El semanario británico The Economist ha situado la lengua catalana como uno de los beneficiados de la inteligencia artificial, por el desarrollo al que han llegado las traducciones y la interacción en diferentes idiomas. Según la revista, este es uno de los puntos fuertes de ChatGPT, que define como una "maravilla del multilingüismo". Ilustra el reportaje con una fotografía de un teléfono móvil, con las banderas catalana, británica, española, danesa y portuguesa.

The Economist explica que ChatGPT habla más de 50 idiomas y que lo hace bien tanto si tienen miles de millones de hablantes como si no, y que cuando le han pedido que escriba en catalán lo hace perfectamente. Para la inteligencia artificial no existen unos idiomas más importantes que otros, y eso es un cambio revolucionario que la publicación británica intuye. "ChatGPT es demasiado modesto para sus capacidades. Si se lo pides, proporciona una lista de 51 idiomas con los que puede trabajar, entre ellos el esperanto, el canarés de la India y el zulú. Afirma que no puede "hablar" en estos idiomas, sino que "genera texto" con ellos. Pero es una respuesta demasiado humilde. Si se le pregunta en catalán -un idioma que no está en la lista inicial- responde en este idioma con un alegre: "Sí, parlo català, en què et puc ajudar?". Le hacemos preguntas complementarias y no lo hacen tropezar lo más mínimo, incluida una sobre si se limita a traducir al catalán respuestas generadas primero en otro idioma. ChatGPT lo niega: "No traduzco de ningún otro idioma; busco en la base de datos las mejores palabras y frases para responder a tus preguntas", explica.

Según The Economist, el espectacular desarrollo de la inteligencia artificial supera dos de los problemas que tenían las lenguas no mundialmente difundidas, que eran el menor incentivo de las empresas para ofrecer productos, y la falta de datos para entrenarlos. A partir de ahora eso se abarata de forma exponencial y se simplifica técnicamente.

Google tenía previsto presentar su sistema de inteligencia artificial esta primavera, pero ChatGPT, también conocido como GPT-3, un modelo basado en la IA que permite generar lenguaje escrito, se avanzó. Gracias a un algoritmo, el usuario solo tiene que empezar a escribir un párrafo o frase y el mismo sistema se encarga de completar el resto de la manera más coherente posible y con el estilo que quiera. El gran potencial es una muestra de las posibilidades que existen para llegar a una inteligencia artificial general, capaz de aprender trabajos intelectuales como las personas. Es lo que se conoce como un modelo de lenguaje autorregresivo, es decir, "permite crear la siguiente mejor palabra que seguiría a un texto dado", explica César de Pablo, científico de datos del BBVA Fecha & Analytics. Y en eso ya se ha fijado Microsoft para conseguir este buscador revolucionario que, según los medios americanos, podría comprar por 10.000 millones de dólares.

El atractivo es la facilidad de la herramienta. El usuario, pues, solo tiene que preguntar o empezar a escribir un párrafo. Según De Pablo, "ChatGPT ha despertado mucho interés porque es uno de los primeros sistemas que muestran las posibilidades de una inteligencia artificial general, ya que completa con resultados sorprendentemente razonables trabajos que hasta ahora requerían un sistema construido especialmente para resolver esta tarea particular. Además, lo hace a partir de tan solo unos cuantos ejemplos".