Podemos, Barcelona En Comú y Compromís se han encontrado hoy durante la XI asamblea nacional de ICV, en la que se daba paso a los nuevos coordinadores de los partidos y, envueltos de un ambiente festivo y de complicidad, han aprovechado la ocasión para cargar contra el Gobierno en funciones, contra la no investidura y para pedir un gobierno "progresista".

El primero a intervenir ha sido el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que se ha dirigido a la militancia de ICV en catalán dándoles la "bona tarda" y poniendo de relieve que "es muy especial para mí intervenir en esta asamblea". Iglesias ha destacado que "es muy bonito el espacio político que se está construyendo en Catalunya" y ha querido dejar claro que "no me toca a mí decidir este proceso", que "lo miro desde la distancia con mucha ilusión". 

También ha emplazado a todas las confluencias de la formación lila a "seguir existiendo" para "mantener el ADN" de todas las organizaciones de Podemos y, así, "construir este nuevo espacio" en Catalunya.

Contra las amenazas en las clases populares

Entrando en el terreno de la investidura –de momento fallida–, el secretario general de Podemos ha puesto de manifiesto que "estamos dispuestos a gobernar con otros, pero nunca como fuerzas subalternas".

La vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, ha continuado con la línea de Iglesias y ha cargado contra el Gobierno en funciones y la situación actual porque, por ejemplo, "Panamá no funciona sin la amenaza a las clases populares".

Oltra se ha lamentado de que, mientras "recortan en derechos, se sientan en sillas pagadas en Génova y le pagan a Florentino 1.300 millones de euros". Por todo esto, ha aprovechado para emplazar al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a no "sentarse" ni con el PP ni con Ciudadanos porque, estos últimos, "nos niegan el pan y la sal". "¿Cómo podemos confiar en unos que en la primera de cambio traicionan aquello que han firmado en un documento?", ha cuestionado.

Por su lado, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha querido recordar especialmente a las pescaderas después de que la semana pasada el escritor Félix de Azúa la instara a "servir pescado". "Las pescaderas nos tenemos que dedicar a la limpieza y por eso decimos que sí que nos representan", ha dicho sonriente, y ha hecho un llamamiento a "recuperar las instituciones al servicio de la gente", así como a "fortalecer este espacio común".