Ni indultos, ni sedición, ni procés independentista. La intervención que este domingo ha protagonizado Pedro Sánchez en Barcelona se ha concentrado, como toda su campaña estos últimos días de la carrera electoral, en hacer un llamamiento a la movilización y concentración del voto para frenar a un Alberto Núñez Feijoo envalentonado por las encuestas. El candidato socialista ha admitido que al día siguiente de las elecciones gobernará con el partido de Yolanda Díaz, y ha apelado directamente al voto de las mujeres, de los jóvenes y de los colectivo LGTBI. Por lo que respecta a Catalunya, a penas ha hecho algunas referencias al papel del PSC como aglutinador de los catalanes, además de felicitarse por el éxito de su ejecutivo para acabar con la "discordia, la confrontación y el lio" que había en el 2017. Y eso a pesar de que el mitin central de la campaña del PSC se ha convocado en el mismo lugar donde hoy hace 45 años se celebró el congreso de unidad socialista.

Ha sido precisamente al recordar esta coincidencia en el calendario, cuando Sánchez ha hecho una de las referencias al procés, para asegurar que cuando llegó a la secretaría general del PSOE, al hablar con líderes independentistas era "palmario" que el objetivo era romper el partido socialista. "Querían dividir y fracturar internamente Catalunya y sabían perfectamente quién era el adversario, la pega, del conjunto de la sociedad de Catalunya," ha asegurado además de recordar que en el 2019 ganaron dos veces las elecciones generales "con Catalunya ardiendo". En este punto ha evocado a dirigentes que garantizaron el papel del PSC como Carme Chacon, que murió en el 2017, el ministro Miquel Iceta, que hoy no estaba al acto de Barcelona porque ha tenido que viajar en Wimbledon por asistir a la final de tenis de Carlos Alcaraz -de hecho, Iceta ha estado ausente en la campaña de Meritxell Batet a pesar de figurar como número dos de la candidatura-, o el primer secretario del PSC, Salvador Illa, que sí ha intervenido.

Feijóo o el pan con tomate

El discurso de Sánchez se ha centrado en insistir en que solo la papeleta del PSOE garantiza batir a PP-Vox, incluso recogiendo el discurso más nacionalista de la derecha que plantea el dilema "O Sánchez o España". ¿"Qué pensaríais de quien dijera o Feijóo o la paz universal, o Feijóo o el pa amb tomàquet? ¿Qué significa, que no somos España? ¿Qué harán con nosotros? Eso va de un gobierno presidido por Pedro Sánchez o un gobierno de Feijóo con Abascal", ha advertido.

Sánchez ha reivindicado los pactos que ha tenido que protagonizar en el Congreso y ha repetido una vez y otra que ha buscado los votos "bajo las piedras" para sacar adelante sus propuestas. Igualmente ha asegurado abiertamente, a pesar de llamar a la concentración del voto, que al día siguiente de las elecciones gobernará con Yolanda Díaz, líder de Sumar.

El PSC ha sido madrugador y ha convocado su acto central de campaña a las 11 de la mañana. Según los datos facilitados por el partido, unas 3.000 personas llenaban el auditorio del Palau de Congresos donde se ha celebrado el acto. El mitin, que de nuevo ha vuelto a aparcar el Mí querida España de Cecília y se ha puesto en marcha a ritmo de People have the power de Patti Smith, lo ha abierto el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que ha cerrado su intervención con un "Viva España, viva Catalunya y Viva Barcelona". Cuando ha llegado el turno de Pedro Sánchez, ha sido el Simply the best, de Tina Turner, un clásico de las campañas socialistas, la música de fondo. Desde el público se ha escuchado alguno "guapo!."

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Salvador Illa con Pedro Sánchez al acto de Barcelona / Foto: Miquel gonzalez

"Buenos días Catalunya, buenos días Barcelona, buenos días España", ha arrancado también Illa su intervención, cuando ha sido recibido a gritos de "presidente" por el público y, en un tono mucho más mitinero que el que ha exhibido el resto de la campaña, se ha dirigido directamente a Sánchez para asegurar: "Catalunya te quiere, Barcelona te quiere, España te necesita". Illa, que ha recordado que en este mismo espacio se celebró el congreso de la unidad de los socialistas catalanes hace más de 40 años, ha desplegado de nuevo los argumentos de denuncia contra la falta de credibilidad y de respeto de la campaña popular. "Feijóo va de moderado, porque habla bajito, y se piensa que somos tontos. El problema es el PP y el problema es Feijóo", ha reprochado, señalando "la tripleta de la vergüenza", en referencia a los gobiernos de Extremadura, Valencia y las Islas, donde ha pactado con Vox. Por el contrario, ha asegurado que la convivencia se ha visto reforzada a Catalunya y España. "Catalunya tiene que hablar con una voz nítida, explícita, contundente, incontestable. La fuerza constructiva, amable, tranquila de Catalunya hablará este domingo", ha remachado.

"Solo hay dos personas que puedan ser presidentas del gobierno, Feijóo y Pedro Sánchez", ha advertido a la cabeza de lista, Meritxell Batet, levantando protestas del público contra el candidato popular. Batet ha insistido en denunciar la deshumanización del adversario y el insulto, que han utilizado los populares para desgastar a Pedro Sánchez, pero también ha insistido en que los catalanes se juegan a estas elecciones "la convivencia". Batet ha reiterado uno de los hits de su campaña, esta vez, sin embargo, mirando a la cara de Sánchez: "Te lo has jugado porque nosotros recuperamos nuestra convivencia. Te lo has jugado por Catalunya, por la convivencia, y por España". Igualmente ha insistido de nuevo en que el próximo domingo habrá muchas papeletas sobre la mesa, pero solo una garantiza que el presidente del gobierno continúe siendo Pedro Sánchez, la papeleta socialista. "Por eso, el 23 de julio, compañeros, todo al rojo". ¡"Guapa!", se ha oido desde el público, y Batet ha respuesta con uno "gracias!.