Esquerra Republicana eleva el tono contra Pedro Sánchez. La tensa sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados ha arrancado con el cara a cara entre el presidente español y Alberto Núñez Feijóo y ha servido para que Gabriel Rufián subiera la presión en dirección a la Moncloa. “La izquierda no puede robar, no podemos robar. Esta gente [el PP], sí. Nosotros no podemos robar. No nos hagan escoger entre corruptos cutres y corruptos premium. Les diremos que la gente decida y no nos responsabilicen de lo que tenga que pasar con este gobierno y este país porque la culpa será exclusivamente del PSOE”, ha verbalizado el portavoz de ERC en el Congreso. Amenazaba así a retirar en un futuro el apoyo parlamentario de los republicanos al Gobierno. Poco después, Rufián ha abandonado el hemiciclo para ir a la Moncloa a reunirse con Sánchez en la ronda de contactos que está haciendo el presidente español con los socios parlamentarios. En la salida del pleno, Rufián ha verbalizado ciertas dudas sobre la asistencia al encuentro, pero finalmente ha confirmado que asistirá. En su réplica, Pedro Sánchez le ha pedido que no “haga de la anécdota una categoría” y ha reconocido la necesidad de “recuperar la confianza perdida por parte de los ciudadanos”. “Nos eligieron para muchas cosas, en una no he dado la talla”, ha confesado.
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Durante su intervención, Gabriel Rufián ha puesto tres exigencias encima de la mesa para creerse que el presidente español “no supo lo que eran y hacían dos tipos que lo siguieron y estuvieron durante meses en un coche para recuperar la secretaría general del PSOE”, en alusión a José Luis Ábalos y Santo Cerdán. “Jure y perjure que no estamos ante la Gürtel del PSOE, que no veremos nunca en un papel P. Sánchez”, le ha reclamado. “Vaya contra las corruptelas, contra las constructoras, con inhabilitaciones de por vida para quien corrompa y multas millonarias. Y que nunca más esta gente se siente en un escaño, eliminemos los aforamientos”, ha añadido. “¿Están enfadados y decepcionados? Imagínense la gente que los votó el 23J por primera vez”, ha remachado. A la salida del pleno, en el pasillo y delante de los periodistas, el diputado republicano ha sostenido que a Sánchez “le falta gente normal alrededor”, ha lamentado que no haya “respondido nada” y ha subrayado que es un “mal negocio encapsularse en un palacio”.
“No voy a aceptar que usted haga de la anécdota una categoría”
La respuesta de Pedro Sánchez ha sido reveladora. El presidente español ha reconocido que el escándalo sobre Santos Cerdán ha sido un “golpe doloroso en lo político y en lo personal” y ha reiterado, como dijo ayer, que el informe de la Guardia Civil contiene “indicios” y que todavía “no hay sentencia firme”. “No voy a aceptar que usted haga de la anécdota una categoría. La izquierda no roba, la izquierda no es corrupta”, le ha lanzado. Y se ha mostrado abierto a “escuchar las aportaciones” de los grupos parlamentarios para que el ejecutivo “recupere la confianza perdida por parte de los ciudadanos”.
Preguntado por Rufián sobre lo que va a hacer, ha insistido que actúa “cuando hay casos de corrupción”, tiene “tolerancia cero” con la corrupción y defiende la “acción” del Gobierno. “Nos eligieron para muchas cosas, en una no he dado la talla, pero vamos a seguir defendiendo la hoja de ruta de este gobierno en avances sociales, transformaciones, convivencia y un modelo multilateral y de paz en el mundo”, ha subrayado.