El president, Carles Puigdemont, ha superado esta tarde la cuestión de confianza en el Parlament gracias a los 72 votos a favor de JxSí y la CUP, frente a los 63 votos en contra de Ciutadans, PSC, Catalunya Sí que Es Pot (CSQP) y el PP. Esta vez, el president ha conseguido salvar el trámite con dos votos más que los que recibió para su investidura el pasado 10 de enero.

La votación se ha hecho "pública y por llamamiento", tal como señala el Reglamento. Antes, sin embargo, el president ha utilizado un último turno de palabra para insistir en que el reto que plantea, convocar un referéndum, es "muy complicado", por lo cual resulta imprescindible la "cadena de confianzas" que dibujó en la primera jornada del pleno. "No lo estropeemos desde dentro", ha reclamado a las fuerzas independentistas.

Referéndum

Precisamente, el anuncio del president que, como mucho, en septiembre del próximo año se convocará un referéndum independentista en Catalunya, pactado o no, ha centrado el debate durante toda la jornada y ha facilitado a la CUP rubricar la cuestión de confianza.

La cupaire Anna Gabriel, que ha insistido en que la vía pactada con el Estado es inexistente, ha advertido que su grupo exigirá "sin reposo" el cumplimiento de este compromiso y que en el debate de política general, que se celebra la próxima semana, habrá de fijar la fecha y el operativo así como los mecanismos legales y ejecutivos sobre los cuales se sustentará.

No hay carta blanca a los presupuestos

Gabriel ha advertido, además, a Puigdemont en relación a las cuentas del Govern que no que interprete el voto de hoy como una "carta blanca" para emprender una presión política que obligue "a nadie a aprobar unos presupuestos en que no cree". "No votaremos unos presupuestos antes de verlos, ni tampoco votaremos unos presupuestos que reproduzcan los del mes de junio, a los cuales dijimos que no", ha subrayado.

El president ha replicado que no espera una carta blanca para aprobar las cuentas sino para tramitarlos, porque unos "presupuestos destripados en el trámite parlamentario son inviables". Además, ha dejado claro que unas cuentas "útiles y viables" tienen que ser las de "la mayoría", porque es con mayorías que "se llenan las calles".

"Si no somos capaces de hacerlo, no nos pongamos", ha subrayado a la hora de reclamar que se dejen de lado los intereses partidistas para hacer posible el consenso imprescindible. "Ustedes son conscientes de que tendremos muchos obstáculos a fuera, sólo pido que no añadamos dentro", ha insistido advirtiendo que si no se consigue este consenso el referéndum será inviable.

Más allá del debate entre los dos grupos independentistas, por encima del pleno ha sobrevolado durante toda la jornada la incapacidad del PP para conseguir una mayoría suficiente que haga posible la investidura de Mariano Rajoy y, sobre todo, la grave crisis que está dinamitando al PSOE.

De hecho, los diversos frentes abiertos que mantienen las formaciones de la oposición ha facilidad de manera notable el debate a un Puigdemont preparado para defender una votación que hace semanas que sabe ganada y con un discurso del todo previsible por parte del resto de grupos.

Pokemons Arrimadas

Ante las críticas de la líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, comparando el proceso con una bicicleta estática, el president le ha aconsejado que "deje de cazar Pokemons y se dedique a la realidad". Esta realidad, según ha dicho, es que Ciutadanos ha pactado dos gobiernos en Madrid pero no ha podido sacar ninguno adelante, mientras que en el País Vasco y Galicia no ha conseguido ni a un solo diputado en los comicios del domingo.

Al socialista Miquel Iceta, que hoy se ha convertido en uno de los diputados más buscados de la Cámara a raíz de la crisis que sufre el PSOE, le ha advertido que no puede haber líneas rojas en democracia y que la lógica del PSC vierte el país "al empate infinito" del qual ya está harto.

A Lluís Rabell de CSQP, que ha visto este debate precedido por una lucha interna dentro de su grupo a raíz de la reclamación de Podem de tener más protagonismo, le ha agradecido la voluntad de sumar que ha expresado durante su intervención pero ha insistido en la dificultad que comporta pactar el referéndum.

Al popular Xavier Garcia Albiol que en su intervención lo ha comparado con un director de circo le ha preguntado "qué calificativo le merece lo que está pasando al Estado español desde el mes de enero cuando este parlament empezaba a funcionar". "No convocaremos un referéndum ilegal. Tiene razón, porque será legal", ha replicado después de que el líder del PP asegurara con tono desafiante que la convocatoria no se llevaría a cabo.

Antes de que Puigdemont cerrara el pleno, se ha vivido el único momento de tensión en el hemiciclo después de que la intervención del presidente de JxSí, Jordi Turull, encendiera los ánimos de la oposición replicando con contundencia a los parlamentos que habían protagonizado los grupos a lo largo de la jornada.

Las quejas y cuestiones de orden de la oposición, que ha desencadenado Turull, han salpicado a la presidenta, Carme Forcadell, a quién incluso la líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, ha reprochado que hubiera evaluado la situación anímica de los diputados a los cuales había considerado "alterados".