El incidente que ha protagonizado la candidata de Vox Rocío Monasterio en un debate electoral de Madrid en la cadena Ser, que ha indignado a Pablo Iglesias hasta el punto de que ha abandonado el local, ha provocado que reapareciera en la red lo que la dirigente del partido de Santiago Abascal hizo en un coloquio del presidente Carles Puigdemont en la capital española antes del referéndum del 1-O.

Monasterio interrumpió en aquella ocasión el coloquio, organizado por el Foro Nueva Economía, y se puso delante mostrando unas esposas. Gritó "sin ley no hay democracia", y dejó las esposas sobre la mesa de Puigdemont. Su acción, sin embargo, no escandalizó entonces en Madrid, a diferencia de hoy, y TVE la definió con tono condescendiente como "una espontánea" que había interrumpido el acto.

 

El incidente tuvo lugar el 27 de mayo de 2017 justo cuando empezaba la ronda de respuestas del president de la Generalitat a los periodistas. Rocío Monasterio era entonces la número dos de Vox en Madrid.

El president de Nueva Economía Foro se disculpó a Puigdemont y a los asistentes por la interrupción y "la incomodidad que podría haber ocasionado". El mismo president manifestó al finalizar el acto que el incidente había sido "intencionado e innecesario".

Hoy en cambio, la sensibilidad en Madrid contra el partido ultra era mucho más alto, pasados cuatro años y viendo las orejas al lobo. Pablo Iglesias ha acabado abandonando el debate después de que Rocío Monasterio se ha ratificado en sus palabras, poniendo en duda las cartas amenazadoras con balas en el interior recibimidas por Iglesias, Fernando Grande-Marlaska y la directora de la Guardia Civil María Gámez. Excepto la cabeza de lista de Vox, el resto de candidatos han reclamado a Iglesias que se quedara en el debate. Menos Isabel Díaz Ayuso, porque ha declinado participar del debate electoral. Finalmente, también lo han abandonado Ángel Gabilondo y Mónica García, que han dado por enterrado el programa.

Unos minutos antes, en una entrevista en TVE, Pablo Iglesias ya lo había advertido. El debate ha empezado justamente por las cartas amenazadoras, y el líder de Podemos ha instado a la candidata ultra a retractarse de sus palabras. Pero Monasterio se ha negado y, después de un buen guirigay, Iglesias se ha puesto la mascarilla, se ha levantado de la silla y ha abandonado el estudio. A pesar de la insistencia de la moderadora, Àngels Barceló, se ha marchado del debate advirtiendo que "no se puede blanquear a la extrema derecha".

Monasterio ya no se enfrenta únicamente al independentismo, lo que era aplaudido en Madrid.