Miquel Sellarès (Barcelona, 1946), periodista y activista político, recibe a El Nacional en la sede de l'Opinió Catalana, colectivo que preside. Este viernes intervendrá en la conmemoración de los 40 años de la primera Diada después de la muerte de Franco, celebrada en Sant Boi, que convocan ERC, la CUP y Podemos. Aquel lejano 11 de septiembre del 76, él fue el organizador del acto, del cual ha quedado para la historia la frase “Que la prudencia no nos haga traidores”, del recientemente desaparecido Jordi Carbonell. Sellarès explica el sentido de la cita, además de recordar cómo se gestó aquella primera celebración tolerada del Onze de Setembre. Como fundador de Convergència -partido que dejó-, además de miembro fundador de la Assemblea de Catalunya, impulsor del nacimiento de los Mossos d'Esquadra, o secretario de Comunicación del primer tripartito, Sellarès tiene mucho que decir también sobre la política actual, así como del proceso de independencia, objetivo por el cual ha luchado toda la vida 

Se cumplen 40 años de la gran manifestación de la Diada del 76. ¿Qué destaca de aquel día?

La irrupción democrática que representó. Las manifestaciones previas habían sido ilegales: íbamos con zapatillas por si teníamos que salir corriendo. El año 76, el franquismo estaba agonizando, así que nos presentamos al Gobierno Civil de Barcelona para decirle que queríamos manifestarnos el Onze de Setembre.

¿Por qué se escogió Sant Boi para acoger la manifestación?

No lo escogimos nosotros. Nos obligaron. Negociamos hacerla en el Parc de la Ciutadella, pero el Gobierno Civil y el Ministerio del Interior no nos dejaron. Estaban muy nerviosos. Escogieron Sant Boi porque era un sitio muy mal comunicado en aquel momento, difícil de llegar desde Barcelona, y creían que ello provocaría una gran desmovilización. Nosotros dudamos de hacer la concentración en la Ciutadella igualmente, sin permiso, y tener que prepararnos para el conflicto, pero ya estábamos en la pantalla democrática.

Aquella Diada, los grises acabaron repartiendo hostias contra los falangistas

Usted fue uno de los organizadores de aquella Diada, la primera después de muerto Franco, y se encargó de los temas de seguridad. ¿No había demasiado riesgo de disturbios?

El Gobernador Civil me encargó llevar las 'bridas del caballo', y me puso a un policía al lado, para que trabajáramos juntos. Por primera vez colaboramos con las fuerzas de seguridad del Estado: era la única manera de poder celebrar la Diada. En un momento dado de la manifestación, se acercó un grupo falangista. Los grises, la policía del Estado, estaba situada a cierta distancia de la concentración, y fueron ellos los que actuaron contra la extrema derecha, no nosotros. Fíjese: los grises acabaron repartiendo hostias contra los falangistas.

Imagen: Sergi Alcàzar

De aquella manifestación se recuerda la cita "Que la prudencia no nos haga traidores" de Jordi Carbonell, recientemente desaparecido.

La transición representó la amnistía para los franquistas, su victoria, el hecho de permitirles que cambiaran de camisa. Ahora se ve: hicieron una Constitución que es una jaula para las naciones. Por eso Jordi Carbonell dijo aquella frase. Su discurso fue rompedor y representó "el queremos ir más allá".

Los chicos de Solé Tura nos decían que habláramos en "la lengua del proletariado" 

Pero el año 76 hablaron otras personas en la concentración, además de Carbonell. Y no todos de izquierdas.

Había Miquel Roca, no como fundador de Convergència, sino como representante del Consell de Forces Polítiques de Catalunya. También habló un tal Octavi Saltor, que representaba a la derecha, y que estuvo en el acto porque lo querían los poderes fácticos, como La Caixa o La Vanguardia.

En cualquier caso, la manifestación fue más transversal que esta vez.

A mí esta vez me han pedido ir ERC y la CUP, y sobre todo me tira mucho acudir porque asistirán los secretarios generales de UGT y CCOO. Me hubiera gustado que en el acto también pudiera hablar Miquel Roca, en conmemoración del discurso que pronunció hace 40 años, y que hubiera venido la gente de CDC, de Demòcrates, de Unió... Pero no lo he organizado yo. Dejémonos de batallas... Por otra parte, tampoco veo mal que se realice un acto conjunto de la izquierda nacional. Me gusta que en el Baix Llobregat se haga una concentración con toda la izquierda, y que no esté fraccionada como en mi época.

El procés no tiene por qué acabar si hay tripartito de izquierdas

¿Más fraccionada que ahora?

Por ejemplo, hace 40 años, toda la extrema izquierda del país era españolista. Y lo sé porque estaban dentro de la Assemblea de Catalunya. Los chicos de Solé Tura nos decían que habláramos en "la lengua del proletariado". Se referían al castellano, claro. Por eso hablo bien de la CUP, aunque yo no sea de extrema izquierda. Ellos son independentistas, e incluso más radicales que nosotros (hablan de Països Catalans, etc.). Ahora no es como antes.

Imagen: Sergi Alcàzar

¿Y qué opinión tiene sobre los comunes?

Las buenas relaciones con los comunes son vitales. El "pescado que se tiene que pescar" para el independentismo es el espacio de los comunes. Con ellos podemos pasar del 48% al 60%. Estoy contento con el hecho de que a la manifestación de Sant Boi vaya la gente de Colau e Iglesias. De hecho, me fastidiaría que no estuvieran.

Me da mucho miedo perder 30 años hasta que Domènech y Colau se den cuenta de que España no cambiará

¿Se cree la propuesta de Podemos de celebrar un referéndum para Catalunya?

Considero positivo que defiendan el referéndum, pero la historia es la historia. Parte de la izquierda española siempre ha defendido eso, ya desde que se restauró la democracia. El mismo Alfonso Guerra hablaba de derecho a la autodeterminación. Pero después de todo, el sentido de Estado que tienen los españoles, y que no tenemos los catalanes, se impone. Por eso, yo me creo que Domènech y Colau se crean de buena fe que España cambiará, pero me da mucho miedo perder 30 años más, y entonces se den cuenta de que no. Gutiérrez Díaz y su gente ya nos pedían en su momento tener paciencia, pero ya hemos visto que eso no funciona.

Hablando de izquierdas... Algunos especulan que la manifestación de Sant Boi, entre ERC, CUP y Podemos, es la antesala de un nuevo tripartit...

Yo no lo veo, sinceramente. Estuve en el primer tripartit, con Carod-Rovira, como secretari de Comunicació, y no veo un nuevo tripartit. Sí que es cierto que si hay unas nuevas elecciones en Catalunya, podría pasar que la izquierda gane. Convergència no es eterna. Podría ser que hubiera una nueva mayoría de izquierdas. Y eso no es malo ni bueno.

La nueva Convergència tiene que dejar de darle la culpa a la izquierda

¿Podría significar eso el fin del procés?

¡No! ¿Por qué? Convergència se tiene que conformar con los votos que le dé a la gente. Los de CDC se tienen que plantear por qué en cada elección que pasa pierden votos. Y aún así, Homs nos lo pinta como una victoria, como hizo para las generales. Se tienen que plantear eso, y dejar de darle la culpa a la izquierda, que hace su trabajo. Es muy importante que Demòcrates y la nueva CDC se pongan de acuerdo y cubran el espacio de centro, y no se pierdan en batallas con la izquierda. La izquierda hace lo que CDC no puede hacer: buscar allí donde está el pescado.

Imagen: Sergi Alcàzar

Hipótesis aparte, lo que sí pasará, y de forma inminente, es la Diada del domingo. ¿Pronostica un fracaso de asistencia?

¿Hay gente que se ha desmotivado, que está cansada, sí, pero conocéis a alguien que haya dejado de ser independentista? Yo no. La gente acabará saliendo, sobre todo gracias a las cloacas del Estado. Les tenemos que agradecer la ayuda que nos proporcionan siempre, como lo que ha dicho ahora la Fiscalía del Estado [que se plantean seguir actuando contra los políticos independentistas]. Las declaraciones son de Estado totalitario. Son muy parecidas a las de Erdogan en Turquía, que parte de creerse tener la verdad absoluta. Erdogan... Otro que nos puede hacer mucho daño a nosotros.

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Europa tiene miedo, está en un momento muy difícil. Y situaciones como la de los kurdos, en Turquía, nos pueden afectar a nosotros. Nuestro proceso tiene que ser serio, responsable, no dar miedo a nadie. No se puede ir diciendo que si éste será un país fantástico, sin ejército, etc.: tenemos que decirles que seremos un país normal. Y que nos preocuparemos de las cosas al lado de Europa.

A la inteligencia del Estado le preocupa la tranquilidad de la reivindicación independentista

Ahora que lo menciona... ¿El ejército es irrenunciable en una Catalunya independiente?

Yo no digo eso. Pero ya tenemos bastante trabajo con crear un Estado, como para pelearnos en asuntos que vendrán después. Eso ya habrá un Parlament que lo legisle. No podemos decidir nosotros si tendremos ejército, eso va más allá de los estados. Actualmente hay una corresponsabilización con los otros países. Ahora bien, no me imagino Catalunya yendo con el lirio blanco en la mano, en lugar de tener ejército: hay cosas que desgraciadamente se tienen que tratar con las armas. España, por ejemplo, en esto es un país muy serio. Lo que tiene perdido es el procés catalán. A la inteligencia del Estado le preocupa la tranquilidad y normalidad de la reivindicación independentista. Ganaron en el País Vasco porque estaba ETA.

Si tuviera 15 años menos, me gustaría la propuesta política de Demòcrates

No querría acabar sin hablar de su papel en la conmemoración de Sant Boi de este año. ¿Qué dirá?

Diré que Catalunya es un solo pueblo, que la prudencia no nos haga traidores, y que la prudencia no nos haga esperar 40 años más. Quiero que haya unidad. Mire, en aquel tiempo, Josep Benet se enfrentó a las elecciones a Pujol, a pesar de ser amigo suyo, presentándose con los comunistas, sin serlo, precisamente para que no hubiera un enfrentamiento dentro de Catalunya por cuestiones de lengua o procedencia. Eso, aparte de avanzar hacia la autodeterminación, nos ocupaba a nosotros. Por eso somos tan contrarios al afán de Ciudadanos por dividir el país. Hace falta desmontar al PP y Ciudadanos, y crear una gran fuerza de centro en Catalunya... Fíjese, a mí, si tuviera 15 años menos, me gustaría la propuesta política de Demòcrates, al estilo partido demócrata norteamericano, y habiendo aparcado un poco el componente religioso. En fin... me reitero, que tenemos que ser un solo pueblo. Y eso diré en la manifestación.