Todas las portadas de este viernes silencian el informe del Comité de Asuntos Legales y Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que considera muy elevadas las penas impuestas a los políticos catalanes condenados por el 1-O y pide su libertad. También que se abandonen tanto las extradiciones de los exiliados como las causas abiertas a los más de 3.000 perseguidos por aquel mismo motivo. España, en concreto la actuación del Poder Judicial contra el independentismo catalán, queda a la altura del betún. Se le hacen hasta seis recomendaciones concretas, además de poner en evidencia, con buenas palabras, las irregularidades y contradicciones del caso catalán. No es la primera vez que ocurre, pero ésta con el agravante que empareja España con Turquía en el mismo expediente, como queriendo señalar la semejanza entre uno y otro país. Es fuerte no dar eso en portada si aprecias de verdad a tu país y los derechos y libertades de tus conciudadanos.

Un motivo que explicaría el silencio de los diarios —que quizás excepto La Vanguardia abren con asuntos que no resisten comparación— es que el informe debe ser votado en el plenario del mes de junio y aun se puede retocar. También el esfuerzo del Ministerio de Asuntos Exteriores español, que en su nota de prensa dedica seis párrafos a glosar las 15 líneas del informe donde, según el ministerio, la mencionada comisión "avala la actuación de España en relación a los políticos independentistas catalanes" (mentira), la actuación de los cuales considera "inconstitucional e ilegal" (mentira) y que la justicia española actuó "dentro de los parámetros de un Estado de Derecho" (mentira). La misma nota dedica sólo cinco líneas del último párrafo a las recomendaciones que se hacen a España, entre otras que "la situación tiene naturaleza política y no se resolverá con el Código Penal, sino a través de una negociación política dentro del orden constitucional" —que, como recuerda antes, se puede modificar.

La (poca)vergonya de los diarios

El factor que debe pesar más, sin embargo, es —y perdón, porque aquí ya se ha dicho unas mil veces— la vergüenza de los diarios por estar en el lado del recibir del informe del Consejo de Europa, dado que son colaboradores directos en la fabricación y difusión del relato sobre el procés y el 1-O como un golpe de estado "posmoderno", "violento", "sedicioso", etcétera, que acabó sustanciado en los más de cien años de prisión impuestos por el Tribunal, Supremo. Después, para añadir humillación a la herida, los diarios han alabado la proporción, imparcialidad y respeto a la ley del todos los actores de la represión, incluidos informes manipulados, acusaciones políticas y declaraciones anónimas. Los libros de algunos cronistas del juicio incluso aseguran que no hubo vencedores ni vencidos, bla, bla, bla.

Hablamos, por ejemplo, de la obstinación en negar la condición de presos políticos a los presos políticos (los "políticos presos") o la de exiliados a los exiliados (los "fugados"). El informe recuerda la Resolución 1900(2012) de la Asamblea del Consejo de Europa sobre la definición de presos políticos, y "considera que los políticos detenidos por haber hecho declaraciones en el ejercicio de sus mandatos políticos que respeten los límites de la libertad de expresión mencionados anteriormente se encuentran bajo esta definición y tendrían que ser liberados sin demora". Por eso pide al Estado español que libere cuanto antes mejor a los independentistas condenados.

El invento de la violencia sin violencia

En otro momentazo, el informe afirma que "es indiscutible que ninguno de los políticos en cuestión llamó a la violencia". Indiscutible. Acto seguido explica con un deje de ironía cómo la justicia española (y también los mismos diarios que hoy callan en portada), para justificar la sedición, puso en circulación "interpretaciones novedosas, como la noción de 'violencia sin violencia' desarrollada por la fiscalía [española], según la cual el gran número de manifestantes ejercían coacción psicológica sobre los agentes de policía que los enfrentaban, y un significado muy amplio del término 'insurrección tumultuosa' requerido por el delito de sedición". Y así todo.

Vale la pena leer el informe. Sus redactores han hecho más trabajo que muchos diarios. ¿Por qué lo habrán hecho? Pues porque el Consejo de Europa es la principal organización en defensa de los derechos humanos del continente. Pertenecen al Consejo todos los estados europeos excepto... Bielorrusia. Los comisionados han hecho el informe porque no quieren ser Bielorrusia, un país que secuestra aviones para detener periodistas y encarcela a los disidentes. A los diarios españoles, en cambio, Bielorrusia igual ya les viene bien.

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