El Gobierno rechaza la posibilidad de llegar a un acuerdo para la celebración de un referéndum en Catalunya a imagen de lo que ha pasado en Escocia porque recalca que, a diferencia de este caso, en España ni el Gobierno ni el Parlament pueden negociar una cosa que corresponde al conjunto de los españoles.

Fuentes de la Moncloa consultadas por Efe responden de esta forma a la propuesta planteada por el president y el vicepresident de la Generalitat, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, respectivamente, en un artículo firmado por los dos en El País en que reclaman al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la negociación de un referéndum de autodeterminación acordado.

Le reprochan su ausencia de diálogo y aseguran que, en cualquier caso, no renunciarán a "ejercer el derecho" de convocar este referéndum en 2017.

El delegado español en Catalunya, Enric Millo, ha soltado en TV3 que "la voluntad del Gobierno es triplicar el diálogo" y, precisamente por ello, ha puesto sobre la mesa que "la carta sorprende por su contenido. Es una trampa al que no se puede caer de ninguna manera".

Radicalmente contrario a la Constitución

El Gobierno lamenta que los partidos independentistas insistan en pedir este referéndum de autodeterminación que recuerda que no se puede negociar porque es radicalmente contrario a la Constitución y a la soberanía nacional. De la misma manera, exhibe la disposición al diálogo en todo momento siempre dentro de los márgenes de la ley.

"Pero ni el gobierno central ni el Parlament pueden negociar sobre lo que no les pertenece. La soberanía nacional corresponde al conjunto de los españoles. Esta -puntualizan en Moncloa- es la principal diferencia con el caso escocés que ponen de ejemplo".

El Ejecutivo muestra su sorpresa por la acusación de Puigdemont i Junqueras de falta de diálogo cuando considera que son los dirigentes independentistas "a los cuales han hecho de la falta de diálogo y de la imposición la tónica general de su gestión en Catalunya".

Ignorar la pluralidad

Una forma de actuar con la cual cree que han robado el debate a los partidos de la oposición y han ignorado la pluralidad de la sociedad catalana.

El Gobierno sale también al paso de la acusación de Puigdemont y Junqueras que el Estado ha abandonado a todos los catalanes, y ante eso, asegura que siempre ha fijado como uno de los ejes de la legislatura atender las prioridades de los ciudadanos de Catalunya.

De la misma manera, pone énfasis en que ha estado dispuesto a un diálogo constante con el conjunto de la sociedad catalana.