A veces la gestión de la economía se puede convertir en una auténtica pesadilla. La experiencia de cuatro exconsellers reunidos este viernes por el Colegio de Economistas, ofrece una cata. Desde de Antoni Castells y la tormenta perfecta con que tropezó el tripartito en plena crisis financiera global detonada por la quiebra de Lehman Brothers hasta Jaume Giró y la imagen de la financiación de Catalunya como un pulso contra la centrifugadora de Madrid, "un tronco de eucalipto, que chupa todo lo que está a su alrededor y se lleva todos los nutrientes". Con ellos, Pere Aragonès y Natàlia Mas, pero no Oriol Junqueras, que a pesar de estar anunciado ha excusado su asistencia por una indisposición. Los cuatro han compartido sus experiencias y han podido constatar como los años pasan, pero los obstáculos se mantienen.
Con todo, Aragonès ha querido romper una lanza a favor del horizonte que abre el acuerdo de financiación singular que su partido, ERC, ha acordado con el PSC. El exconseller y expresident de la Generalitat ha instado a aprovechar el momento. "No sabemos cuándo volveremos a tener una correlación de fuerzas políticas en el Estado que dé la capacidad de decidir a Catalunya como en estos momentos", ha advertido.
No se volverá a repetir
Aragonès, que fue conseller de Economía entre el 2018 y el 2020, ha insistido en que "difícilmente volverá a repetirse la coyuntura que hay ahora para dar un gran paso adelante", en la nueva financiación, por lo cual ha advertido que aquellos que ahora están en la primera línea política tienen una gran responsabilidad. No solo los políticos, según Aragonès, "sería importante también que la sociedad civil hiciera un clamor claro y contundente, de una gran movilización con las herramientas que se tenga a favor una financiación justa."
Castells, conseller entre 2003-2010, ha recordado la recesión que tuvo que hacer frente el tripartito del cual formó parte y la emisión de bonus que protagonizó aquel ejecutivo, bajo la batuta de José Montilla, para poder hacer frente a los gastos corrientes de la administración. El exconseller ha explicado que pidieron al Gobierno que impulsara un Fondo de Liquidez Autonómica, pero se negó. Acto seguido llegó la crisis de las cajas y, de nuevo, una respuesta del Estado que llegó demasiado tarde y con demasiadas limitaciones.
La financiación aparece en todo momento en el relato de los exconsellers como la gran espada de Damocles, con un sistema en que, como ha recordado Aragonès, el Gobierno retiene los anticipos que corresponden a las autonomías y a los ayuntamientos durante meses. Esta misma semana se han aprobado anticipos por valores de 21.000 millones, que no se actualizarán hasta septiembre. "Por lo tanto, el Estado va recaudando, tiene un dinero que corresponden a Catalunya durante diez meses", ha advertido para denunciar que eso "no es normal" y que una financiación que garantizara que el Govern recauda y gestiona sus impuestos pondría fin a esta situación.
El tronco de eucalíptus
Giró, conseller entre el 2021 y 2022, ha recordado que consiguió aprobar presupuestos en tiempo y forma por primera vez después de 15 años y ha subrayado como resulta de conveniente para un gobierno poder aprobar el sus cuentas. "Lo vemos ahora, con tres suplementos de crédito que no siempre responden a necesidades financieras", ha remachado señalando los condicionantes que los socios de investidura imponen al PSC para salir adelante los decretos.
A la hora de señalar los condicionantes que sufre la productividad catalana, Giró ha destacado la burocracia, la fiscalidad -"todo el mundo quiere pagar impuestos, pero dentro de un orden de justicia con el entorno en que vives"-, y el creciente absentismo laboral, pero también la financiación autonómica. "Tenemos un tronco, que no es un palo, es un tronco de eucalipto, de aquellos árboles que chupan todo lo que está a su alrededor y se llevan todos los nutrientes, que es el eucalipto madrileño, el modelo de financiación," ha alertado. El exconseller ha advertido que no se trata de una "leyenda urbana" sino un sistema de financiación que extrae recursos que generan los ciudadanos de Catalunya, que "cada año van y no vuelven".
También la consellera Natàlia Mas, que ocupó el cargo desde el 2022 hasta el 2024, ha subrayado el protagonismo del Estado en la proyección económica de Catalunya, con el impulso de infraestructuras como el Corredor Mediterráneo, que acondicionan el establecimiento de empresas en este territorio. "El corredor Mediterráneo se tiene que acabar, será un impulso muy importante para la competitividad, como infraestructura de transición energética y de descarbonización," ha remachado.