Nada, un par de apuntes sobre las portadas postelectorales, sobre aquello que pasan de contrabando entre las cifras frías de los gráficos y la letra dura de los titulares. En la prensa de Barcelona todo es más simple. Para empezar no cuentan trolas ni hacen estraperlo con los hechos como los diarios de la derecha mediática madrileña, cosa que se explicará más adelante. El Punt Avui da la impresión que exulta o se emociona, mientras que Ara se lo toma con más distancia, al contrario que El Periódico —por primera vez en muchos días no parece irritado— que se saca del sombrero ese "Maragall II" engañoso pero simpático. Parece encantado con los resultados, como La Vanguardia.

No con todos los resultados, sin embargo. La victoria en las europeas de Carles Puigdemont, un coco para ambos diarios, la han castigado al rincón. Se ve raro desterrar así al ganador de las elecciones europeas en Catalunya con un 28% de los votos. Claro que manda el desenlace de Barcelona en el tiempo de descuento. Pero llevarse una victoria tan contundente sobre un rival, digamos tan directo, en un duelo que todo el mundo esperaba con tantas ganas, y sin poner pie en ningún acto de campaña, ya es una historia considerable, se llame el protagonista Puigdemont o Agamenón. Parece una manera de disimular que en estas contiendas electorales también estaba en juego la cuestión independentista. En fin, viva la libertad.

LV

EPC

EPA

AHORA

¿Casado ha ganado, que no?

En la prensa de Madrid llama mucho la atención el espíritu de corramos todos en dirección a Pablo Casado de la derecha mediática. Desde el batacazo electoral del PP el mes pasado en las generales, el trío de diarios de la cosa había dejado de lado al presidente-pre-si-den-te de este PP neoaznarista y más bien lo trataban con una mezcla de molestia y malhumor, como quien se ha encontrado un colchón en medio del pasillo de casa tras una mudanza mal hecha.

Hoy no. Casado puede pactar dos trifachitos en el Ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid y transformar dos derrotas en dos éxitos. Da la impresión que ha ganado las elecciones y, en realidad, solo se ha ganado una prórroga. Los tres diarios (El Mundo, ABC y La Razón) cuentan la misma mentira de tres formas diferentes. La más gruesa es la del diario de Francisco Marhuenda, que dice "Casado gana...". ¿Gana? Vaya. Los argumentos para justificar el acuerdo con Vox ya los fabricaron para las elecciones andaluzas. Una lección han aprendido esos diarios: no venderlo tan fácil. Así, en ninguno se menciona el necesario pacto con el partido ultra. Este acontecimiento les viene de perlas, eso sí, para obviar el trompazo que se lleva el PP en casi todo el resto de elecciones.

Probablemente le tocará sufrir ahora a Albert Rivera. La misma La Razón, que es el más pepero de los tres diarios, ya le dedica el titulito "El espejismo de Cs", señalando la diferencia de concejales (cerca de 18.000) a favor del PP.

La excitación por el falso positivo del PP es muy aguda en ABC, que pierde la cabeza con una prosopopeya como un castillo en el titular principal, donde atribuye a España la capacidad de haber decidido "no entregar todo el poder al sanchismo". Fascinante. Se ve que los electores que han votado socialista, que son los más, no son españoles o no forman parte de España. El frenesí de ver victorias populares por todas partes se complementa con el titular sobre las elecciones europeas, que cuelga a "populares y socialistas" la medalla de "resistir la avanzadilla del populismo". En realidad, esos dos bloques han perdido cerca de 90 eurodiputados. La verdad la explican El País y El Mundo: quien ha frenado a los ultras en Europa es el auge de verdes y liberales, que han sumado unos 60 escaños más de los que tenían.

LR

ABC

ME

EP