La reforma del reglamento debatida este martes en la Mesa ha provocado la ira de la mayoría de grupos de la oposición, que han acusado a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, de querer cambiar las normas en beneficio propio. Así pues, tanto el PSC como Vox, los comunes y Ciutadans han reprobado a Borràs por querer eliminar los artículos 25.1 y 25.4 del reglamento, que hacen referencia a la suspensión de los diputados cuando a estos se les abre un juicio oral.

Los grupos creen que la presidenta de la Cámara catalana ha impulsado esta modificación del reglamento, que incluye otros cambios, para blindarse ante las acusaciones de corrupción que pesan sobre ella y que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya investiga. Y es que si este artículo es eliminado, Borràs no tendría que abandonar su escaño cuando el TSJC le abra juicio por el presunto fraccionamiento de contratos cuando dirigía la Institución de las Letras Catalanas.

La oposición, en contra

Desde el PSC, su portavoz, Alícia Romero, ha denunciado que no es a la Mesa a quien le corresponde impulsar una modificación del reglamento y ha acusado a Borràs de incluir elementos "de parte" como es la eliminación del artículo 25.4. Más explícito ha sido el diputado socialista en el Congreso José Zaragoza, que en una entrevista en TVE ha afirmado que "choca mucho que la prioridad del Parlament de Catalunya después de dos años de parálisis política, dos años de pandemia, sea reformar el reglamento para proteger a su presidenta".

 

El portavoz de Vox, Joan Garriga, también ha coincidido en señalar que se trata de una "reforma ad hoc de la presidenta" y ha calificado de "gravísimo" que Borràs "se quiera proteger utilizando las instituciones". Garriga, además, ha indicado que "las pruebas son bastante claras", vaticinando de esta manera que Borràs será condenada.

 

Desde En Comú Podem, su portavoz, David Cid, ha querido ser claro y ya ha expresado el rechazo de su grupo a esta reforma si pasa por la eliminación de estos artículos. Cid ha apuntado que es una modificación hecha "a la carta" por la situación en que se encuentra Borràs y ha insistido en que "no tiene sentido dar pasos atrás en la lucha contra la corrupción". "Lo último que falta es que Borràs ponga su foto en la fachada al lado del escudo", ha ironizado.

 

El líder de Ciutadans, Carlos Carrizosa, también ha acusado a Borràs de "tener prisa" para protegerse ante la abertura de juicio que en cualquier momento podría dictar el TSJC y ha apuntado que parece una idea lanzada por el abogado Gonzalo Boye. "Si se abriera ya juicio oral, Borràs quedaría suspendida y ya no sería presidenta. Y como no se puede borrar el delito, pues borran el reglamento", ha criticado.

 

Sin recorrido jurídico

Sin embargo, tanto Garriga como Carrizosa han reconocido que no ven cómo podrían recorrer judicialmente esta reforma —si sale adelante—, ya que, según han dicho, el reglamento se basa en el consenso político de los grupos.

 

Imagen principal: la presidenta del Parlament, Laura Borràs, en una votación en un pleno / Foto: Sergi Alcàzar