"El Govern trasladará al Parlament de Catalunya, sede y expresión de la soberanía de nuestro pueblo, los resultados de la jornada de hoy, para que actúe de acuerdo con lo previsto en la Ley del Referéndum". Con estas palabras, el president Carles Puigdemont ha anunciado esta noche que en los próximos días presentará ante la cámara catalana una declaración de independencia para implementar la votación del 1-O. Desde el Govern se ha comunicado que mañana por la mañana se celebrará una reunión extraordinaria del Consell Executiu.

El president ha comparecido acompañado de los miembros de su gabinete en la galería gótica del Palau de la Generalitat. "Los ciudadanos de Catalunya nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república", ha proclamado.

Con ademán serio y sin esconder la trascendencia del momento, el jefe del Ejecutivo ha dejado claro que "las instituciones tienen obligación de implementar el resultado" y que los ciudadanos se han ganado hoy a pulso "su soberanía y todo el respeto".

Esto se ha acabado

"El Estado español ha escrito hoy una página vergonzosa en su historia con Catalunya", ha reprochado. Ha admitido que "tristemente" no es la primera. Se ha repetido "demasiadas veces" la represión y la violencia como respuesta del Estado a las aspiraciones catalanas, ha dicho. Y esta vez de nuevo, la respuesta ha sido "violencia y represión". "Hoy hemos dicho que esto se ha acabado", ha concluido.

Detrás del Govern solo dos banderas, la catalana y la europea. No es casual. El president ha hecho "una apelación directa a Europa". "La Unión Europea ya no puede seguir mirando hacia otro lado. Somos ciudadanos europeos los que sufrimos la vulneración de derechos y libertades, violaciones directas de la Carta Europea de los Derechos Fundamentales," ha advertido.

Por esta razón ha instando a la UE a reforzar sus valores fundacionales cuando estos se encuentran sometidos a los abusos de un Estado que "se comporta de manera autoritaria". No solo eso, ha advertido a Europa que tendrá que actuar con rapidez "para mantener la autoridad moral dentro y fuera del continente cuando estos abusos escandalizan a los hombres y mujeres de bien de todo el mundo".

Llamamiento a la unidad

El president ha hecho también un llamamiento a la unidad. "El camino que tenemos que recorrer a partir de ahora lo tenemos que hacer juntos, tal como hemos hecho juntos el camino que nos ha llevado hasta aquí", ha asegurado, a la vez que ha hecho una apelación a hacer este recorrido con civismo y en paz, abiertos a las propuestas de diálogo y a las ofertas de mediación para hacerlo con la máxima eficacia posible.

Delante de la puerta del salón Montserrat, que precede el despacho del president, y al lado del patio dels Tarongers, Puigdemont se ha mostrado conmovido por las casi 800 personas que hoy han tenido que recibir atención médica como consecuencia de la "brutalidad policial", con "vejaciones y claras violaciones de los derechos humanos, que no pueden quedar impunes."

Igualmente, ha querido reconocer el ejemplo de "civismo de un pueblo pacífico" que hoy ha ofrecido Catalunya. "Habéis resistido las provocaciones y habéis conseguido que la gente pudiera ir a votar", ha añadido, por lo cual ha expresado un agradecimiento emocionado. "Vuestra hazaña solidaria, anónima y ejemplar nos quedará grabada en la memoria", ha afirmado.

Declaración íntegra del president

"Queridos conciudadanos y conciudadanas,

En este momento de gran trascendencia para Catalunya, ahora que hemos conseguido celebrar el referéndum de autodeterminación que el Estado se ha esforzado tanto en impedir, y que lo hemos hecho gracias al compromiso, al coraje y a la valentía de millones de catalanes que lo habéis hecho posible, quiero dirigiros a todos vosotros este mensaje. Un mensaje que quiero que llegue también a todos los demócratas de todo el Estado, de Europa y del mundo, que han asistido, atónitos y preocupados en la injustificada, abusiva y grave violencia policial dictada por el gobierno español. A vosotros y a todos los que hoy habéis hecho posible la victoria de la democracia por encima de la violencia, a todos los que nos habéis expresado vuestro apoyo, a los primeros ministros y presidentes de Gobierno de la Europa democrática que habéis hecho llegar mensajes de preocupación, a las decenas de parlamentarios de todos los países que habéis expresado vuestra indignación por la represión brutal desatada por el gobierno del presidente Mariano Rajoy, a todos un agradecimiento muy profundo, muy sincero.

Me quiero dirigir especialmente a las casi 800 personas que han tenido que ser atendidas de diversa consideración como consecuencia de la brutalidad policial, algunas de las cuales han sufrido lesiones de consideración, vejaciones y claras violaciones de los derechos humanos que no pueden quedar impunes. A vosotros que habéis enseñado al mundo el civismo de un pueblo pacífico que quiere votar, que habéis resistido las provocaciones y habéis conseguido que la gente pudiera ir a votar os doy las gracias emocionadas; vuestra hazaña solidaria, anónima y ejemplar nos quedará grabada en la memoria.

El Estado español ha escrito hoy una página vergonzosa en su historia de relación con Catalunya. Tristemente no es la primera; demasiadas veces la represión y la violencia han sido la respuesta del Estado a las aspiraciones catalanas. Hoy, aunque estamos en la Unión Europea, aunque estamos en pleno siglo XXI, el de la libertad de información y el de la globalización, la respuesta del Estado ha vuelto a ser la de siempre: violencia y represión. ¿Hasta cuándo? Hoy hemos dicho que eso ya se ha acabado.

El camino que tenemos que recorrer a partir de ahora lo tenemos que hacer juntos, tal como hemos hecho juntos el camino que nos ha llevado hasta aquí. Y lo tenemos que continuar con civismo y en paz, porque es el deseo de este país. Lo tenemos que hacer abiertos a las propuestas de diálogo que sirvan para respetar la voluntad de los catalanes y a las ofertas de mediación que lleguen a fin de que todo este recorrido lo hagamos con la máxima eficacia posible.

En este camino tengo que hacer una apelación directa a Europa. Los catalanes nos hemos ganado el derecho a ser respetados en Europa. La Unión Europea ya no puede seguir mirando hacia otro lado. Somos ciudadanos europeos los que sufrimos la vulneración de derechos y libertades, violaciones directas de la carta europea de los Derechos Fundamentales. Conviene que la Unión Europea refuerce los valores fundacionales cuando estos están en peligro por los abusos de un Estado que se comporta de manera autoritaria, hace falta que actúe con rapidez para mantener la autoridad moral dentro y fuera del continente cuando estos abusos escandalizan los hombres y mujeres de bien de todo el mundo.

La situación que se ha generado en Catalunya por la intransigencia y la represión, por la negación absoluta al reconocimiento de la realidad, por la hostilidad acreditada delante las demandas democráticas de los ciudadanos de nuestro país, ya no es un asunto interno. Es un asunto de interés europeo, que apela directamente a los valores fundacionales del espacio de paz, libertad, convivencia y democracia que hemos ido construyendo desde hace décadas y desde acentos muy diversos.

Hoy Catalunya ha ganado muchos referéndums. Nos hemos ganado el derecho a ser escuchados, a ser respetados y a ser reconocidos. Hoy, millones de personas movilizadas, haciendo frente a todo tipo de dificultades y amenazas, han hablado alto y claro y habéis dirigido un mensaje al mundo: tenemos derecho a decidir nuestro futuro, tenemos derecho a la libertad y queremos vivir en paz, sin violencia y fuera de un Estado que es incapaz de proponer una sola razón convincente que no sea la imposición y el uso de la fuerza bruta.

Por eso hoy, con esta jornada de esperanza y también de padecimiento, los ciudadanos de Catalunya nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república. En consecuencia el Govern que presido trasladará en los próximos días el Parlament de Catalunya, sede y expresión de la soberanía de nuestro pueblo, los resultados de la jornada de hoy para que actúe de acuerdo con aquello previsto en la Ley de Referéndum

Hoy, después de esta jornada empapada por la dignidad de los millones de personas que hoy lo habéis hecho posible, Catalunya se ha ganado en pulso su soberanía y todo el respeto. Las instituciones catalanas tienen el deber de respetar e implementar lo que hoy han decidido sus ciudadanos, y de honrarlo con su fidelidad al compromiso para alzar, dignamente y colectivamente, un país libre, pacífico y democrático."