Los diarios de Barcelona ofrecen este miércoles diversidad de aventuras en torno a La Foto del encuentro entre el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el rey Felipe VI. Ha sido un encuentro breve y frío, al margen del protocolo, pero la Casa Real ha sido hábil y La Foto desemboca en todas las portadas. La Vanguardia se limita a los hechos limpios y crudos y va al grano, sin valorar el encuentro poco ni mucho. Lo atribuye indirectamente al deseo del presidente de estar cerca del presidente coreano y no a ningún "deshielo" ni a la "presión" de los empresarios, como hace la prensa de Madrid (lo verás más abajo). Además, escoge el fotograma donde Aragonès y Felipe VI se miran, el president con las manos cogidas, señal de que no quiere más contacto que el visual. El Periódico da todo el mérito al Cercle d'Economia —el clásico relato de la oportuna, benéfica y salvadora mediación de los empresarios, etcétera—. Ara lo presenta como el esfuerzo del Gobierno por "reconectar al Rey con Catalunya" —y es el que sabe hacer quedar mejor a Aragonès—. Esta narrativa es más prudente que la del "deshielo" que con tanto entusiasmo vende El País. En El Punt Avui el tema es otro, más local: los malabarismos del Govern con la visita real, término que destila cierta desaprobación o reticencia.

Las portadas de fantasía son las de Madrid. Cada diario ha añadido a La Foto la literatura y el brilli-brilli de que ha sido capaz en función de sus deseos, imaginación y/o mala leche. Algunos se han lanzado a fabular para dar al acontecimiento un volumen y una solemnidad tan fuera de lugar que te tienes que reír. Quien hace un recuento más contrahecho es, sorpresa, El País, casi transvestido en Hola! Dice que Aragonès "participó ayer con el rey Felipe VI en un acto con empresarios" (eso es como llamar cumbre al paseo de Sánchez y Biden), y que es "un primer paso en el deshielo de las relaciones entre la Generalitat y la Monarquía, rotas en la presidencia de Quim Torra". Si repasas los vídeos y fotos del momento estarás de acuerdo que una presentación tan rosada más bien manifiesta los deseos del diario que informa. La foto que utiliza es la más formal y aburrida de todas —pero es la que refuerza su relato que president y Rey participaron juntos en alguna cosa.

ABC y La Razón parece que se pusieron de acuerdo. Ambos fabrican la narrativa de que los empresarios obligaron al president a encontrarse con el Rey. En su imaginación, La Foto aparece como la escena de La Rendición de Breda, el famoso cuadro de Velázquez conocido como Las Lanzas. Ciertamente, este relato explicaría la confusión y el misterio sobre el estar y no estar del Govern en la visita de Felipe VI a Barcelona —pero no la realidad—. En fin, la oportunidad de presentar el encuentro como una derrota era demasiado fuerte para dos diarios que entienden la política como una guerra a muerte donde sólo puede quedar uno. Al menos, respecto al Trío de la Bencina, la foto tiene una contrapartida: evita que hayan publicado la imagen de la quema del retrato gigante del Rey organizada por la Assemblea Nacional. La Razón, además, ha preferido promover otra historia de terror e imaginación, como es el informe de la Guardia Civil que acusa a los CDR de "grupo con finalidades terroristas". El circunloquio se utiliza para que no se diga que les acusan directamente de terroristas, pero también es señal de que los investigadores del cuerpo paramilitar no están seguros. O eres terrorista o no lo eres. El resto es humo y espejos.

El Mundo, como siempre, presenta la cosa con más mala baba —la portada retrata el carácter del diario de la cabeza a los pies. En el mismo bloque mezcla La Foto, la novela de los CDR (mira por dónde, años después, han descubierto que "tenían como objetivo a Casado") y la decisión de juzgar a Jordi Pujol e hijos. ¿Qué relación hay entre estas tres historias, que van en el mismo pack informativo? Pues es su manera de presentar a Catalunya o el independentismo —los accesos frecuentes de catalanofobia que sufre el diario hacen difícil saber exactamente qué: ya no sabes cuándo lo es y cuándo no. Además, la foto que ha escogido es la más graciosa de la serie porque Aragonès, Felipe VI y el presidente de Corea, Moon Jae-in, miran en direcciones diferentes, que es como el momento más no-encuentro del encuentro. ¿Qué habrá entendido el jefe de Estado surcoreano? Esta es LA historia. Lástima que ningún diario la cuente.

LV

EPC

EPA

AHORA

EP

ME

ABC

LR