La ley de amnistía ha provocado una auténtica batalla campal este miércoles en el Parlamento Europeo, justo al día siguiente que se debatiera la tramitación de la ley en el Congreso de los diputados. La razón ha sido la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para hacer balance del semestre de presidencia española. Después de recibir una auténtica lluvia de reproches desde las filas de PP, Cs y Vox, y no solo por parte de los eurodiputados españoles, Sánchez ha replicado con una defensa de la democracia española y de la amnistía, como una salida para normalizar la situación en Catalunya, y con un llamamiento directo al president en el exilio, Carles Puigdemont, que seguía el debate desde el fondo del hemiciclo. "Hoy la situación en Catalunya es infinitamente mejor y la seguiremos mejorando. Al señor Puigdemont quiero decirle que está en nuestras manos conseguirlo", le ha emplazado.

Sánchez no se ha referido a este tema durante su primera intervención ante el pleno, pero sí en el turno de réplica después de recibir el chubasco de los conservadores y la ultraderecha. Ha advertido que España es una de las democracias más consolidadas, "joven, imperfecta, pero superior en calidad, según todos los estudios empíricos". "Y si no ocupan una situación mejor es por un caso claro de lawfare, viendo cómo el PP está bloqueando la renovación del CGPJ", ha reprochado.

 

 

Sánchez ha emplazado el PP a romper su "idilio" con la ultraderecha; ha alertado que la presencia de la ultraderecha se ha duplicado los últimos años en Europa y que se ha convertido en la primera opción conservadora en uno de cada tres estados miembros de la UE. "Esta es la verdadera amenaza", ha advertido, mientras se escuchaban protestas y risas sarcásticas entre los eurodiputados.

Catalunya, 2017

El presidente español ha recordado que en el 2017 se produjeron situaciones de discordia y enfrentamiento en Catalunya. "Nadie puede estar orgulloso de aquella época", ha advertido. Ha recordado que el comisario de Justicia Didier Reynders, crítico con la manistía, reclamó entonces que se reanudara el diálogo, y que el diputado portugués Paulo Rangel, que hoy ha cargado contra Sánchez, advirtió que había sido "un grave error avanzar con la persecución judicial y la prisión a los responsables políticos". Sánchez ha asegurado que su gobierno ha intentado rehacer el fracaso del PP en este tema, que los indultos han normalizado la situación y que la amnistía lo apuntalará.

"Hoy la situación en Catalunya es infinitamente mejor y la seguiremos mejorando. Al señor Puigdemont quiero decirle que está en nuestras manos conseguirlo. Que tenemos que hacerlo por las vías de la política, la negociación y la Constitución y la ley de amnistía es un paso importante", ha asegurado, además de insistir en que es una ley constitucional, que cuenta con un amplio apoyo. Igualmente, ha garantizado que seguirán promoviendo el uso del catalán, el gallego y el euskera, después de que en su intervención, Puigdemont había mostrado la preocupación en relación a la no aprobación de la tramitación de la reforma del reglamento lingüístico.

"En definitiva no es la apuesta por el reencuentro lo que amenaza la democracia, en absoluto. La verdadera amenaza en España y en Europa es el avance de la ultraderecha y también la irresponsabilidad de las derechas tradicionales que les están abriendo las puertas a los gobiernos de coalición y están haciendo suyas muchas de las ideas ultras", ha insistido entre protestas en los escaños conservadores.

Alemania y el Tercer Reich

El presidente del grupo popular Manfred Weber, que ha abierto las intervenciones de los grupos parlamentarios, ha sido el primero en hablar sobre la amnistía en este debate. De hecho, ha sido una de los pocos eurodiputados a quien Sánchez ha contestado directamente en el turno de réplica y le ha advertido que conozca antes España y no se limite a repetir las proclamas del PP. "¿Usted sabe quién son los aliados del PP en España? Qué representa Vox? Cómo define la UE?", le ha interrogado, haciendo una recopilación de las declaraciones de los líderes de Vox, mientras se oían los gritos en el hemiciclo. Entre otros reproches ha advertido que Vox quiere recuperar en calles de ciudades españolas nombres de personas vinculadas al franquismo. "¿Este sería también su plan para Alemania, devolver a las calles y plazas de Berlin los nombres de los líderes del Tercer Reich?", ha pedido al eurodiputado alemán entre gritos y silbidos de los escaños de la derecha y ultraderecha. El responsable del PP Europeo ha querido responder apelando a una cuestión de orden, pero lo ha hecho mientras Sánchez abandonaba ya el hemiciclo.

Weber había reprochado a Sánchez que hasta las elecciones hubiera negado que estuviera dispuesto a impulsar la amnistía y después la haya aprobado. "Europa está preocupada, la comisión esta haciendo preguntas muy importantes", ha advertido el eurodiputado alemán, que ha reprochado también a Sánchez que hubiera prometido a Carles Puigdemont comisiones de investigación sobre la judicialización del procés y le ha echado en cara que "ayer en el Parlamento Español el grupo de Puigdemont puso al punto de mira sobre jueces concretos". El eurodiputado popular ha advertido que si se saca adelante esta comisión sobre la respuesta de la justicia al procés hará falta una comisión de investigación en el Parlamento Europeo para estudiar muy de cerca lo que está pasando en España".

Acto seguido ha intervenido la presidenta del grupo socialista, Iratxe García, que ha expresado su apoyo a Sánchez ante una "derecha y extrema derecha que solo entienden la patria desde el insulto". "De lecciones del estado de derecho, ni una, menos cuando su partido lleva cinco años bloqueando el poder judicial", ha reprochado García a Weber.

Después de los responsables de los grupos ha llegado el turno de los diputados que han pedido la palabra. El primero, Jorge Buixadé de Vox, que ha acusado a Sánchez de protagonizar un "golpe contra la democracia", aprobando una ley para beneficiar a un grupo de personas que actuaron contra la nación y que ha provocado la respuesta sin excepción de todos los jueces. "Es un retroceso de siglos", ha remachado, además de responsabilizado a Sánchez del mayor acto de corrupción" de la política española, "fraguado en un sórdido hotel de Bruselas por una banda de saqueadores". 

 

 

La popular Dolors Montserrat ha advertido a Sánchez que "España dice no a una amnistía, a un golpe a la democracia y a gravísimos delitos de corrupción, que crea españoles de primera y de segunda". "De España no se ríe nadie, porque somos una gran nación", ha advertido además de tildar a Sánchez de político sin principios ni palabra que "arrasa con todo por seguir gobernando". "La amnistía de Sánchez es vender la dignidad de España por siete votos para gobernar", ha reprochado.

 

El portavoz de Cs, Adrián Vázquez, ha redundado en los reproches a la política de Sánchez con uno: "A usted que tanto le preocupa la historia, sepa que la suya, si no la rectifica, no acabará bien".

El portugués del grupo popular Paulo Rangel ha denunciado que en España ha empezado una persecución que ha comparado con la de las brujas de Salem y ha acabado su intervención asegurando: "Yo no creo en las brujas, pero haber-las hay.

Desde Ciudadanos Jordi Cañas ha comparado a Sánchez con Dorian Grey ha insistido en las acusaciones contra él por haber convocado elecciones y negociado "con delincuentes", pero sobre todo por haber roto los principios europeos por siete votos. Mientras que el popular Javier Zarzalejos ha hablado de anomalía europea y vergüenza nacional para denunciar que "actos de terrorismo, sí actos de terrorismo, quedarán impunes".

La eurodiputada de ERC Diana Riba ha sido la más original y ha hecho salir en el pleno al rey de España, Felipe VI, y su sonrisa al lado del presidente argentino a Javier Milei, "más feliz que durante su investidura de Sánchez".