Desde el pasado 23 de julio, cuando Alberto Núñez Feijóo ganó las elecciones, aunque lejos de la mayoría absoluta, y Pedro Sánchez se vio con posibilidades de mantenerse en la Moncloa durante cuatro años más si pactaba con Junts y ERC, los dos partidos independentistas que obtuvieron representación en las últimas generales, una de las palabras más repetidas es amnistía. Esta es una de las principales reclamaciones que hacen republicanos y juntaires para dar apoyo al PSOE y que ha topado con un gran rechazo por parte de la derecha con española que ha pasado a la ofensiva para intentar evitarla por todos los medios. Mientras el PP y buena parte de la vieja guardia del PSOE se retuercen ante la posibilidad que los líderes políticos del procés, entre los cuales el president Carles Puigdemont, y buena parte del resto de represaliados desde el 2013 sean amnistiados, los socialistas siguen negociando con Junts y ERC esta norma. De hecho, los republicanos aseguran que ya la dan por hecha, ya que en el acuerdo por la Mesa del Congreso se incluía avanzar en la desjudicialización, un término que paraERC es sinónimo de amnistía. Aunque en España no se ha aprobado ninguna ley de amnistía política desde la de 1977, otra cosa son las amnistías fiscales, en otros países europeos estas han sido más habituales y de hecho, la ley que registraron los partidos independentistas en el Congreso en el 2021 incluye dos de estos ejemplos para demostrar la constitucionalidad de una amnistía, que, dejan claro, no tiene que ser el punto final del conflicto político entre Catalunya y el Estado, sino una manera de empezar de cero para poder resolverlo con un referéndum.

Una ley para enterrar el conflicto de Irlanda del Norte

De la misma manera que la ley de amnistía que está negociando el PSOE con los partidos independentistas genera mucha polémica, la que el pasado mes de septiembre aprobó el gobierno de Rishi Sunak en el Reino Unido también provocó una oleada de críticas. Este indulto general, que consiguió el visto bueno de la cámara de los comunes, va dirigida a todos los crímenes cometidos durante los conocidos como Problemas (The Troubles) en Irlanda del Norte, que se alargaron durante 35 años hasta la firma del Acuerdo del Viernes Santo. El objetivo de Sunak no es pasar página de este conflicto bélico que se acabó en 1998, sino que los militares británicos que se enfrentaron al IRA y que todavía son perseguidos penalmente por sus crímenes durante la guerra sucia no tengan que pasar por los tribunales. Sunak consiguió que la cámara de los comunes aprobara esta amnistía, pero con el rechazo de los principales partidos de Irlanda del Norte, los laboristas y también el gobierno de Dublín en contra. Una de las principales críticas que llegan desde Irlanda del Norte a la ley de los tories es el hecho de que las víctimas del conflicto quedan alejadas del centro del debate e incluso el gobierno de la República de Irlanda ha pedido un análisis jurídico de la norma de Sunak.

Esta amnistía, sin embargo, no es un proyecto del actual primer ministro sino que se remonta al liderazgo de Boris Johnson. Fue él quien presentó el proyecto durante la pandemia y todavía con las heridas del Brexit muy abiertas. Johnson diseñó esta ley, bautizada como Ley del Legado y la Reconciliación de los Problemas en Irlanda del Norte como plazo para que "prescribieran los crímenes cometidos para las dos partes" y hablaba de una comisión inspirada en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación después del Apartheid que se ha acabado concretando como Comisión para la Reconciliación y la Recuperación de Información. Ahora, la ley de Sunak recoge que se tiene que poner fin a todos los procesos judiciales relacionado con la era de los Problemas y dar inmunidad condicional ante la investigación a todo el mundo que coopere con los trabajos de la nueva Comisión". Según los cálculos que han hecho diferentes entidades en Irlanda del Norte, hoy todavía faltan un millar de asesinatos por resolver, cometidos por los dos bandos durante 35 años de conflicto. En total, murieron 3.500 personas durante los Problemas.

Discutida por víctimas de los dos bandos

La ley ha generado uns avalancha de críticas, entre ellas la de Amnistía Internacional de Reino Unido por Irlanda del Norte, que censura que esta ley está destinada a absolver a los responsables de los abusos relacionados con el conflicto bajo el pretexto de una reconciliación que llega 35 años después del Acuerdo del Viernes Santo. Las víctimas también están en contra: Billy McGranery, nieto de un asesinato en manos de un militar del ejército británico, ha denunciado públicamente que se trata de una "terrible injusticia", un término muy similar a lo que utilizaba en una entrevista hace dos años a Alan McBride, marido de Sharon, que fue asesinada en Belfast por la explosión de una bomba del IRA. Con la nueva ley, los responsables de sus muertes han dejado de ser perseguidos penalmente. Esto provoca que dentro del parido conservador, que ha aprobado la normativa, sea también un tema complejo: una parte, la que se ha acabado imponiendo, exigía poner punto final a aquello describen como una "caza de brujas" militares veteranos y otros que no querían oír hablar, ya que supone amnistiar combatientes del IRA.

El ejemplo portugués de la Revolución de los Claveles

En la proposición de ley de amnistía que los partidos independentistas registraron en el Congreso en el 2021, pero que ni siquiera empezó los trámites parlamentarios porque la Mesa la rechazó por inconstitucional, con el voto a favor de PSOE, PP y Vox, los independentistas hacían referencia a la ley de amnistía que se aprobó en Portugal en 1996 para amnistiar a Otelo Saraviva de Carvalho, el gran héroe de la Revolución de los Claveles, y todos los implicados en las actividades del grupo Fuerzas Populares del Veinticinco de abril. Aquella amnistía, que no perdonaba los crímenes de sangre, era una propuesta personal del entonces presidente de la República, Mario Soares, líder del Partido Socialista. También contó con el apoyo de los comunistas al Parlamento portugués, aunque no fue una ley de consenso, como suele suceder, en el momento de ser aprobada, ya que los socialdemócratas, conservadores y populares votaron en contra y tres independientes dentro del PS se abstuvieron.

Teniente coronel y uno de los rostros más visibles de la Revolución de los Claveles, Saraviva de Carvalho murió en el 2021. Después de 1976 se presentó en diferentes ocasiones para presidir a Portugal pero quedó muy lejos de su objetivo y como líder de las Fuerzas Populares 25 de abril fue condenado en 1984 como presunto autor moral de los atracos y atentados. Aunque inicialmente fue condenado a 18 años de prisión, su condición de héroe para buena parte del pueblo portugués provocó que se organizara un movimiento popular pidiendo su liberación y, cinco años después, en 1990 y coincidiendo con el 15.º aniversario de la revolución que puso fin a la dictadura, salió de la prisión. Seis años después, fue amnistiado.

Una amnistía reciente en honor de Francisco

Esta es una de las amnistías en las cuales los partidos independentistas se reflejan y citaban en la ley registrada en el Congreso para demostrar que en Europa existe la tradición de otorgarlas. "Ha habido varias leyes de amnistía durante el siglo XX y la mayoría han implicado el fin de un conflicto, aunque no la solución de lo mismo -si la represión nunca es el origen de un conflicto, tampoco puede ser su solución- y se ha vinculado, de alguna manera, con un acuerdo político que incluía una solución política al conflicto en cuestión". Con todo, en los últimos meses también se ha concedido una amnistía en Portugal, aunque esta no tiene ningún tipo de semejanza  con la anterior y tampoco con la que podrían pactar los independentistas con el PSOE para dar apoyo a Pedro Sánchez. Durante la visita del Papa Francisco a Lisboa este verano con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud, el Parlamento del país aprobó una ley de amnistía que beneficiaba en todos los jóvenes de entre 16 y 30 años, siempre que no hubieran sido condenados por delitos graves, como homicidio, violencia doméstica, maltratos, mutilación genital femenina... La idea del gobierno, era aprovechar la visita del Santo Padre para impulsar la reinserción de los jóvenes.

La amnistía de Francia en Nova Calèdonia

Aparte de citar la amnistía portuguesa de 1996, la ley registrada por ERC, Junts y la CUP en la cámara baja también hace referencia a las diferentes leyes de amnistía que se han aprobado en Francia, tanto las vinculadas a la descolonización de Argelia como las tres que afectan a los movimientos independentistas en territorio francés. La ley de amnistía para los independentistas de Nueva Caledonia se enmarca en los Acuerdos de Matigon de 1998, cargada de polémica y de la cual quedaron excluidos los delitos de sangre. Hace falta tener en cuenta que no solo los independentistas hacían referencia a esta ley en su propuesta, ya que el dictamen de Sumar, presentado en Barcelona la pasada semana, también la cita. El acuerdo, firmado en el hotel Matigon de París el 26 de junio de 1988, bajo el control del gobierno francés de Michel Roard enre una delegación de independentistas de Nueva Caledonia y una delegación contraria. El texto preveía, aparte de la amnistía, un referéndum en un plazo de 10 años que finalmente no tuvo lugar porque se acabó pactando el traspaso de una serie de competencias y tres referéndums, el 2018, 2020 y 2022. Sumar, el parido liderdo por Yolanda Díaz y que aspira a revalidar un gobierno de coalición se ha unido a la petición de una ley de amnistía, defendiendo que esta es constitucional y citan también tanto el caso francés como el de Portugal para reforzar su tesis.