La cuestión del diputado de Junts y exconseller Lluís Puig vuelve a poner el Parlament entre la espada y la pared. Y es que el Tribunal Constitucional ha notificado este martes por la mañana la Mesa de la cámara para informar sobre la anulación de la delegación de voto. Ahora bien, el órgano parlamentario no parece dispuesto a acatar sin ninguna resistencia, por lo que la mayoría de la Mesa ha acordado mantener vigente la delegación de voto de Lluís Puig "a todos los efectos jurídicos y políticos". La idea, pues, es que el diputado de Junts pueda seguir ejerciendo su derecho al voto mientras se encuentra en el exilio, en Bélgica, también durante este próximo pleno.

La Mesa ha estado reunida durante más de tres horas, debatiendo precisamente esta cuestión y obligando a retrasar una comparecencia de Laura Borràs en la cual ha informado de que no abandonará su cargo como presidenta. De hecho, ella misma ha informado que estado un debate "largo", y que continuará esta misma tarde, concretamente a partir de las 16.30 horas. Y es que la reunión de la mañana, a pesar de acordar mantener la delegación del voto, no ha servido para llegar a un consenso sobre cómo se tiene que poder acatar este acuerdo al cual se ha suscrito Esquerra Republicana, Junts y la CUP, mientras que el PSC se desmarca. "Veremos cómo se puede hacer el cumplimiento del acuerdo para mantener el voto de Lluís Puig", han informado fuentes de la Mesa. "Tenemos el acuerdo y ahora tenemos que ver cuál es su aplicabilidad". Con todo, la tarde de este martes tiene que servir para acordar de qué manera concreta se protege el voto de Lluís Puig contra la sentencia del TC.

La anulación solo afecta a los dos primeros acuerdos

El lunes de la semana pasada, el Tribunal Constitucional ya decidió anular la delegación de voto del exconseller, cumpliendo con un recurso que presentó el líder del PSC, Salvador Illa, contra el acuerdo de la presidencia de la cámara el cual se había materializado el 25 de marzo del año pasado y admitía la solicitud de Puig de delegar su voto. Al día siguiente, se llegó a un segundo acuerdo de la Mesa que confirmaba esta cuestión, y que el tribunal también tumbó el lunes pasado. En la resolución, el TC expuso que estima el recurso de Illa y afirmó que "se les ha vulnerado el derecho a ejercer las funciones representativas" con los requisitos que señalan las leyes, que se encuentran en conexión con el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos a través de sus representantes. Por eso, acordó "restablecer en los recurrentes su derecho" y declaró la nulidad del acuerdo de la mayoría independentista de la Mesa.

Ahora bien, según la mayoría de la Mesa, la sentencia del Constitucional "anula los dos acuerdos de marzo" del 2021 por los cuales se delegaba el voto de Puig. Pero recuerdan que, en la actualidad, aquellos acuerdos ya no son vigentes y no son los que amparan al diputado de Junts, porque a principios de junio se pactó uno nuevo.

Es por eso que los miembros independentistas de la Mesa consideran que el TC solo se pronuncia sobre los dos primeros acuerdos, y que la delegación se tiene que poder mantener porque el tribunal no se ha pronunciado sobre el acuerdo actual. La intención de ERC, Junts y la CUP es que Puig pueda mantener la delegación de su voto durante el pleno de esta misma semana, que empieza el miércoles, y que su voto "contabilice" como lo ha hecho hasta ahora, y no solo de forma simbólica. Por el contrario, el grupo socialista en la Mesa alerta que existe jurisprudencia anterior en relación con este caso, porque el TC ya anuló la delegación de voto de Carles Puigdemont y Toni Comín en 2018, mientras que el posicionamiento del Constitucional sobre los dos primeros acuerdos de Puig del mes de marzo evidencian que el pacto actual tampoco tiene que ser aceptado. Además, afirman que los letrados del Parlament han hecho "una advertencia de la legalidad" de esta postura.