La Mesa del Parlament ha convocado ya el pleno de la semana que viene, el último del primer periodo de sesiones, y no ha incluido en el orden del día la votación de las conclusiones de la comisión del Procés Constituent. Por lo tanto, mantiene la decisión del miércoles, cuando sólo se limitó a "tomar nota" sin elevar las conclusiones a la sesión plenaria. El día anterior, el Tribunal Constitucional (TC) había advertido a la Mesa que tenía que impedir "cualquier iniciativa" que impulsara el proceso constituyente.

Con esta decisión, la Mesa de la cámara catalana deja en manos de los grupos independentistas la decisión de incluir o no la votación de las conclusiones a última hora en el mismo pleno. Y tanto JxSí como la CUP están dispuestos a sacarlo adelante y forzar que se puedan debatir y ratificar en el próximo plenario.

Ayer mismo, la presidenta del grupo parlamentario de la CUP, Mireia Boya, manifestó en Els Matins de TV3 que "no tenemos ninguna duda de que la conclusiones se votarán". Así como la portavoz de JxSí, Marta Rovira, quien el miércoles aseguraba que tienen "el reglamento, la voluntad y la mayoría suficiente para llevar las conclusiones de la comisión de estudio del Procés Constituent al pleno". "Seguiremos adelante", declaró desde el faristol del Parlament.

De hecho, se puede alterar el orden del día si lo acuerda el pleno con mayoría, a petición de la presidenta, de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de los diputados. De esta manera, toda la responsabilidad respecto a si finalmente se hace o no el debate recaería en el hemiciclo y no sobre la mesa. Se trataría básicamente de un tejemaneje parlamentario para poder esquivar las advertencias del Constitucional.