El archivo del caso de Tsunami Democràtic por terrorismo por parte del juez García-Castellón este lunes está marcando la actualidad política. La decisión ha llegado después de que la Sala de lo Penal haya invalidado todas las diligencias que realizado desde el 30 de julio del 2021 por un defecto de forma. Carles Puigdemont ha celebrado que tanta gente “acusada, perseguida injustamente en una causa delirante” puedan recuperar su vida. “Una alegría sin matices”, ha añadido. Con todo, en una larga publicación en X, ha hecho un análisis sobre la decisión de García-Castellón. En primer lugar, Puigdemont ha tachado de “sorprendente” que un juez “de la experiencia y la mala leche” de García-Castellón haya cometido “un error tan estúpido”. Y en este sentido, se ha preguntado cómo se ha podido distraer tanto en una causa con la cual pretendía “coronar una larga vida al servicio del Estado”.

Puigdemont pone en duda este presunto error y ha asegurado que “era conocido desde hace tiempo” y todavía y así han continuado. Para el líder de Junts per Catalunya no hay dudas “era y es un caso de lawfare de manual” y ha advertido que la acusación de terrorismo “era delirante”, pero no les ha importado “y menos si eran ellos los que tenían el resorte para poder descarrilarlo cuando los conviniera”. Según Puigdemont han conseguido cumplir sus propósitos y cuando la causa ya no tenía más recorrido y estaba condenada al fracaso la han lanzado en la papelera. Ellos. No la ley de amnistía”. Además, ha denunciado que el principal objetivo de la justicia era “ensuciar durante años, intimidar personas clave, ensuciar la narrativa sobre el independentismo y todos nosotros”. En este sentido, ha apuntado que el movimiento fascinaba “por su capacidad de movilización y civismo”, pero que en el discurso interesaba “pasar al movimiento que daba miedo. Y sobre el miedo se puede hacer política, como bien demuestra la ultraderecha a la cual pertenece La Toga Nostra”.

“Supuesto error formal”

El candidato de Junts a la presidencia de la Generalitat ha reconocido la alegría por los beneficiados por el archivo de la causa, pero ha lamentado que el ataque a la reputación de los encausados y el sufrimiento que ha provocado “no lo revierte nadie”. Con todo, ha advertido que esta situación se puede volver a repetir. “Porque el supuesto error formal no los disuade de seguir embarrando y manteniendo las sospechas sobre las cuales han estado construyendo esta causa”, ha apuntado. Puigdemont ha reiterado que España “no es un Estado de derecho” porque, según denuncia, hay jueces que hace años que instruyen una causa “ilegalmente (sabiéndolo, por cierto), que deciden no aplicar una ley del Parlamento porque no les gusta y que llenan sus resoluciones judiciales con un montón de consideraciones (y desconsideraciones) políticas”.

Así pues, ha asegurado que España no es “democracia europea” donde tendría que haber separación de poderes y la justicia tendría que ser políticamente imparcial, ya que la inseguridad jurídica y la imprevisibilidad en la aplicación de normas que “son bien claras son propias de otros regímenes. Incluso si en frente tiene los que considera “enemigos de la patria”. Y ha concluido que “en un Estado de derecho, la justicia no puede ser patriótica”.