El PSC se ha convertido en una pieza clave en vistas a la batalla por el liderazgo del PSOE. Hace unos días el primer secretario Miquel Iceta prometió a la lideresa andaluza, Susana Díaz, neutralidad en la elección del secretario general. Esta respuesta se adelantaba frente un posible temor de la federación de Andalucía  que Iceta posicionara del lado de otro candidato, como el antiguo líder, Pedro Sánchez. Así las cosas, la gestora provisional que manda en Ferraz recela y ya no descarta consumar la amenaza, en un momento en que Sánchez hace campaña por España, sin descartar presentar batalla en el Congreso Federal que podría haber en primavera.

La cuestión es que en Ferraz piensan que hay unas "asimetrías" a corregir, como a consecuencia de que el PSC participe de los órganos de dirección, pero no acate las órdenes como la de abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Por eso, estudian expulsar a los catalanes de los órganos federales del partido para estar en equilibrio, como la CDU-CSU alemanas. Así las cosas, los socialistas catalanes no lo quieren: el secretario de organización del PSC, Salvador Illa, opina que la posibilidad de que los militantes de su partido no participen en la elección del líder del PSOE en el próximo congreso "queda aparcada".

La cesión para aparcar este designio podría venir de la mano de un cumplimiento efectivo por parte del PSC de la Declaración de Granada, después de abandonar la idea de la vía canadiense, que tantos recelos había levantado. Pero parece que ya no es suficiente para la gestora provisional, ahora que la militancia catalana suma 20.000 afiliados dentro de los 190.000 totales y el congreso para escoger nuevo líder puede ser inminente. Así, el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, no descartaba la expulsión. "No quiero anticipar ninguna posición, hay que ser respetuoso con el proceso de diálogo que abrimos", ha respondido.

Las declaraciones se han producido en el marco de la reunión de la comisión negociadora celebrada en Ferraz, y que tiene que redefinir sus relaciones en unos dos meses. Precisamente, no se descarta que haya un comité federal en enero para avalar el resultado. Hasta entonces, tanto Illa como Jiménez han coincidido en que ha sido una reunión "franca y positiva" y en que la voluntad de los dos partidos es seguir caminando juntos. De hecho, Jiménez ha asegurado que eso es "lo más importante", aunque después no ha querido precisar cuáles son las diferencias que hay en sus planteamientos. Pero el PSC preocupa en vistas a la elección del secretario general.