Silvia Paneque (Girona, 1972) aprovecha prácticamente cada pleno en el Parlament, donde es diputada por el PSC, o cualquier sesión de comisión de Acció Climàtica para interpelar al consejero del ramo, David Mascort, sobre la grave situación de sequía que sufre Catalunya y que ha provocado la entrada de buena parte del país en fase de emergencia en los últimos días. La socialista, que es al mismo tiempo la homóloga de Mascort como secretaria de Transició Ecològica en el Govern Alternatiu que creó Salvador Illa a principios de legislatura, pone el foco en una falta de planificación del Governen materia de infraestructuras que, según defiende en esta entrevista en ElNacional.cat ha agravado aún más la situación.

Entrevista Sílvia Paneque PSC / foto: Carlos Baglietto

Sílvia Paneque, cerca de los despachos del PSC en el Parlament / Foto: Carlos Baglietto.

Catalunya ya ha entrado en emergencia por sequía. ¿Por qué se ha llegado hasta aquí?
Estamos muy convencidos de que ha sido en gran parte por una falta de planificación del Govern. Nos dicen que hace cuarenta meses que estamos en sequía, efectivamente es así, no ha llovido, pero para nosotros también han sido 40 meses de esperar unas lluvias que no llegaban. Insisten mucho en que se está aplicando el plan especial de sequía, y efectivamente es así, pero el plan especial gestiona la demanda y, por lo tanto, lo que estás haciendo es estirar tanto como puedes las reservas que tienes. Desde nuestro punto de vista, en paralelo a la aplicación al plan tendrían que haber empezado las obras de infraestructuras que ahora nos podrían estar dotando de agua, sobre todo en el área metropolitana, donde se concentra buena parte de la ciudadanía del país y también el tejido económico que está muy afectado con esta entrada en emergencia.

¿Era inevitable esta entrada en emergencia o se podría haber retrasado?
Creemos que se habría podido retrasar por no decir evitado. Sabemos que hay infraestructuras que tienen unos años de ejecución y, por lo tanto, estamos hablando de infraestructuras a medio y largo plazo, por eso insistimos mucho en el aprovechamiento de la Acequia Condal en el área del Besòs, ya que generaría agua en el área metropolitana y porque tiene un periodo de ejecución relativamente corto, entre 12 y 14 meses. Si se hubiera iniciado la ejecución cuando tocaba esta infraestructura podría estar generando 20 hectómetros cúbicos. Ahora que se habla en términos de barcos, estos son el equivalente a 1.000 barcos al año. Si hubiéramos tenido este recurso a punto, como mínimo, habríamos podido retrasar la entrada en emergencia o suavizar las restricciones.

No parece que la sequía se tenga que revertir a corto o medio plazo. ¿Cómo tiene que prever la ciudadanía los meses que vienen?
Nosotros esperamos que llueva. Pero ciertamente no solo las previsiones meteorológicas nos apuntan que quizás no habría lluvias suficientes para compensar todos estos meses sin lluvia sino que hay informes internos del Departametn que ya apuntaban hace mucho tiempo que esto podía pasar. Tenemos un clima mediterráneo donde las sequías son cíclicas pero en este informe ya se apuntaba que estas cada vez son más seguidas y más largas. A la ciudadanía se le tiene que reconocer el grado de responsabilidad que contrasta con este Govern, que ha tenido tendencia a buscar también responsables fuera del mismo Ejecutivo: la ciudadanía, los ayuntamientos... Pero los ciudadanos tienen unos consumos medios por debajo de lo que nos marcan las restricciones. Lo que espero es que el Govern se ponga las pilas con las infraestructuras y que las que tenemos más a tocar, como la del Besòs, se empiecen a ejecutar ya. Pere Aragonès la anunció en abril del 2023 diciendo que estaría a punto en diciembre de aquel mismo año. Estamos en febrero y no es que no esté a punto, es que no se ha empezado.

En los últimos meses se han puesto sobre la mesa soluciones como las desalinizadoras, ahora los barcos con agua desde el País Valencià. Una opción que el Govern ha descartado es el trasvase del Ebro. ¿Cómo veis vosotros esta propuesta?
El Observatori Intercol·legial de l'Aigua nos hizo llegar hace meses su propuesta y nosotros valoramos que los colegios profesionales se pongan también en modo propositivo con posibles opciones técnicas sobre la mesa. Sin embargo, el Govern es quien gobierna y nosotros hemos trasladado siempre que acompañemos las decisiones que vayan destinadas a compensar y paliar los efectos negativos de las restricciones.

Junts también ha tenido responsabilidades de la gestión del ACA y entonces tampoco se hicieron las inversiones que hacían falta a pesar de estar planificadas

La última infraestructura que se hizo fue la desalinizadora del Prat. ¿Qué ha hecho que gobiernos de diferentes colores hayan parado este tipo de obras cuando ya se estaba alertando de los posibles efectos de la emergencia climática?
Todo es por falta de planificación. Somos muy críticos con la gestión de estos cuarenta meses de sequía que pensamos que han sido de esperar a las lluvias y que se han perdido a la hora de planificar la gestión del agua. Pero antes de este gobierno de ERC, Junts también ha gestionado responsabilidades desde la Agència Catalana de l'Aigua y entonces no se hicieron tampoco las inversiones que hacían falta a pesar de estar planificadas. Hay quien lo excusa diciendo que la ACA estaba demasiado endeudada, y eso es cierto durante unos años por el esfuerzo de inversión que se había hecho pero como mínimo desde el 2016-2017 esta situación está superada. Desde entonces tampoco se ha hecho ninguna infraestructura y si hemos podido alargar hasta ahora la entrada en emergencia es porque teníamos recursos como la desalinizadora del 2008.

¿No se extrajeron bastantes lecciones de la sequía del 2008?
La ciudadanía seguro que sí. Tomó mucha consideración porque en otras regiones tras una sequía repunta el consumo de agua y, en Catalunya nunca ha sido así y hay que felicitarse. Los sectores económicos también han ido haciendo los deberes, pero ahora hay industrias que se encuentran con que habían reducido la huella hídrica al máximo y ahora todavía tienen que recortarla un 25% más y eso tendrá efectos en su producción. Ahora, los diferentes gobiernos de la Generalitat no han hecho lo que tocaba. Alguna vez desde el Departament se ha señalado a los entes locales por las pérdidas en red, que se tienen que solucionar, pero nosotros creemos que se tiene que apuntar a la conselleria y la ACA por no haber hecho las inversiones que hacía falta.

Desde la sequía del 2008 los gobiernos de la Generalitat no han hecho lo que tocaba

Uno de los temores de la ciudadanía en este nuevo escenario es que se produzcan cortes de agua. ¿Es una posibilidad real?
Yo confío que no. Durante los últimos meses hemos ido aportando lo que creemos que se tenía que hacer y ahora hemos entrado en emergencia y entendemos que nos tenemos que poner al lado de las soluciones y ofrecer también mensajes de tranquilidad porque somos capaces de salir de esta emergencia. Ahora bien, no dejaremos de ser muy exigentes con el Govern a pesar de estar del lado de las soluciones.

¿Y bajadas en la presión del agua?
Eso es posible pero no en todos los municipios. Hay sitios donde la red está en unas condiciones que permiten hacer subidas y bajadas de presión. Pero en otros no es así y podría acabar resquebrajando las cañerías. En las ciudades con barrios con diferencias de altura o bloques con muchos pisos, disminuir la presión querría decir que los de arriba se quedan sin agua. La reducción es una posible medida de ahorro y si bien en emergencia cualquier litro cuenta, solo supondría un ahorro de un 1 o 2% de agua y, por lo tanto, no es una solución. Estas pasan por las infraestructuras que se tienen que hacer con criterio de emergencia, empezando por el Besòs y licitando las desaladoras.

Entrevista Sílvia Paneque PSC / foto: Carlos Baglietto
Sílvia Paneque es, también, la jefa de la oposición en el ayuntamiento de Girona / Foto: Carlos Baglietto.

Ante este escenario, ¿creéis que esta década será la de la sequía?
Estamos muy preocupados. Los expertos dicen que la década del 2030 es la climática, es decir, cuando las instituciones tengan que adaptar nuestro entorno a los efectos negativos del cambio climático. En el inicio de la legislatura, el president Aragonès dijo, utilizando sus palabras, que una de sus banderas sería la verde. Pero ahora que estamos ya en los últimos meses de su mandato, podemos constatar que Catalunya está totalmente atascada en este sentido e, incluso, hemos retrocedido: no tenemos la nueva ley de residuos, en el ámbito de transición energética hemos avanzado en autoconsumo pero tenemos la dependencia más alta de la energía nuclear que habíamos tenido nunca en Catalunya, y se ha demostrado que el país no estaba preparado en todo lo que hace referencia al ciclo del agua. No hay ningún avance y eso nos preocupa en términos ecológicos pero también por la pérdida de oportunidades económicas. Si no tenemos los elementos fundamentales para ser atractivos para la nueva industria verde, perdemos tejido económico.

Espero que no se tengan que articular, pero muchos sectores no tendrán más remedio que aplicar ERTE por la sequía

¿Medidas como los ERTE son inevitables en algunos sectores que sufren restricciones por sequía?
Nosotros ya hemos empezado a insistir para que se establezcan mecanismos de ERTE por si algún sector como el primario se ve asomado al menos a proteger los puestos de trabajo. Igual que pasó con la covid, salvando las distancias, este mecanismo salvó muchos puestos de trabajo y, por lo tanto, tejido económico. Ya nos hemos reunido con muchos sectores y todos ellos tienen una preocupación muy grande por este hecho. Espero que no se tengan que articular, pero muchos sectores no tendrán ningún remedio más que aplicarlos. Hacen falta mecanismos de compensación para que los sectores más afectados puedan sobrevivir mientras dure la fase de emergencia y poder recuperar la actividad económica rápidamente.

Uno de los otros sectores que ha protagonizado más titulares es el turístico, con una división entre los que creen que se tienen que flexibilizar las medidas por su peso económico y aquellos que reclaman endurecerlas al ser uno de los que más litros de agua consume. ¿En qué posición se sitúa el PSC?
Desde el principio de la crisis dijimos que no entraríamos en una guerra de confrontación de usos de agua. Catalunya puede sobresalir, de hecho, con el ciclo de agua con centros de investigación que están a primer nivel mundial. Eso quiere decir que tenemos la tecnología y el conocimiento para tener un ciclo desconectado de la pluviometría. Hay países donde llueve mucho menos que aquí y que tienen un ciclo del agua resiliente y que son capaces de soportar sequías larguísimas. Nuestro objetivo tendría que ser tener este ciclo del agua y no entrar en guerras de usos. Algunas de las afirmaciones que se están haciendo tienen más que ver con apriorismos políticos que con la realidad de los datos. Si hay un sector que está sufriendo las restricciones desde el primer momento, porque es uno de los que más litros de agua utiliza, es el primario. Es el más castigado por las restricciones y se les tiene que reconocer con compensatorias porque muchos campesinos ya hace prácticamente un año que no pueden tener una actividad normal. Somos partidarios de ayudar y de mantener el tejido económico, no de confrontar y señalar sectores concretos, más desde sectarismos políticos que no del lado de las soluciones.

Si alguien, en nombre del decrecimiento, celebra que haya estas moratorias en la actividad económica por la sequía está en las antípodas de lo que nosotros pensamos

¿Se refiere a las críticas que hacen los comunes o la CUP a un proyecto que el PSC defiende que es el Hard Rock? Estos partidos reclaman que se suspenda el proyecto por el consumo de agua que supondría.
Más allá del Hard Rock, la entrada en emergencia implica una moratoria de ampliaciones de actividades económicas y de nuevas actividades económicas. Si alguien, en nombre del decrecimiento, celebra que haya estas moratorias en la actividad económica está en las antípodas de lo que nosotros pensamos. A veces, efectivamente, la CUP habla de los empresarios como si todos fueran, en palabras suyas, lobbies del IBEX 35. Pero es que detrás de estas actividades económicas hay pequeños empresarios, talleres mecánicos, tiendas, peluqueros, un montón de gente que genera su propio sueldo y tejido económico. Por eso a mí me parece una aproximación muy equivocada. No se tiene que ir hacia el decrecimiento, se tiene que ir al mantenimiento de la actividad económica, a la prosperidad sostenible, un crecimiento sostenible, pero crecimiento. Si no, los señores de la CUP nos tendrían que explicar de qué piensan que vivirá la gente.

Hace poco menos de un año, parte de la discusión sobre la sequía estaba centrada sobre las sanciones en los ayuntamientos, que ustedes consideraban que estaban mal planteadas. Todavía hoy, después de meses con la problemática de la sequía sobre la mesa, hay municipios que superan los límites de consumo por habitante y día. ¿Cómo se tiene que hacer frente a este hecho?
Lo que se tendría que hacer no es endurecer las restricciones, sino las ayudas y la cooperación. Hace un año, el Govern nos criticó mucho por nuestra posición en la sequía, cuando les decíamos que sancionar daría euros a la administración pero no metros cúbicos. También lamentábamos que la mayoría de ayuntamientos que superan la dotación son municipios pequeños con presupuestos ajustados o muy diseminados y por lo tanto con muchos kilómetros de red. Se puede pensar que los ayuntamientos no quieren, pero el problema es que la mayoría no podían hacer las inversiones. Un año después, más de 700 municipios del país han pedido ayudas y eso demuestra el compromiso del mundo local para solucionar el problema. Y también nos da la razón a nosotros cuando decíamos que lo que se tenía que hacer es dar ayudas y colaborar con los ayuntamientos porque si los sancionas solo empeoras su situación económica.

Con este escenario, ¿la sequía tiene que estar en el centro de los presupuestos para el 2024 que se negocian con el Govern?
En los presupuestos actuales, ya introdujimos 700 millones de euros, por lo tanto, el gran grueso de infraestructuras no están pendientes de dinero, están pendientes de ejecución del Govern. En los de este año se tendrían que incluir todas las líneas de compensación y de ayuda y continuar con las subvenciones en los municipios en baja para aquellos que quieran asumir más obras. Las infraestructuras ya no son una cuestión económica o de dinero, sino de eficacia.

¿No ha sido eficiente el Govern?
Hemos estado cuarenta meses esperando que cayeran unas lluvias que, lamentablemente, no han llegado. El conseller David Mascort decía el otro día que empezamos a trabajar, a aplicar el plan especial de la sequía, en el 2022, cuando todavía nadie hablaba de sequía y eso no es verdad. La ACA en el 2019 ya había hecho un informe y el Meteocat otro en el 2021 alertando de la situación. Nosotros tenemos un documento del 2022 en el que ya recogíamos todas las inversiones necesarias.

Teresa Jordà me decía cuando era consellera: "Para que haya más restricciones no tendría que llover ni una gota en un año"

¿Cuáles han sido sus errores?
El primero, pensar que todo no podía llegar a pasar, pensar que era imposible tener tanta mala suerte y que no lloviera nada. Cuando Teresa Jordà era consellera y yo insistía en poner en marcha obras y le preguntaba si no preveía que se tuvieran que poner en marcha más restricciones me decía: "Hombre, señora Paneque, para que haya más restricciones no tendría que caer ni una gota en un año". Y ahora estamos en emergencia. Su error ha sido trabajar pensando en el mejor de los escenarios cuando en realidad, si gobernara, lo mejor que puedes hacer es trabajar pensando en lo peor porque si después no llega a pasar, ya está. Su otro error ha sido no querer poner fechas y no enviar un mensaje claro a la población. El president decía que entraríamos en emergencia el 1 de febrero, después dijeron que no, y al final se entró en esa  semana. Los mensajes a la ciudadanía, en un momento de tanta gravedad, han sido demasiado poco claros cuando hacen falta que sean contundentes y sencillos.

Entrevista Sílvia Paneque PSC / foto: Carlos Baglietto
Paneque se estrenó como diputada en el Parlament esta legislatura / Foto: Carlos Baglietto.

Desde el Govern remarcan que es demasiado pronto para poner fecha a la entrada en la fase 2 de la emergencia. ¿Los expertos de la mesa del agua del Govern Alternatiu del PSC tienen cálculos en este sentido?
No tenemos previsiones de fechas exactas porque se ha siguiendo el estado de los embalses y viendo si estas lluvias que se anuncian realmente acaban llegando o no y qué impacto tienen en los embalses. La mesa de expertos la tenemos muy centrada en buscar soluciones pero si que podemos decir que con las previsiones que tenemos a tres meses vista no son demasiado optimistas. Es decir, pueden caer lluvias, pero no lo suficiente para revertir la situación. Por eso insistimos en que el Govern tiene que acelerar las obras. Ellos siempre dicen que las desaladoras estarán a punto para la próxima sequía. Esperamos que sí, pero también puede ser que no.

Desde Junts per Catalunya reclaman una nueva cumbre del agua casi un año después de la última. ¿Desde el PSC le dais apoyo?
En un momento de gravedad y que, además, puede ir a peor, es inaudito que el Govern no se haya reunido con los presidentes y portavoces de los grupos para informarlos de las decisiones. Es cierto que el conseller a los diputados que estamos en la Comissió d'Acció Climàtica nos va dando cuenta de las decisiones, eso sí, una vez tomadas. Quizás estaría bien reunirnos antes y escuchar nuestras aportaciones.

Si Sabrià centra sus esfuerzos en mejorar la comunicación con el sector empresarial y con los ayuntamientos, haría un favor a Catalunya y a su propio Govern

Hace poco hubo una remodelación del Govern. ¿Cree que se le tendría que haber dado más peso al conseller Mascort, teniendo en cuenta la situación de sequía?
Hace tiempo que reclamamos que desde Presidència exista un organismo de vigilancia, como un comisionado, de los sectores más estratégicos como la energía. Esta es nuestra apuesta. Pero si han nombrado a un viceconseller de Comunicació i Estratègia, estaría bien que este, en lugar de dedicarse a hacer ciertas proclamas más propagandísticas que otra cosa, mejorara la comunicación con la ciudadanía y con sectores económicos sobre las restricciones y qué hacer en esta fase de emergencia para resolver la confusión que hay. No soy demasiado de dar consejos, pero me atrevería a decirle al señor Sabrià que si centra sus esfuerzos en mejorar la comunicación con el sector empresarial y con los ayuntamientos, haría un favor a Catalunya y a su propio Govern.

¿Cree que la evolución y la gestión de la sequía, ahora que falta más o menos un año de legislatura, puede condicionar el futuro del Govern?
No es una cosa que nos planteamos, estamos muy centrados en intentar ayudar, reunirnos con los máximos sectores posibles, escuchar los problemas que tienen y trasladarlos al Govern.