"Estamos en condiciones de ganar las elecciones, os pido unidad y confianza en vuestro secretario general". El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha entrado en campaña este sábado, desde el comité federal socialista, pidiendo un gesto de apoyo a los barones de su partido. Las aguas están intranquilas en Ferraz, como consecuencia de los últimos movimientos en las listas, y Sánchez sabe que su liderazgo es cuestionado por algunos por haber fracasado en la formación de Gobierno.

El motivo de la reunión en el comité era aprobar la modificación del reglamento del partido, para acortar el proceso de primarias con que elegir cabeza de cartel para los comicios del 26-J. Sánchez ha anunciado su candidatura esperada, a pesar de que no cuenta con rivales después de que la presidenta andaluza, Susana Díaz, decidiera no presentarse. Pero el socialista no ha escatimado al reivindicar la confianza de los líderes territoriales. "Trabajé con todas mis fuerzas para conseguir el único cambio posible", se ha justificado.

El discurso de precampaña empieza a ser evidente. "El PSOE saldrá a ganar las elecciones contra el Partido Popular", ha recordado, como principal objetivo que ha movido a lo largo de la investidura sus esfuerzos. "No aspiro a asaltar el cielo, sino a sacar a los españoles del infierno de la desigualdad", se ha sincerado en un discurso inicial, de carácter solemne, que ha durado alrededor de 15 minutos. Como culpables del fracaso de la legislatura, Sánchez sitúa a Podemos -en concreto, a Pablo Iglesias- al par que al Partido Popular.

"El cambio pudo ser y no fue. Las elecciones serán del mensaje: o el cambio, o el inmovilismo de Mariano Rajoy", ha indicado. Los reproches al PP no sólo se remontan al "inmovilismo" en la investidura, sino también a las políticas del pasado. "Un partido que ha mentido sobre el estado de las cuentas públicas en Europa, y quiere que las comunidades paguen por sus mentiras", le ha reprochado a su rival. "Somos el segundo país de la Unión Europea en desigualdad", ha añadido.

También ha habido palabras para el secretario general de Podemos. "Rajoy tuvo un aliado inesperado: el señor Iglesias. Nunca aceptó y nunca quiso un presidente socialista", ha afirmado ante los suyos. El de Ferraz se siente libre de toda culpa por la repetición de las elecciones: "No he querido ser presidente a cualquier precio, por eso no tuve apoyo de Podemos, y de las fuerzas que quieren romper España". Más duro se ha mostrado, haciendo una crítica velada a aquellos que ven en Arnaldo Otegi a "un hombre de paz".

"Farsa, teatro"

Ha llegado tarde al comité federal, pero como siempre, su presencia ha causado expectación. La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha criticado "la farsa y el postureo" de los últimos cuatro meses en los que, a su juicio, "la inmensa mayoría de los protagonistas eran el teatro". Díaz parece dispuesta a esconder las armas públicamente, por ahora, y ha asegurado que prestaría toda la ayuda y apoyo a Sánchez para "ganar" las elecciones del 26 de junio.

Chacón, Batet, Lozano

Los retos inmediatos al PSOE pasan ahora por recomponer las listas de cara a la cita electoral. Este sábado la ejecutiva quería ratificar las aprobadas en octubre de 2015 para los nuevos comicios, en un momento que la lista madrileña ha perdido a su anterior número dos, Meritxell Batet, como consecuencia de la renuncia de Carme Chacón a la candidatura del PSC.

Batet es del núcleo más próximo de Sánchez, y había sido colocada en esta posición por su líder, como una apuesta de promoción para los comicios del 20-D. La confianza que los une ha empujado a la catalana a postularse para liderar la lista del PSC, sin poner en riesgo la formación del primer secretario Miquel Iceta, con una cara menos conocida. Pero en menos de 24 horas también ha sido baja Irene Lozano, un fichaje de Sánchez el 20-D proveniente de UPyD, que ha dejado el PSOE sin las diputadas 2 y 4 de la anterior lista. Las candidaturas del PSOE son cremallera, es decir, que se intercalan hombres y mujeres, y los lugares vacíos deberán ser ocupados por figuras femeninas.

Eduardo Madina, al 7

Sánchez ha decidido desafiar Susana Díaz y mantener al diputado Eduardo Madina de número 7 por la lista madrileña. El lugar no le fue suficiente a Madina para entrar en el Congreso en las pasadas elecciones, lo que causó cierto desconcierto entre las bases del partido. "Estoy convencido de que los compañeros que no consiguieron entrar en las últimas elecciones, ahora lo harán", se mostró optimista en unas declaraciones radiofónicas.

Susana Díaz insinuó en una radio este viernes que "no se podía prescindir de Madina", ya que dentro de las filas socialistas no habría tantos activos "con un elevado conocimiento profundo interno y externo" del PSOE. A su juicio, debería ir de número 5. El resto de barones han elogiado su labor a la llegada del comité, si bien no parecen dispuestos a enfrentarse al líder para remontarlo en las listas.