En mayo de 2017 nació la Caja de Solidaridad, bautizada en sus inicios como Caja de Resistencia. Tenía como objetivo recaudar dinero para ayudar a los organizadores del 9-N a pagar las multas que les había impuesto el TSJC. Entonces el total de las sanciones a Mas, Ortega y Rigau sumaba 90.000€. El precio de la represión, sin embargo, se ha disparado en dos años a cifras millonarias. Rigau Mas Ortega Sergi Alcàzar

De momento, esta herramienta ha servido para pagar los 5 millones que el Tribunal de Cuentas exigía al expresidente, la exvicepresidenta y la exconsellera. Este martes los tres han comparecido para dar las gracias. Porque todos aquellos que han decidido colaborar poniendo dinero de su bolsillo "han hecho este esfuerzo sin mirar partidos, ni carnés, ni siglas, ni la propuesta política, es un referente de cara a actuar con unidad". Así lo ha destacado el propio Artur Mas, y lo han reforzado Ortega y Rigau, que han destacado la "necesidad personal de dar las gracias a la gente que de manera anónima, tanto si coincidían como no con nuestro objetivo político nos han ayudado".

Pero el mensaje de los tres no se ha quedado aquí. También han querido emplazar a la ciudadanía a seguir llenando la caja, para todos los nuevos represaliados que han seguido el camino que ellos arrancaron con el 9-N, "que esta ola de unidad no pare". Ahora para el resto de represaliados. "Algunos ya hemos pasado el mal trago, pero hay muchos otros detrás", ha subrayado Ortega. 

Una "revancha" que combatirán

A finales de julio el Tribunal de Cuentas respondió al recurso de Mas, Ortega, Rigau y Homs -y que incluía a seis personas más- no sólo confirmando la pena de casi 5 millones sino subiéndola 40.000€ más por gastos que no había contabilizado con anterioridad. El proceso en el Tribunal de Cuentas se puso en marcha a petición de Sociedad Civil Catalana, una vez el TSJC ya había dictado sentencia, excluyendo la malversación de los delitos por el 9-N. La condena quedó en inhabilitación y multas. Irene Rigau Artur Mas Joana Ortega Sergi Alcàzar

Mas ha expresado su indignación, no sólo por la doble persecución que califica de "revancha" sino también porque los miembros del Tribunal de Cuentas que les han condenado "días antes habían exculpado a la mujer de Aznar".

A pesar de no ser muy optimistas, no dan la batalla por perdida. El próximo paso será presentar un recurso al Tribunal Supremo. "No nos demos por vencidos, es una injusticia manifiesta", ha denunciado al expresident.