El nuevo portavoz del PPC en el Parlament, Alejandro Fernández, ha alertado de la "batasunización" de la política catalana en manos de una CUP con prácticas de "kale borroka (violencia en la calle) de baja intensidad". Fernández ha emplazado a reflexionar a JxSí sobre sus "compañeros de viaje".

Fernández –que relevó como portavoz parlamentario del PPC a Enric Millo después de su nombramiento como delegado del Gobierno en Catalunya– ha criticado duramente a la formación anticapitalista después de la polémica por la quema de fotografías del Rey.

En Catalunya, ha avisado, "se está produciendo una batasunización de la política y de algunos espacios urbanos, una cosa que ocurría en el País Vasco," con episodios como la quema de fotos de Felipe VI como protesta por las posteriores detenciones.

En lo que ha calificado como "kale borroka de baja intensidad", como "quemar fotos de gente o amenazar de muerte políticos con pintadas", Fernández ha opinado que estas acciones son "incompatibles con la democracia, porque no es libertad de expresión".

"Tiene mucho que ver con la influencia que está teniendo la CUP y su manera de ver la política muy próxima a los postulados históricos de Batasuna. Para una persona totalitaria, cuando alguien discrepa inmediatamente" es "amenazado", ha aseverado.

Según su opinión, "cuando se empieza con estas cosas uno ya no sabe nunca donde acaba, porque rompiendo la foto de una persona estás cosificando, estigmatizando y señalando con el dedo, prácticas que por desgracia vimos durante muchos años en el País Vasco. Eso tendría que llevar al Govern a reflexionar sobre sus compañeros de viaje".

Unos paralelismos con Euskadi que han llevado a Fernández a afirmar que dado que el proceso independentista en Catalunya acabará "igual o peor que el del exlehendakari Ibarretxe", se abre, en cambio, una "extraordinaria oportunidad" para "establecer las bases para construir una alternativa de gobierno" ante el soberanismo.

A pesar de admitir que PPC, Ciudadanos y PSC "están lejos de la mayoría", ha confiado que: "Las cosas pueden cambiar y creo que no estamos muy lejos de que los tres partidos sumamos una mayoría" para formar una "alternativa al nacionalismo", pues "sería muy sano que hubiera por fin un gobierno no nacionalista en Catalunya".

Una "estrategia" con la que trabaja su partido, con la "confianza total que será posible más pronto de lo que nos pensamos", ha afirmado incidiendo en la "volatilidad" de la política catalana.

Y es que, ha denunciado, "el proceso independentista tiene que ver con el nacionalismo romántico y sentimental, una ideología que ha llevado a los peores fantasmas del siglo XX y que es absolutamente perversa, por lo que lo necesario y sano para Catalunya es que pueda gobernar otra ideología".

De momento, Fernández, que en el pleno de la próxima semana será el encargado de defender en nombre de los populares la posición contraria a tramitar el proyecto de presupuestos para el 2017, ha denunciado que estas cuentas tienen "el signo del pacto con la CUP, ya que no solo no están al servicio del crecimiento económico, sino al servicio de destruir las bases de la economía de mercado" y de "malgastar" recursos en el proceso independentista.