El presidente de Cantabria y líder del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), Miguel Ángel Revilla, aseguró el domingo que su partido sólo dará apoyo a la investidura de Pedro Sánchez si obtiene bastantes garantías que no se negociará con los partidos independentistas algún aspecto más allá de la Constitución. De hecho, llegó a afirmar que estaba dispuesto a renunciar a una mejor conexión ferroviaria -una de las principales reivindicaciones del PRC- si con eso evitaba un pacto del PSOE con el independentismo: "Cantabria prefiere quedarse sin tren antes de que España se rompa".

El conseller de Administración Pública, Jordi Puigneró se ha hecho cruces de este posicionamiento de Revilla, asegurando que el presidente cántabro "ha subido la apuesta" con una nueva versión del "España antes roja que rota" -frase de José Calvo Sotelo que explicita la preferencia de la derecha española justo antes de la Guerra Civil de preferir el comunismo a la independencia de Catalunya-.

Según Puigneró, Revilla ha pasado al "antes incomunicada que rota", y se pregunta si el próximo paso será "antes contaminada que rota".

A su vez, el president en el exilio, Carles Puigdemont, ha querido destacar otro aspecto de las palabras de Revilla, el hecho de que "se permite hablar en nombre de Cantabria, como un todo, porque nadie le reprochará que hable en nombre de los cántabros". Un hecho que contrasta con que "si lo hace un president de Catalunya, la cosa cambia".

En todo caso, queda claro que Revilla está dispuesto a renunciar a mejoras para Cantabria y, todo ello, para defender una determinada visión de España donde la unidad está por encima de cualquier otra consideración. ¿De la Constitución también?