El exvicepresidente del gobierno español durante el mandato de José María Aznar Rodrigo Rato habría cobrado de diferentes empresas del Ibex cuando estaba en el ejecutivo estatal. Así se extrae del informe de 642 páginas de la Agencia Tributaria, que pone de manifiesto que Rato habría defraudado más allá del caso de las tarjetas black.

El escrito empieza asegurando que "en los meses de llegar don Rodrigo Rato a la vicepresidencia del Gobierno, los tres hermanos Rato constituyen la sociedad dedicada a la publicidad COR Comunicación. No comparecen en el acto fundacional los tres hermanos aunque este auxilio judicial entiende acreditado que, desde su inicio, la mayor parte de su accionariado (y los beneficios que de eso derivan) ha correspondido a los tres hermanos mencionados. Don Rodrigo Rato adquiere formalmente su completo control accionarial desde finales del 2013".

Su sociedad tenía como objetivo hacer publicidad para grandes empresas que estaban en proceso de privatización y los intentos de los tres hermanos de esconder la propiedad de corazón Comunicación, su relación con la sociedad ha acabado saliendo a la luz.

Millones

En 2002, Rato habría facturado más de dos millones a Endesa, más de 450.000 en Paradores, 195.000 a Logista y lo mismo a Retevisión. Hacienda destaca que la sociedad de los tres hermanos "nace de manera opaca" y que "se oculta a su accionariado real, ya que su negocio serviría para contratar servicios de publicidad de algunas de las principales empresas".

Después de salir del gobierno español, y entre 2004 y 2007, Rato fue director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde el primer año de ser al FMI, "COR Comunicación ha tenido como cliente el Banco Santander de forma ininterrumpida hasta el 2014" y, según el informe, habría recibido unos 108.000 euros entre el 2008 y 2012.

Al dejar al FMI, y entre 2007 y 2010, Rato habría recibido en concepto de honorarios 157.687, 199.371 y 42.941 euros por diferentes conferencias. Pero el Santander no fue la única que habría pagado a Rato por sus tareas de asesoría en la Agencia Tributaria. También lo hicieron La Caixa y Telefónica, que más tarde se desentendieron de sus servicios.

En definitiva, el exvicepresidente español y sus empresas facturaron al menos 600.000 euros de La Caixa, el Banco Santander y Telefónica en 2015.