Cuando la comitiva de apoyo a Carme Forcadell atravesaba las puertas de la Ciutadella esta mañana, el president Carles Puigdemont se ha despedido y ha abandonado la masa de cargos políticos y representantes de las entidades soberanistas que acompañaban a la presidenta a declarar al TSJC.

El gesto ha desconcertado por unos minutos a aquellos que seguían el acto. Pero tiene un motivo claro: mantener el criterio del expresident Artur Mas. Siguiendo el ejemplo de Mas, que en su día no acompañó a las encausadas por el caso 9-N, Irene Rigau y Joana Ortega, hasta la puerta del TSJC, Puigdemont tampoco lo ha hecho este viernes con Forcadell. El president ha dejado la comitiva a medio camino, como ya estaba previsto y acordado.

En el caso de Artur Mas, sí que acompañó a Francesc Homs a declarar en el Supremo, porque en aquel momento ya no ostentaba el cargo de president de la Generalitat.