El pleno del Ayuntamiento de Salou aprobó ayer una moción conjunta de Sumem per Salou-Junts, PSC, Ciutadans y PP por la cual vetará las manifestaciones de cariz político en zonas turísticas y modificó el itinerario bajo la premisa de garantizar "el respeto, la convivencia ciudadana en el espacio público y la paz social".

La medida llega a raíz de la celebración de la segunda edición del 'Passeig per la República' organizado por entidades independentistas en el paseo de Jaume I el 18 de agosto cuando un grupo de españolistas intentó boicotear la marcha. ERC ha sido el único grupo municipal que ha votado en contra porque lo ve "un grave ataque a las libertades y derechos civiles".

La moción insta los grupos políticos del Congreso de los Diputados para que inicien los trámites correspondientes con el fin de modificar la Ley Orgánica 9/1983 en lo referente al derecho de reunión y manifestación en espacios públicos. Los impulsores pretenden que "con los correspondientes informes técnicos municipales de carácter preceptivo y vinculante, los ayuntamientos, en última instancia, puedan modificar el itinerario y sitio donde poder ejercer el derecho a manifestación".

Los grupos políticos que impulsan la moción afirman que quieren garantizar el derecho de manifestación y que, al mismo tiempo, queden salvaguardadas las actividades propias del municipio, evitando, de esta forma, posibles incidencias, "garantizando el respeto, la convivencia ciudadana en el espacio público y la paz social".

El 23 de agosto de 2018 la Junta de Portavoces ya acordó no autorizar ningún acto político o reivindicativo en varios lugares de Salou, "con el objetivo de proteger sus intereses generales, facilitando, sin embargo, itinerarios alternativos para dar cumplimiento al derecho de manifestación". Además, todos los partidos políticos de Salou optaron por no hacer un uso político de los espacios turísticos desde ya hace más de dos campañas electorales municipales.

La moción justifica que en un municipio que acoge visitantes de una gran diversidad de condiciones y sensibilidades, y que buscan un destino tranquila, la existencia de acciones reivindicativas o de protesta en la calle "de colectivos concretos que quieren dar la máxima resonancia a su causa" podría generar "malestar, preocupación e inquietud al visitante". El texto insiste en que, además, también podría perjudicar indirectamente la actividad económica de la zona afectada y, en último término, la imagen del destino.

ERC alerta de la "involución democrática" del consistorio

Por su parte, el grupo municipal de ERC ha alertado de que la moción es "una señal alarmante de la involución democrática que está sufriendo el Ayuntamiento como institución" porque "propone limitar el derecho de reunión y manifestación y otorga la potestad necesaria a la figura del alcalde/esa para que decida, en última instancia, si la manifestación es autorizada o no lo es".

En un comunicado, los republicanos han recordado que la moción es una respuesta al 'Passeig per la República' que se dio de forma "totalmente cívica y pacífica" el 18 de agosto, ya que el equipo de gobierno "quiere evitar por todas las vías posibles que manifestaciones de este tipo vuelvan a producir en la localidad". Entonces, medio millar de independentistas y unos 150 unionistas se manifestaron, en medio de un fuerte despliegue policial, sin incidentes.

Además, desde de ERC han insistido que la voluntad de la moción es que sean los alcaldes las personas con las máximas competencias para decidir las cuales se puede expresar en espacio público, "al igual que sucedía en épocas del régimen franquista". Al mismo tiempo, los republicanos lamentan que el partido del alcalde, Pere Granados, que se presentó a las municipales bajo el paraguas de Junts per Catalunya, "comparta este punto de vista de absoluta represión y vulneración de los derechos fundamental con los partidos del 155".