El PSOE recupera el discurso de clase y, ante la alianza Podemos-IU, se erige como el único representante legítimo de las clases populares. Así se ha puesto en evidencia esta noche en un acto de pequeño formato en el convent dels Àngels de Barcelona. 

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha arrancado la campaña de la campaña en la capital catalana, en el primer acto oficial de la número 1 del PSC en las listas por Barcelona, Meritxell Batet. Un mitin de poco más de media hora que ha arrancado con una declaración de amor de Sánchez a Batet y un guiño al “precursor de las tan reivindicadas políticas sociales en Catalunya, José Montilla.”

La voz del pueblo

Pedro Sánchez ha colocado en el punto de mira Podemos y ha afirmado que los socialistas no engañan a nadie y no generan falsas expectativas. “El 20-D entendí que la nueva política es la capacidad de llegar a acuerdos con lo que es diferente”.

En este sentido, ha asegurado que la única garantía para arañar el gobierno al PP es votar socialista: "contra más fuerte esté el PSOE, más oportunidad de cambio habrá".

Sánchez ha dicho que el PP necesita "estar en la oposición para renovarse y superar la corrupción" y que "Ciudadanos es la derecha renovada con quien sí se puede negociar". El socialista, sin embargo, ha advertido en referencia a Podemos que "nuestra frontera es la izquierda radical".

Complicidad Sánchez-Batet

El líder socialista ha alabado la “mirada serena y catalana” de Meritxell Batet y la ha descrito como una “mujer hecha a sí misma”. Un guante que ha recogido Batet para describir a los socialistas como los representantes legítimos de la clase trabajadora y como un partido integrado por “gente hecha a sí misma”.

En clara alusión a Podemos, Batet ha afirmado que “el pueblo está en el Parlamento desde que el PSOE está en el Parlamento, y de eso hace muchos años”.

Reforma constitucional con mirada catalana

Batet ha apuntado que su proyecto político descansa sobre tres grandes ejes: la lucha contra la crisis y la precariedad laboral, recuperar el discurso de la Europa republicana e impulsar una reforma federal de la Constitución para "reconectar las nuevas generaciones”.

La socialista catalana ha afirmado que la decisión de encabezar la lista del PSC en Barcelona la ha tomado porque cree que “es el mejor lugar para representar al catalanismo”.

La vieja guardia

El acto, bautizado con el título “El reto es el cambio en Catalunya y España”, ha contado con la presencia de los pesos pesados del partido como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y Núria Marín, Núria Parlón, José Montilla, Fèlix Ballesteros o Àngel Ros que se han mezclado entre un centenar de militantes y simpatizantes.  

Uno de los momentos más aplaudidos ha sido cuando Sánchez ha reivindicado la herencia del pensamiento de Ernest Lluch y Solé Tura y la acción política de José Luís Rodríguez Zapatero y Felipe González. Con este legado, Sánchez ha insistido en la solidez del proyecto socialista ante los cantos de sirena de la “nueva política”.

El gobierno del cambio

Pedro Sánchez volverá este domingo a Barcelona para presentar el “gobierno del cambio”. Un equipo de 18 personas, expertos de diferentes ámbitos, que podrían integrarse en un futuro gobierno socialista. En la anterior campaña electoral, Sánchez ya contó con un equipo de sabios pero, en esta ocasión, los coordinadores de la campaña quieren que este colectivo tenga más peso y más proyección pública.

Borrell-Batet-Gabilondo

La misma Meritxell Batet se apuntaría como vicepresidenta del Gobierno y Josep Borrell, Ángel Gabilondo y Jordi Sevilla son algunos de los nombres que se suman al gabinete de crisis y que podrían consolidarse como ministros después del 26-J. Algunas fuentes apuntan que este gobierno a la sombra también cuenta con un 45% de independientes y que será paritario e intergeneracional.

Margarita Robles, número 2 por Madrid

El PSOE también ha confirmado esta mañana que, finalmente, será la jueza Margarita Robles quien sustituirá a Meritxell Batet como número 2 por Madrid. Robles es magistrada del Tribunal Supremo y había sido secretaria de Estado de Interior del gobierno socialista de Felipe González entre el 1994 y 1996.

El anuncio ha sido el inicio de una jornada de impacto que ha arrancado con la confirmación de Robles y que ha acabado en la capital catalana con una paradoja: escenificar que, durante esta campaña, el PSOE quiere dar un peso relevante a Catalunya pero pasando de puntillas sobre “la cuestión catalana”.