En una esquina de la mesa del despacho donde el president Carles Puigdemont hace la entrevista con El Nacional hay un cartel de JxCat. El president valora positivamente los resultados de la candidatura que ha encabezado Jordi Sànchez y califica de "sólido y muy bien repartido territorialmente" el resultado de ERC el 28-M. Con todo, rechaza compararlo con los resultados del 21-D y advierte que el independentismo ha perdido votos en relación a aquellos comicios. Puigdemont no tiene ninguna duda sobre el resultado del pulso del independentismo al Estado: "Esto se acabará bien y democráticamente. No puede acabar de otro manera. ¿Saldremos adelante? No. Ya estamos saliendo adelante", asegura.

¿Qué lectura hace de los resultados de JxCat el 28-M?
Hemos hecho un resultado que alguna gente no se esperaba. Porque esperaban un derrumbe y hemos mantenido con una gran dignidad una posición con unos recursos muy escasos, con un silencio mediático brutal, y una clara animadversión y hostilidad hacia lo que representamos. Y sin embargo hemos retenido lo que conseguimos en el 2016. Seguramente en el caso de votos hemos subido, pero en porcentaje estamos allí mismo. Mismos senadores y un diputado menos.

Si comparamos con las autonómicas del 21-D sí que es diferente...
Pero las elecciones españolas, si las tenemos que comparar con las autonómicas, digámoslo así, siempre ha salido muy desfavorecido nuestro espacio.

Pero la situación no es la misma...
Ni los candidatos son los mismos, en mi caso. Ni seguramente la actitud electoral del cuerpo electoral era la misma que el 21-D. Son mensajes diferentes y se votan cosas diferentes.

En la calle, entre PDeCAT, JxCat, la Crida... hay una sensación de desorientación. ¿Esta desorientación ha beneficiado a ERC?
Si tenemos que comparar con el 21-D, mal. Porque hemos perdido medio millón de votos independentistas, y por lo tanto, no hemos ampliado nada. No hagamos comparaciones que no son válidas para sacar conclusiones sociopolíticas, comparemos con las últimas españolas. Cada elección tiene su regla y su lenguaje. Los errores de casa se tienen que reconocer, analizar y corregir. Pero es una obviedad que hemos sufrido en el mejor de los casos un vacío mediático, y en una mayoría, hostilidad clara, bastante manifiesta. Y no de ahora. Además, hemos tenido la mitad de recursos que en el 2016 para la campaña electoral.

Un poco de autocrítica...
La hemos hecho...

¿Ha sido un enredo la Crida? ¿JxCat no es una marca lo bastante consolidada?
JxCat es una marca que empieza a estar consolidada. Con la que se presentará la mayoría de proyectos municipales de este espacio. Con la cual vamos a las listas europeas. Es mucho más que un espacio puramente del PDeCAT. Es parte importantísima de eso, pero no representa la totalidad. En las elecciones generales lo ha demostrado claramente: Jordi Sànchez, de cabeza de lista. Borràs, de dos. Cuevillas, uno por Girona.

¿JxCat necesita a Carles Puigdemont para que arrastre como cabeza de lista?
Yo no he ido en estas elecciones y hemos hecho un resultado muy meritorio e, insisto, con todo en contra. Lo que necesita JxCat es que esta pluralidad, esta amplitud de miras con qué ha llegado hasta aquí, que no ha sido sencillo, se consolide.

Hay un deseo de unidad política y La Crida es una consecuencia de este deseo

Por lo tanto, la referencia será JxCat y no tanto La Crida...
No lo sé cuál tiene que ser la referencia porque no me corresponde a mí decirlo. No soy quien dirige La Crida ni JxCat ni el PDeCAT. Soy una persona que vive en Waterloo, que estoy en el exilio, que me tengo que defender de ataques muy duros, muy difíciles, en unas condiciones duras, y hago todo lo que puedo en aquello que representa mi responsabilidad. Pero mi responsabilidad no es dirigir espacios políticos. Si se me pide opinión, opino. La Crida ha sido muy útil en el debate sobre la necesidad de buscar unidad política, como valor de fondo en este momento. Al margen de los resultados, que insisto se tienen que leer bien. En Catalunya, el deseo de unidad política existe. Y La Crida es una consecuencia de este deseo.

En qué medida el resultado de JxCat se ha visto perjudicado por la mala imagen que tiene el Govern de la Generalitat. En las encuestas sale suspendido, y eso no había pasado nunca...
El Govern es de coalición, de dos partidos. Tiene la sombra del 155 muy cerca. Sigue teniendo tantos o más problemas que los que han tenido todos los gobiernos anteriores por parte del Estado español y lo que está haciendo en su conjunto es de un gran mérito. Lo tiene todo en contra. La percepción del trabajo del Govern tiene que ver también con el relato mediático que hay sobre el president Torra, las políticas del gobierno... Yo lo veo más fríamente, veo los indicadores económicos, los indicadores de progreso... Y Catalunya está en buenas manos. ¿Puede fallar la comunicación de eso? No lo sé porque no estoy. Yo lo que veo es que el president Torra mantiene una dignidad de la institución que yo le agradezco mucho en unas condiciones muy difíciles.

Entre estas condiciones difíciles está el hecho de que el Govern ha perdido su mayoría en el Parlament a raíz del hecho de que hay diputados suspendidos sin delegar el voto. A principios de abril se aprobó una moción reclamando a Torra dimitir o convocar elecciones. ¿Puede aguantar el gobierno en esta situación?
Eso no ha pasado porque hay diputados suspendidos. Ha pasado porque hay grupos que se han aprovechado de que hay diputados suspendidos.

La CUP se abstuvo...
La CUP aquí ha contribuido también. Hay grupos que se han aprovechado de las consecuencias de la represión, que sufrimos algunos. Es por eso que ha pasado. No por nada más. Yo el chantaje este de decir os tenéis que doblar a la represión porque sino no se podrá aprobar no sé qué decreto... Para mí hay cosas más importantes que eso. Para mí la democracia y los derechos fundamentales son esenciales. Quiero vivir en un país de libertades, de derecho. No podemos renunciar a ninguna línea de defensa en este combate. Pediría a todos los grupos políticos democráticos, que no se aprovechen de los efectos de la represión, que es muy sucio esto, es muy feo.

¿Cree que su liderazgo desde el exilio impide un liderazgo fuerte en el interior del país? Este jueves el president Torra ha venido a Waterloo y la sensación que se desprende es que ha venido a despachar con su jefe...
No. No ha venido a despachar. Eso es lo que dice la oposición

Han querido falsear todo lo que hace referencia a mí, al president Torra y a JxCat porque somos los que molestamos

Torra lo dio a entender que es usted quien manda y él que obedece.
No es cierto. Basta de fake news! Ni yo me atrevería ni él lo aceptaría. Que cuaje en la opinión pública lo que repiten mil veces los medios de comunicación mayoritarios no quiere decir que sea verdad. Han querido falsear todo lo que hace referencia a mí, al president Torra y a JxCat porque somos los que molestamos. Es muy fácil construir un relato sobre quien no se puede defender.

Ha sido Marta Pascal quien ha dicho que no se puede dirigir un Govern o un partido desde Waterloo...
Insisto. Una persona que estime a Catalunya y a sus instituciones sólo puede hacer esta afirmación con conocimiento de causa. Si lo dice sin conocer la verdad, entonces lo hace con unas intenciones que a mí se me escapan. Es fácil de comprobar. Que vengan y vean lo que hacemos y lo que no hacemos.

¿Qué hace?
Yo vine al exilio a defender una posición. Creo que un año y medio después puedo explicar cómo lo he hecho. No me he desviado de mi compromiso con la gente. Y lo defenderé hasta las últimas consecuencias. Asumiendo riesgos. He sido detenido. He estado en una prisión. Y que no continúe en la prisión no es culpa mía. Es porque un tribunal de justicia sentenció que no tenía que estar en la prisión. No me he escondido, he dado la cara. He viajado a países, he dado conferencias en lugares favorables y en lugares hostiles. He recibido gente de todas partes, he contestado entrevistas con medios de todo el mundo. Yo he hecho trabajo.

¿Cómo puede pensar alguien que yo, que estoy sacrificando la vida por la legitimidad de una institución como la Generalitat, quiera convertirla en un instrumento títere?

¿Y qué no ha hecho?
Lo que no he hecho ha sido dirigir la política catalana desde Waterloo. Se han fabricado muchos relatos y cada uno sabrá porque ha contribuido. Contra eso también tengo que luchar en defensa de mi dignidad. ¿Cómo puede pensar alguien que yo, que estoy sacrificando la vida para defender la legitimidad de una institución como la Generalitat, quiera convertirla en un instrumento títere? Ya basta de eso.

El éxito de ERC es indiscutible. Sólido y muy bien repartido territorialmente

¿Esquerra Republicana ha conseguido por primera vez la victoria en unas generales, a que lo atribuye? ¿A este discurso más moderado que plantea?
Los factores son diversos, pero el éxito de ERC es indiscutible. Sólido y muy bien repartido territorialmente.

Le ha ganado la partida a JxCat...
Bien, Laura Borràs asumió el peso de la campaña con unas encuestas que le auguraban tres diputados, y al final ha obtenido 7, en condiciones muy difíciles, con muy pocos recursos.

Sin embargo, en el pulso constante entre Puigdemont y Junqueras esta vez ha ganado el líder de ERC...
Nosotros el pulso lo hacemos con el Estado español. No lo hacemos con ERC ni con el independentismo. Nosotros competimos con un Estado español autoritario que nos ha llevado a la prisión y al exilio. No nos planteamos el combate en términos de hegemonías partidistas o personales.

Pero ERC sí lo considera su rival más directo...
Mi rival es el Estado, quien pretende excluirme de las candidaturas es la Junta Electoral Central no ERC...

La sensación en Barcelona es que hay una batalla constante entre Junqueras y Puigdemont...
Por desgracia no estoy en Barcelona. La gente que viene a Waterloo a verme no me habla de eso. Es gente que está dispuesta a ayudar, que me da calor y en todo caso nos imploran a los políticos que vayamos juntos.

Sí pero la disputa electoral no se puede negar...
Antes de que nos podamos plantear unas elecciones en términos convencionales pasarán muchos años. La anomalía democrática que sufrimos durará y eso tiene efectos. Puede haber alguien que quiera volver a la normalidad, pero es que no hay normalidad. Mi obligación es levantar la mirada y ser el máximo generoso posible y trabajar para que la respuesta a este gravísimo desafío del Estado español no esté hecha desde un sector sino desde un conjunto.

Como cree que afectó que en el inicio de la campaña electoral Marta Pascal hiciera unas declaraciones críticas e incluso hablara de la posibilidad de hacer un nuevo partido...
No lo entendí. Obviamente eso no ayuda. Desconozco las razones por las cuales la excoordinadora general del mismo partido al cual pertenecen los compañeros que están en la prisión y son candidatos haga formulaciones críticas en el momento más inoportuno. Ayudar eso no ayuda. Para mí son anécdotas. No sé si ha tenido un peso relevante o no. Nos lo podíamos haber ahorrado, sobre todo porque quien iba de candidato, quien se juega las algarrobas políticas son amigos comunes que están en la prisión... Pero tampoco le querría dar más importancia.

¿Saldremos adelante? No. Estamos ya saliendo adelante. Catalunya se ha convertido en un sujeto político de facto

La pregunta que hace a menudo la gente soberanista en la calle es: ¿el independentismo saldrá adelante?
Sí. Eso se acabará bien y democráticamente. No puede acabar de otro manera. En la Europa del siglo XXI es inimaginable que eso acabe de otro manera, mal y de manera no democrática. ¿Saldremos adelante? No. Estamos ya saliendo adelante. Puede parecer un poco bestia decirlo estando yo aquí, lejos de mi familia, y con unos compañeros míos en la prisión. Pero si analizamos lo que hemos recorrido hasta ahora como país, creo que es un hecho indiscutible que Catalunya se ha convertido en un sujeto político de facto. No lo era hace dos años ni hace diez. Hoy Catalunya es un Estado en tránsito. Es un sujeto político que camina hacia su reconocimiento.

¿Para resolver los problemas de Cercanías tenemos que esperar a la independencia?
Si queremos la independencia es también porque con la dependencia los trenes van mal. Yo pediría que esta impaciencia la tuviéramos con la dependencia. Cercanías es un problema que afecta a los catalanes y que no está en las manos del Govern de la Generalitat resolverlo. Sólo lo puede resolver el Gobierno español. Llevamos 40 años de Constitución y la dependencia no ha servido para resolver el problema. Estos son los costes de la dependencia.

¿Puigdemont es nacionalista o no?
Del punto de vista en que se entiende el nacionalismo en Europa, no. Siempre nos hemos encargado de decir que nosotros cuando hemos defendido el catalanismo, el soberanismo, el independentismo siempre hemos dicho, alerta porque la acepción que hay en Europa del concepto nacionalista es justamente al otro lado de lo que somos nosotros. Nosotros combatimos eso, porque somos víctimas de este nacionalismo. El catalanismo siempre ha sido víctima de este nacionalismo.

El catalanismo ha sido una reacción contra el nacionalismo...
El catalanismo siempre ha sido una minoría nacional. Las minorías nacionales siempre se tienen que defender ante los nacionalismos de Estado que tienen una vocación expansionista. En nuestro caso, no ahora, históricamente lo que ha movido el catalanismo cuando era regionalista, cuando era nacionalista, cuando era autonomista y cuando es soberanista es siempre lo mismo: nosotros nos tenemos que defender como realidad nacional, porque es una realidad nacional amenazada. La lengua está amenazada, la cultura, las instituciones... Como minoría nacional nos asiste el derecho a la autodeterminación, porque es un derecho pensado para proteger a las minorías de la tiranía de las mayorías. Por eso nace este derecho. Por eso lo reivindicamos. ¿Quien nos ha combatido, quién ha sido? El nacionalismo que ha trinchado Europa. Franco, aliado de Hitler, no eran unos partidarios que digamos del derecho a la autodeterminación de Catalunya. Y estos señores son responsables de atrocidades los siglo XX en el continente europeo.