El marido de Esperanza Aguirre, Fernando Ramírez de Haro, conde de Bornos, tiene una cita este martes en los juzgados de Madrid. La causa, la demanda por la vía civil iniciada por su hermano, que lo acusa de haber vendido una pintura de Goya de la familia y no haberle pagado la parte que le correspondía, 700.000 euros. Es el último capítulo de una historia que comenzó hace más de cuatro años, cuando Íñigo Ramírez de Haro, cuñado de la expresidenta de Madrid, denunció por la vía penal la venta del cuadro al considerar que había sido ilegal y solo buscaba salvar de la quiebra a su hermano, que en aquellos momentos pasaba por dificultades económicas, según informa eldiario.es.
La pintura en cuestión había estado en la familia del conde de Bornos durante años. Era un retrato apócrifo del marqués de Villanueva del Duero. Dos años después de la muerte del suegro de Aguirre, en el año 2012, la familia descubrió gracias a un peritaje que se trataba de una obra de Francisco de Goya, una pintura que no estaba protegida como bien de interés cultural porque no había sido nunca catalogada por las autoridades culturales. Esta pintura inédita del pintor aragonés fue considerada por los comisarios de la National Gallery de Londres como uno de los "mejores retratos de Goya que había estado oculto a la luz pública". Francisco de Goya la habría pintado entre el año 1795 y 1800, justo en el período de su mayor éxito de toda la carrera.
Vendida por cinco millones de euros
Poco después de saberse de la autoría de la obra, el marido de Esperanza Aguirre vendió la pintura por cinco millones de euros a Juan Miguel Villar Mir, el que fue presidente de OHL, cantidad que llegó a una cuenta de la pareja Ramírez de Haro-Aguirre. En aquel momento, Aguirre presidía la Comunidad de Madrid. A partir de ese momento la venta del Goya comenzó un periplo en los juzgados. El cuñado de Aguirre, Íñigo Ramírez de Haro, denunció la venta por la vía penal. Según la querella que presentó en los juzgados, el trato era que se vendía la pintura y se repartían el dinero entre los seis hermanos, cosa que no llegó a pasar. La Audiencia de Madrid determinó que a pesar de que se había producido una donación encubierta, no había suficientes elementos para seguir adelante con el caso. La Fiscalía no quiso acusar por fraude fiscal. Fue entonces cuando el cuñado de la expresidenta inició la vía civil que hoy lleva al marido de Aguirre al Juzgado. Íñigo Ramírez de Haro reclama a su hermano los 700.000 euros que asegura que le corresponderían por la venta de Goya.