caducidad" que ha impuesto Torra al gobierno de Pedro Sánchez. La reunión se acordó anoche, aunque este mediodía ya había previsto un encuentro de los dos políticos en la sede de Economía.

Aragonès ha sido el primero a intervenir en la comparecencia ante prensa para leer el comunicado conjunto donde ha admitido que los mecanismos de coordinación dentro del Govern son "mejorables" y que, por lo tanto, los socios del ejecutivo se conjuran por "reforzar el acuerdo estratégico de legislatura". "Las discrepancias, en política, son legítimas. También entre socios de gobierno que tiene unidad estratégica en el ejecutivo y dos voces en el Parlament. Es razonable que fuerzas diferentes tengan fórmulas diferentes para resolver las dificultades. Nos conjuramos a coordinarnos mejor antes de trasladarlas al pleno del Parlament", ha garantizado.

 

La declaración advierte que el bloqueo es muestra de las contradicciones que la situación actual genera y que el pleno se celebrará tan pronto como sea posible. "Tenemos un plan de gobierno pensado para gobernar para todo el mundo", ha continuado Aragonès, que ha recordado que el compromiso del gobierno es dar respuesta a las necesidades más inmediatas de la ciudadanía pero al mismo tiempo forzar "las condiciones para que el pueblo de Catalunya pueda decidir su futuro en libertad".

El texto recuerda que la discrepancia en el Parlament ha surgido a raíz de decisiones de la justicia española, y en particular del Supremo, por lo cual el acuerdo conjunto "tiene que ser más fuerte, más sólido, para poder resistir mejor embates que vendrán desde los tribunales españoles", ha admitido al tiempor que ha reclamado más concreción en los mecanismos de coordinación.

"Con todo, no podemos tampoco desvincular estas situaciones excepcionales del momento extraordinariamente complejo y grave que vive el país", ha continuado Torra en la lectura del comunicado donde se asegura que la persecución es más grande que nunca desde el franquismo y se recuerda que pronto hará un año de la existencia de presos y exiliados. El president ha asegurado que cada paso del Govern es observado con lupa por un Estado que, a pesar del cambio de gobierno, "no saca el pie al pedal de la represión".

Ha insistido en que el Parlament ha aprobado no aceptar la suspensión de los diputados presos y exiliados, y que preservar la soberanía del Parlament es esencial para seguir avanzando y por respeto a los ciudadanos.

Torra ha denunciado que el espíritu del 155 continúa y que la recuperación de las instituciones no quiere decir que se haya recuperado la democracia, dado que continúa la intervención financiera y la voluntad de judicializar la vida política y alterar la voluntad expresada en las urnas "a golpe de auto judicial".

"Pero nuestro compromiso de continuar adelante es firme. Es un momento de máxima responsabilidad de todo el mundo, de no dar ningún paso atrás, y seguir avanzando desde la tenacidad y la constancia para conseguir la República del 1-O", ha garantizado.

Por todo ello, ha admitido que es evidente que "hay que renovar el compromiso" del Govern con la sociedad catalana. "Hace falta que nos emplacemos a definir con más concreción la estrategia política que hay que seguir. Tenemos que hablar más entre nosotros y con el resto de miembros de la familia soberanista para trazar un horizonte y el camino que nos conduzca", ha admitido.

"Cuando hemos avanzado lo hemos hecho entre todos, este es nuestro compromiso", ha concluido.

El comunicado conjunto y la comparecencia del president y el vicepresident es consecuencia de la crisis que se vivió ayer en el Parlament, que quedó bloqueado en la última jornada del debate de política general, a raíz de las discrepancias entre JxSí y ERC sobre la delegación de voto en la Cámara de Carles Puigdemont y los diputados de su grupo encarcelados. Oriol Junquera y Raül Romeva han designado a un diputado para que asuma sus funciones, tal como fija la resolución aprobada por el pleno este martes. Pero JxCat ha querido mantener la delegación de voto, como ha hecho hasta ahora, porque considera que, a pesar del auto del juez dictando la suspensión temporal de los diputados encausados, el Parlamento no ha aceptado la suspensión.