Las cargas del 1 de Octubre impactaron también en las gradas del Camp Nou. Aquel domingo el Barça tenía programado un partido a las cuatro y cuarto de la tarde contra Las Palmas y la suspensión o no de aquella cita deportiva se convirtió por unas horas en uno de los caballos de batalla de la jornada. La junta directiva que encabezaba Josep Maria Bartomeu decidió después de una larga reunión que el partido no se disputaría. Finalmente fue el vestuario el que volvió a decantar la balanza: el partido se jugó pero a puerta cerrada. La consecuencia inmediata de aquella decisión fue la dimisión del vicepresidente Carles Vilarrubí y del directivo Jordi Monés.

La implicación del Barça en el proceso político independentista no era una novedad. El año 2013 la Vía Catalana atravesó el césped del Camp Nou y en junio de aquel mismo año, el estadio acogió el Concert per la Llibertat. El Club se adhirió al Pacte pel Referèndum y mosaicos y carteles gigantes defendiendo el derecho a decidir eran una constante en los partidos más emblemáticos.

Imagen internacional del 1 de Octubre

Pero aquel 1 de Octubre la celebración o no del partido transmitiría a los millones de espectadores de todo el mundo la constatación de hasta qué extremo el conflicto desencadenado a raíz del referéndum había alterado la vida cotidiana en Catalunya. En medio de presiones a favor y en contra de la suspensión, Bartomeu reclamó al Govern que fuera la conselleria de Interior quien hiciera un informe desaconsejando el partido, pero el Govern se negó: la razón de la suspensión tenía que ser una protesta política.

El equipo se arriesgaba a la pérdida de puntos si no jugaba, pero también la afición hizo sentir su voz. La grada de animación advirtió, a través de un comunido, que en caso de que se jugara el partido invadirían el campo. "Hoy no toca jugar", argumentaban. Bartomeu convocó el comité ejecutivo del Club antes de comer. "Fue un debate intenso, muy largo, en algún momento un poco duro", recuerda Vilarrubí cinco años después de aquella jornada. Tras dos horas de reunión se decidió suspender el partido. Incluso se redactó la nota de prensa, antes de que el presidente y el vicepresidente deportivo fueran a los vestuarios a hablar con los jugadores. Media hora más tarde, Bartomeu volvió al Palco y comunicó a los directivos que el partido sí se jugaría y se haría a puerta cerrada.

El 1 de Octubre 5 años después: el día en que el pueblo doblegó al Estado

Vilarrubí, ya había advertido que dimitiría si se jugaba aquel partido, y así lo hizo de inmediato, comunicándolo a los miembros de la directiva. "El Barça aquel día tuvo connivencia para dar una visión de normalidad en un momento en que este país no se podía permitir dar una visión de normalidad, cuando estaban zurrando a la gente en la calle," reprocha Vilarrubí que considera que aquel domingo "era un día para decisiones institucionales y de Club, no por criterio deportivo".

Finalmente, a las cuatro y cuarto se jugó el partido, con las gradas vacías. Y no obstante, una persona consiguió acceder al estadio.

Las Palmas, con la bandera española

La UD Las Palmas quiso pronunciarse sobre el tema y compareció con una equipación especial para la ocasión, en la que se había bordado la bandera española y la fecha del 1 de Octubre. "La UD Las Palmas podría haberse limitado a ser un testigo mudo de esta encrucijada histórica o tomar partido. Nos hemos decantado por lo segundo", argumentaban el equipo en un comunicado oficial. En el texto, se explicaba que con este gesto, el equipo quería "votar de forma inequívoca en una imaginaria consulta" a la cual nadie les había convocado. "Creemos en la unidad de España", concluía.

Equipo UD Las Palmas 1-O
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Finalmente el Barça ganó el partido, marcó tres goles, dos de los cuales de Leo Messi. El mundo pudo escuchar el clamor sordo de las gradas vacías que, junto con las imágenes de Gerard Piqué llorando por las cargas policiales, consiguieron hacer aparecer el referéndum del 1-O también en medios deportivos de todo el planeta. Y, a pesar del vacío de las gradas, el hombre que consiguió colarse en el campo pudo saltar al césped con una camiseta amarilla con el lema independencia.

El Barça ganó aquella Liga del 2017-18 y quedó 14 puntos por delante del segundo equipo, el Atlético de Madrid.