Hoy se cumplen dos años de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils. Las portadas van de eso, excepto las de ABCEl País. La del tabloide monárquico, ya ves, es un póster dedicado a la primera entrevista que otorga a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Llama la atención que el "programa liberal" de la lideresa se resuma en la frase "defenderé la libertad con uñas y dientes". Una política de 40 años que dice eso en la España del 2019, o está en la luna de Valencia o no ha entendido qué quiere decir ser liberal. Quizás ambas cosas. La decisión de El País de no recordar los atentados es difícil de entender.

El tono general de las portadas que se ocupan del 17-A es de no meter bulla. Qué contraste con las que se vieron los días siguientes al atentado, en medio de la confusión, cuando salía gratis señalar al independentismo o a los Mossos d'Esquadra por aquellos atentados. El Periódico, por un poner un caso, entrevista al agente que abatió a los terroristas de Cambrils. Ni rastro de The Nota ni de su beligerancia con la policía catalana.

La Vanguardia pone hoy la guinda al pastel de las informaciones con que se ha esforzado en blanquear la relación del imán de Ripoll con el CNI —resumen: todo muy normal— y la actuación previa de los cuerpos y fuerzas de seguridad españoles. Lo hace con una oportuna entrevista al comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent. Muy diplomáticamente, el comisario confirma aquello que el diario ha defendido hasta ahora. Curioso. Su nombramiento fue saludado por el mismo diario con este titular: "El Gobierno releva al jefe de los Mossos por uno más afín". La crónica de aquel día —y las de días siguientes— explicaba la designación de Sallent como una decisión puramente política y sembraba dudas sobre su idoneidad. Alguna cosa habrá cambiado para que el diario se fíe ahora del comisario.

El Punt Avui cuida el territorio, que se como llaman en Barcelona a la Catalunya que no es Barcelona. Habla del estado de cosas en Ripoll, donde se formó la célula yihadista. El tono es optimista. La información no tanto.

Ara dice que la célula yihadista también quería atentar contra la Sagrada Familia, el Camp Nou y la torre Eiffel. En la crónica matiza, sin embargo, que los terroristas "habían tenido entre sus planes" esos atentados, que es lo que ya se sabía gracias a la investigación de Fernando Reinares y Carola Calvo publicada en enero del 2018 en CTC Sentinel, una revista especializada. Ese diario añade una información muy interesante: el buen resultado de la incorporación de los Mossos al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado y su próxima entrada en Europol, dos hechos que de alguna manera rectifican la política de aislar a los Mossos que había seguido el ministerio del Interior antes de los atentados.

La Razón sigue donde siempre: Barcelona está en riesgo, etcétera, en tono alarmista. La respuesta se la da el comisario Sallent en La Vanguardia: "El escenario es mejor que en 2017: llevamos un año y medio sin ataques en Europa". Claro, si el periodismo hay que hacerlo con hechos comprobados, algunos diarios no se publicarían nunca.

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