Podemos ni se crea, ni se destruye: sólo se transforma. La formación morada inicia este sábado un proceso de reflexión sobre cuál deberá ser la estrategia del partido de ahora en adelante. Las elecciones del 26-J se saldaron con la desmovilización de un millón de votantes, que llevó a algunos sectores a cuestionar la alianza con Izquierda Unida. El partido no ha conseguido que la estrategia de "asalto al cielo" los catapultase directamente al poder. Unidos Podemos estará en la oposición como tercera fuerza –detrás del PSOE– y teme que la nueva situación como "partido normal" les salga mal.

"Puede que ganemos las elecciones en cuatro años o que nos demos una hostia de proporciones bíblicas", aseguraba el secretario general del partido, Pablo Iglesias, en la inauguración de un curso en El Escorial. Iglesias asume su papel de oposición con temor. "No está claro que podamos articular todo esto. Estoy acojonado", confesó el líder sobre un debate que comenzará hoy en el Consejo Ciudadano y desembocará en los próximos meses en una nueva Asamblea Ciudadana. Según Iglesias, debería celebrarse entre finales de este año y principios del próximo.

El punto a resolver es si la normalización parlamentaria les hará perder apoyos, una vez agotada la "hipótesis Podemos". Esta se identificó en la asamblea de Vistalegre el año 2014, donde el partido encontró en la movilización del 15-M de 2011 una grieta con que "asaltar la crisis del régimen", como ellos han descrito. Las elecciones europeas, municipales, autonómicas y estatales les permitieron avanzar fugazmente, como "máquina de guerra electoral". Pero una vez superada la fase relámpago, Podemos se enfrenta a la conversión "de partisano a ejército regular".

"Un partido normal"

A Iglesias le preocupan cuestiones formales como la "burocratización", que deberá desentrañar junto a los círculos y las federaciones territoriales. El secretario político, Íñigo Errejón, se centra en la esencia y defiende la moderación para atraer a los ciudadanos a quienes podrían causar temor. "No queda ni mucho menos excluida la posibilidad de que Podemos gobierne en España, pero será otro Podemos, otra cosa. Más predecible, menos sexy, y que genere menos miedo, menos incertidumbre", preconizó el estratega de la formación.

Errejón tiene una visión pragmática de la política que le ha llevado a los 71 escaños con las tesis sobre la transversalidad. Sentados en el escaño, Podemos opera en la dinámica clásica derecha- izquierda. Así las cosas, su eje "los de arriba y los de abajo" ha perdido fuerza. El viraje hacia los ciudadanos que "sólo se decantan por una u otra formación política cuando creen que ganará" se prevé inminente. Es decir, hacia quienes no compran relatos sobre "pueblo y patria", sino resultados porque miran lo público desde la distancia.

El objetivo también pasará por articular una fórmula a medio camino entre la calle y el parlamento. Irene Montero reconoce que si en adelante sólo miran hacia sus activistas y fieles emocionales estarán "abocados al fracaso". Sin embargo, ella apuesta firmemente por no obviar las luchas ciudadanas. "No podemos parlamentarizar nuestra actividad de forma que los sectores populares queden de nuevo fuera de la vida política de nuestro país. De forma que se sientan excluidos", dijo la jefa de gabinete de Pablo Iglesias.

El 26-J

El debate de largo alcance no cae en el vacío. La secretaria de Análisis Político y Social, Carolina Bescansa, expondrá en este Consejo Ciudadano los motivos del pinchazo el 26-J, a partir de un informe demoscópico que ha elaborado. Ha avanzado que ni la coalición con IU, ni el liderazgo de Iglesias habrían contribuido a restar votos, que el millón de votantes perdidos no se ha ido a otros partidos sino a la abstención; y que la estrategia de centrar la campaña en extender la mano al PSOE, mientras los socialistas les "atacaban frontalmente", ha perjudicado. Autocrítica nula.

Más allá de los escaños, el partido no duda de su hegemonía cultural, como teorizaba uno de sus referentes, el filósofo italiano Antonio Gramsci. "Hemos podemizado España, a la vez que nos hemos impregnado mucho más de nuestro país. El Podemos de hoy se parece mucho más a España que el Podemos hace dos años ", indicaba Errejón. Entre la guerra y el relato, el corto plazo y el largo, es donde Podemos busca la paz como fuerza de oposición con vocación de gobernar algún día.