El eurodiputado de ERC Josep Maria Terricabras está dispuesto a hacer "una huelga de hambre ante el Parlamento Europeo" si el Estado español impide el referéndum del 1-O o hace "alguna locura". "Hace falta una reacción contundente en defensa de las libertades", asegura Terricabras en una entrevista con el ACN.

"Estamos en una situación límite que tenemos que resolver pacíficamente, una huelga de hambre es pacífica", añade el eurodiputado, que confía en que la ciudadanía catalana "respondería dando la cara no solo por sus representantes, sino por sí misma" si el Gobierno español opta por "medidas extremas" para detener el referéndum o la aplicación de su resultado. El eurodiputado dice que no quiere hacer "el espectáculo" y que la movilización sería un "último recurso", pero que la plantearía si fuera "necesario".

"El Parlamento Europeo se ha llenado siempre la boca defendiendo la libertad de los pueblos", dice Terricabras. "Si el Parlamento Europeo no fuera capaz de defender estas libertades, ya no nos interesaría como Parlamento", alerta el eurodiputado republicano, que se muestra "convencido" de que "no sería lo único" que se movilizaría en Bruselas o Barcelona para defender el derecho de los catalanes a decidir su futuro.

Terricabras descarta que el Gobierno español aplique el artículo 155 de la Constitución "porque no tendría el apoyo" del PSOE, pero admite que "puede haber un intento más o menos militar de tomar urnas o impedir la votación". "Eso es delicadísimo, desde el punto de vista europeo", avisa Terricabras, que recuerda que "hoy todo el mundo tiene móvil y si hay 300 personas en torno a una urna y 3 o 4 ,ossos que la intentan coger, las fotos serán una auténtica delicia democrática".

Movilización ciudadana

Con todo, el eurodiputado de ERC cree que "el pueblo de Catalunya estaría dispuesto a salir a la calle y defender sus derechos". "Yo seguro", advierte Terricabras, que dice que a pesar de su edad (tiene 71 años), no tendrá "ningún problema" en acampar ante el Parlament de Catalunya, el europeo o en participar en cualquier otro tipo de movilización pacífica. "Si hace falta, haremos una huelga de hambre ante el Parlamento Europeo, confío en que no se tenga que llegar a tanto, pero ¡por qué no!", admite, a la vez que añade que se trataría de una "medida extrema". "No soy partidario de hacer cosas por el espectáculo. Solo cuando es necesario", puntualiza.

Para Terricabras, siempre que los catalanes utilicen "medios pacíficos", tendrán "todas las de ganar". El eurodiputado republicano lamenta que el Gobierno español haga un "uso muy indebido y forzado del poder judicial" para frenar el referéndum, una actitud que ya considera "violenta". "Pero si se llegara a ataques físicos, pienso que la ciudadanía de Catalunya respondería dando la cara", afirma.

Unilateralidad

Terricabras justifica que el Govern de la Generalitat organice el referéndum sin acuerdo con el Estado español, porque dice que no hay alternativa. "Preservar la libertad es también ir a favor de la unilateralidad", defiende al eurodiputado de ERC. "Hace años el divorcio tenía que ser de mutuo acuerdo. Si uno no quería, el otro no se podía divorciar nunca, pobrecito. ¿El del no tiene que ganar siempre?", destaca, y añade que la ley del divorcio se cambió porque "es evidente" que hay decisiones en las que "si esperas que otro que no lo ve nada bien te dé el acuerdo, no la podrás tomar nunca".

Terricabras dice que si el 1-O hay "un gran resultado electoral" con una buena participación, la independencia resultará "imparable". Según el republicano, después del referéndum el Parlamento Europeo podría hacer alguna "recomendación de entendimiento, de diálogo", pero sobre "cómo implementar el resultado, no para retroceder". "Si actúan será porque habrá habido un referéndum, no se podrá hacer ver que no lo ha habido", destaca.

Para Terricabras, si la UE no acepta un referéndum en Catalunya hecho "en positivo" y "pacíficamente", se tendrá que "plantear" el objetivo del proyecto. "Aceptar que los países se puedan declarar independientes después de una guerra y no aceptarlo después de una votación sería monstruoso y nos tendríamos que plantear qué quiere decir la UE", destaca. Según Terricabras, además, Bruselas querrá "garantizar la estabilidad en el sur de Europa" y sabe que Catalunya "siempre" ha sido proeuropea.